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Hokago wa Kenkai Saikyo no Gyal Volumen 1 - Prólogo y Capítulo 1

Actualizado: hace 3 días

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Prologo

 

Orifushi Shiki se encontró con personas que lo molestaron cuando pasó a la preparatoria, para empezar él mismo no era de los que se vieran molestados especialmente, simplemente en la secundaria llevó una vida sin nada que ver con esa clase de acciones, de estatura cuando mucho era más bajo que sus compañeros del mismo año, sus habilidades atléticas eran un poco buenas, en cuanto a la inteligencia en la secundaria a la que asistía no sabía si sus calificaciones estaban arriba o abajo, su personalidad también es más o menos buena, tiene algo de sentido de la justicia, no es como si fuera descuidado hacia las demás personas.

Como resultado de que muchas desgracias se apilaran la preparatoria a la que terminó asistiendo Shiki... fue la academia Saint Lukimanz, sin nada parecido a su nombre es famosa por su mala seguridad, ahora Shiki era un animal herbívoro al que lanzaron a la jaula de los animales carnívoros.

— Haa.... Haa... haa...

Segunda hora, segundo descanso, Shiki corría por las escaleras con la respiración entrecortada, el grupo que lo molestaba le ordenó que fuera al área de máquinas expendedoras en el primer piso a comprarles bebidas, además de que le dieron un límite de 100 segundos.

Cuando estaba en primer año estaba en el cuarto piso, ahora en segundo está en el tercero, gracias a eso podría decirse que es un poco mejor pero en cambio el tiempo límite se redujo en 30 segundos, la cantidad de veces que lo molestaban aumentó, haciendo que el peso sobre Shiki aumentara varias veces.

Considerando que no habían pasado más que medio mes desde que pasó de año escolar no hacía falta pensar que a partir de ahora lo tratarían aun peor. Llegó a las máquinas expendedoras del primer piso pero para su mala suerte tuvo que esperar gracias a que un estudiante estaba comprando un jugo, cuando ese estudiante compró su jugo y se retiraba Shiki inmediatamente lanzó el dinero dentro de la máquina.

Compró primero el té de Oolon de Kawato, el líder del grupo de delincuentes, después dos té de cebada y un jugo de naranja, de alguna manera tomó el cambio, abrazó las latas y apenas se dio la vuelta comenzó a correr con todas sus fuerzas cuando...

— ¿¡Uwaa!?

En un momento detrás de él se había formado una estudiante de cabellos rojos y estuvo a punto de chocar contra ella, en dos sentidos la esquivó apenas mientras se ponía pálido... terminó cayendo y las latas que tenía en las manos salieron volando por el aire, Shiki ya podía imaginar el futuro cuando las latas cayeran a varios metros después, se sintió mal.

Pero...

— Oh...

La chica usando el abanico metálico que tenía logró atrapar tres latas, Shiki sin querer se quedó con los ojos abiertos, eso era porque aunque no haya atrapado una esa manera de moverse y en el abanico cerrado se encontraban las tres latas apiladas de manera vertical, algo que ni un artista callejero podría hacer, si tuviera que decirse algo más a pesar de que se supone que estaba por chocar contra ella hace un momento, sus reacciones fueron demasiado rápidas, debería de haber tenido suficiente con no chocar.

Shiki no podía digerir lo que había sucedido levantando la mirada para ver atónito a la hacia arriba. La chica, dicho en pocas palabras era una Yanki[1] un cabello rojo apasionado levantado en una cola de caballo, en la boca tenía barrita blanca... (me gustaría creer que no es un cigarro) no había manera de que una persona como ella tuviera puesto bien el uniforme, la forma que tenía desarreglado el uniforme era como si dijera que no sabía de la existencia de reglas en la escuela, en especial el corto de su falda era demasiado, debido a que usaba pequeñas calcetas sueltas sus piernas blancas resplandecían, así que estaba expuesta, por ello es que Shiki en dos sentidos no sabía a donde voltear a ver, aun mas en el momento en que la vio como una Yanki además de ser una chica hermosa.

El nombre de esa estudiante es Kohinata Karin, medio año después de haber entrado en la academia Saint Lukimanz, conocida por albergar malhechores, su nombre ya se había puesto en la cabeza, una chica Yanki que estaba en el mismo año escolar que Shiki, y su sobrenombre...

— E... Emperatriz...

Sin querer dejó salir esas palabras, y ella con sus dos ojos afilados fijos sobre él dijo como si lo odiara desde el fondo de su corazón.

— No me llames con ese nombre feo, mejor dicho, toma esto rápido.

Mientras decía eso sujeto con ambas manos las latas que tenía sobre su abanico ¿será porque concentró el punto de gravedad en un solo pudo de pronto? Las manos con las que sujetaba las latas estaban temblando extrañamente, el abanico de Karin estaba echo completamente de acero por lo que posiblemente sería algo pesado, aun diciendo que sea la cabeza de la academia no es como si el poder de sus brazos fueran como los de un gorila pero aun así.. Shiki se apresuró a ponerse de pie y recibió las tres latas.

— Este... ¡lo siento!

Bajó pronunciadamente la cabeza mientras abrazaba las latas y salió corriendo de en frente de Karin como si fuera un conejo, sabía que no era una actitud para alagar, pero aun así no podía negarse ante ese sentimiento de querer alejarse de la “emperatriz” lo más rápido posible, en cierto sentido es alguien popular en la escuela, Karin no solo no era alguien que no molestaba a los más débiles, más bien es de las que tiene la fortaleza para ayudarlos, Shiki lo sabía, pero ella decía “simplemente no me agradan esos tipos” pero habían demasiados a tipos que no les agradaba, debido a que habían débiles intentando ir en contra de los fuertes sabía que la veían de esa manera.

Como resultado de enfrentarse a los delincuentes la escuela de delincuentes se volvió un poco mejor y ella se volvió bastante famosa dentro de la escuela.

Pero...

Para Shiki que en el estado actual está siendo amenazado por maleantes Kohinata Karin no era nadie más que una chica a la que temer, Kawato que estaba molestando a Shiki es lo suficientemente fuerte como para apalearlo, y Karin es lo suficientemente fuerte como para apalear a Kowato, alguien que pueda apalear a la persona que puede apalearlo, entonces podría apalearlo, la “emperatriz” fuerte para las peleas, los nervios de Shiki no eran tan fuertes como para poder estar tranquilo frente a ella, y como si demostrara el miedo de su corazón en cuando llegó a las escaleras queriendo o no corría saltando los escalones de cinco en cinco.

— ¿Fufum...?

Karin por algún motivo se le quedó viendo frunciendo las cejas.


[1] Algunos podrán confundirlo con el término "yankee", usado para referirse —casi siempre peyorativamente—a los habitantes de Estados Unidos. Si bien hay cosas en común, en Japón, el calificativo "yanki" refiere a los inadaptados sociales, los abandonados, los rebeldes, “los chicos malos”... o básicamente, simples delincuentes juveniles que buscan llamar la atención

Capítulo 1

Emperatriz

 

Shiki escapó de en frente de Karin y en un instante ya había subido las escaleras llegando hasta el segundo año grupo dos del tercer piso, al mismo tiempo en que llegó al salón de clases solo le esperaba el infierno por el grupo de delincuentes que lo molestaba, su dirigió hacia los tres delincuentes que se encontraban en los asientos de atrás del lado de la ventana, entonces puso sobre el pupitre las bebidas que había comprado, lo estaban fulminando con la mirada, el que se encontraba sentado era un delincuente de cabellos rubios... Kawato que comenzó a hablarle de muy mal humor.

— Que me hicieras esperar el doble del tiempo límite, ¿no me estarás menospreciando?

— Lo... lo siento...

Shiki se disculpó cuando…

— Arara, Orifushi-kun hiciste enojar a Kawato.

— ¿Un golpe en el estómago? ¿Le toca un golpe en el estómago?

Los dos que lo rodearon comenzaron a burlarse a propósito.

— ¿Haa? ¿No te disculpas a pesar de que te tardaste?

Kawato se puso de pie haciendo mucho ruido, Shiki estaba temblando, con una diferencia aproximada de 10 centímetros lo fulminaba con la mirada, solo le ocasionaba miedo.

— No... Me disculpé, pero por las voces de estos dos...

— Oye, oye ¿ahora es nuestra culpa?

— Que cruel eres Orifushi-kun.

— No...

— Ya está bien.

Con las palabras de Kawato los dos que rodeaban a Shiki guardaron silencio.

— Llegaste tarde no traes nada para disculparte, ya veo, así que como pago serán dos golpes.

— N... no pue... ¿¡Pfff!?

Sin esperar a que pudiera decir algo inmovilizaron su cuerpo y le dieron un golpe en el estómago, con las palabras que estaba diciendo solo salió el aliento.

— Vamos, ¡Uno más!

Tal y como lo habían anunciado le dieron un segundo golpe de lleno en el estómago, ¿debería decirse que es algo evidente? Al ser una escuela de delincuentes sus compañeros de clases también eran delincuentes por lo que en estas ocasiones no había nadie que los detuviera, cuando menos aunque hubieran estudiantes que no fueran delincuentes de seguro tendrían miedo de que si se relacionaban de manera descuidada podrían convertirse en el objetivo, ni siquiera volteaban a ver a Shiki que estaba siendo apaleado.

A Shiki le gustaría patearlos en el estómago pero solo conseguiría su mal humor haciendo que lo golpearan aun más así que resistió a la fuerza.

— Oh... vaya que eres resistente Orifushi-kun.

— No es eso, Kawato solo se contuvo ¿verdad?

Los dos que lo sostenían buscaban su confirmación y Kawato solo asintió satisfecho.

— Eso tenemos, si lo daño demasiado y la “emperatriz” volteará a verme y seria molesto.

Estaba riendo divertido mientras decía eso, aunque Shiki quien soportaba el dolor en el estómago no sabía que era lo divertido en eso. Kawato abrió su lata de té Oolong, y después de beber un poco le preguntó.

— ¿Y? ¿Por qué te retrasaste?

— Este... e... estuve a punto de chocar con esa “emperatriz” que acabas de mencionar...

En el instante en que escucharon eso los dos que lo rodeaban dejaron salir una voz patética.

— Espera un poco... ¿No me digas que le fuiste a chismear a la emperatriz de que te estábamos molestando?

— Oye, oye, oye, eso es malo.

— Tranquilícense ustedes dos.

Con las palabras de Kawato los dos guardaron silencio al mismo tiempo.

— Intenten pensarlo, ¿en serio creen que este torpe de Orifushi sería capaz de hablar con la emperatriz? Además, lo único que hacia este tipo es ir por bebidas, eso no es extraño en la escuela.

— Es cierto...

— E... es como lo dices Kawato, no es para temer.

Con las palabras de Kawato los dos parecieron más relajados, “emperatriz” Kohinata Karin, una chica fuerte que ayuda a los débiles, es famosa como una clase de heroína, eso era de conocimiento común, y no habían dudas de que los tipos que estaban molestando a Shiki entraban en la categoría de las personas que “no le agradan”

Los dos que lo rodeaban estaban más tranquilos, viendo sus reacciones estaba más que consiente. Mientras estaban en eso se escuchó la campana anunciando el final de la hora del descanso, Kawato chasqueó la lengua y movió la mano como quien espanta a un perro, era la orden a Shiki de “desaparece de una buena vez” que tome la clase como se debe a pesar de ser un delincuente, era en gran medida por la influencia de aquella “emperatriz”

Shiki se sentía más aliviado después de haber sido liberado del infierno y regresó a su propio asiento, durante las clases no era molestado por Kawato, cuando mucho también eran conscientes del lugar, no solían ser violentos en donde llamaran mucho la atención, cuando mucho lo inmovilizaban, Shiki entendía que eso también era gracias a que Kohinata Karin era la cabecilla de la escuela, en ese sentido puede que debería de estarle agradecido, ¿Pero por qué? a pesar de que debería de estarle agradecido a la cabeza de la escuela más fuerte que nadie para las peleas le tenía miedo, debido a ese miedo es que Shiki no podía pedirle ayuda con el asunto de las molestias de Kawato y compañía.

A pesar de que le temían tanto a Karin en alguna parte de su corazón “no quiero terminar involucrando a alguien más” o “más aun tratándose de una chica” pensando en sí mismo que tenía una personalidad complicada.

(Pero no hay nada que hacerle, así soy yo...)

Habló para sí mismo como si quisiera convencerse.

El motivo por el que está en la escuela Saint Lukimanz, el motivo por el que esté siendo maltratado por Kawato y compañía, todo ello desde antes era por culpa de su personalidad, el día del examen para la preparatoria publica que era su principal opción Shiki salió con mucho tiempo de sobra de su casa, pero sin importar eso ayudó a una anciana que tenía problemas para subir por la escalera del paso peatonal, ayudó a un niño perdido buscando a sus papás, y debido a que se le hizo demasiado tarde no pudo presentar el examen y terminó reprobando. El día del examen de admisión para su segunda y tercera opciones de preparatoria publica también terminó haciéndosele tarde por motivos parecidos, y reprobó sin haber podido tomar ningún examen. Solo al final, el día del examen para la preparatoria Saint Lukimanz por algún motivo no apareció ninguna persona en problemas y pudo tomar el examen con normalidad, pero por su desgracia terminó aprobando para entrar. Pero aun diciendo eso solo por haber entrado en la preparatoria no debería de ser para que comenzaran a molestarlo.

Inmediatamente después de haber entrado a la preparatoria vio a Kawato y los otros dos molestando a un compañero de clases, Shiki no pudo quedarse sin hacer nada con su sentido interno de justicia se le olvidó que era un animal herbívoro en medio de bestias carnívoras y terminó cubriendo al chico al que estaban molestando, debido a eso se ganó su desagrado y desde ese entonces Shiki ha sido el juguete de Kawato y compañía, Gracias a eso el estudiante al que había protegido pudo transferirse sin tener miedo, pensó que lo salvó pero el mismo Shiki no podía tomar la decisión de transferirse para no preocupar a sus padres, además de que en una ocasión vio a Karin, cuando aún no era llamada “emperatriz” ayudando a débiles.

Kawato y compañía que sabían la presión que provocaba la “emperatriz” no le ocasionaban grandes heridas a Shiki, tampoco le rompían la ropa, no hacían algo como escalar en su violencia, en cambio avanzaron en un sentido diferente, se creó una relación de superior inferior entre los mismos delincuentes, y en definitiva no hacían nada para romper las posiciones.

Cuando Shiki pasó de año pensó que el infierno terminaría con el cambio de salón de clases, pero para su mala suerte terminó quedando en la misma clase que Kawato y los otros dos.

(N... no creo que incluso en tercer año terminemos en el mismo salón de clases... ¿verdad?)

Intentando quitarse los malos pensamientos se dijo eso, pero después de todo no quería pensar en su futuro. Mientras estaba pensando en eso el maestro llegó iniciando con la segunda clase.

Honestamente no es como si ele gustaran las clases de manera especial, pero no tenía que preocuparse por Kawato y compañía así que durante 50 minutos no ocurría nada malo. Después de eso entre violencias en las horas del descanso y las clases llegó hasta el Home Room al final de las clases.

Parece que Kawado y compañía están unidos a cierta facción existente dentro de la escuela, en la hora del descanso y después de clases parece que tenían que ir hacia allá, era un momento en el que era liberado del infierno, pero aun diciendo eso si se quedaba de manera descuidada en la escuela, iba a otro lugar después de la escuela podría encontrarse a Kawado y los demás saliendo de esa facción, así que dependiendo de la hora en que terminara el home room Shiki se dirigía a casa.

El día de hoy terminó a salvo el día... así que estaba más tranquilo desde el fondo de su corazón.

 

Desde que Shiki había deseado intentar vivir solo todas las escuelas de su elección se encontraban alejadas de casa, si al final eligió entrar en la escuela Saint Lukimanz fue porque escuchó que habían rumores que con registrarse al examen podría ingresar aunque no se presentara a hacerlo y como ya había fallado en sus elecciones anteriores terminó con este resultado.

El lugar en el que Shiki se encontraba viviendo era una habitación de un edificio departamental como el que se puede encontrar en cualquier parte, no podía decir ni por condescendencia que era un lugar amplio, pero se sentía más como su región que su propia habitación en casa por lo que le había gustado ahora que había pasado más de un año en el lugar.

De esa manera Shiki dejó su castillo con pasos ligeros, no usaba su uniforme, estaba usando Jeans y una chaqueta naturalmente, el día de hoy es domingo por eso es que no debería de haber problemas con pasar el tiempo fuera, tampoco había necesidad de preocuparse de Kawato.

Debido a que estaba siendo molestado no había logrado obtener a un solo amigo, pero aun así era un día en el que no tendría que ver a Kawato, para Shiki era como el mismo cielo.

Se dirigió a la zona comercial, podría almorzar en ese lugar llenar su estómago e ir a jugar al centro de juegos, así que de esa manera se dirigió a la ciudad con pasos ligeros.

Llegó al área comercial, y cuando estaba caminando por la avenida se dio cuenta de una tienda de ramen que no había visto antes, así que decidió almorzar el día de hoy en ese lugar.

— E... ¿¡Eso es...!?

En el instante en que vio la figura de Kawato y los demás por el camino Shiki sintió como si el miedo le hubiera puesto una navaja en la garganta, se quedó petrificado en ese lugar, pero si se quedaba quieto de esa manera terminaría siendo atrapado, comenzó a huir por el camino lo más tranquilo posible, deseando que no se dieran cuenta avanzó hacia un callejón al fondo, en esta situación se cubrió con la capucha de la chaqueta que tenía.

El lugar al que avanzaba era un cruce de caminos doblando a la derecha, estando en la sombra del edificio volteó a corroborar que no lo hubieran seguido mientras se escondía, entonces tragó saliva, desde que vivía en la misma ciudad no era la primera vez que veía a Kawato por la calle, pero aun diciendo eso no es como si estuviera acostumbrado, sintió como si su vida se hubiera acortado solo por haberse topado con él, tenía la opción de ir a un viaje a otra ciudad, pero para hacer eso no podría ir a pie, necesitaría usar el tren, y desde que tendría que usar dinero no podía hacerlo cada vez.

Les temía a Kawato y los demás, pero a pesar de eso no se sentía a gusto estando solo en su departamento en un día de descanso solo por ello, de cualquier manera las posibilidades de encontrárselos eran más bajas que contarlos con una mano, así que pensó que no había nada que hacerle con preocuparse así que de esa manera salió... pero la verdad es que si se lo encontró, y el día de felicidad se fue por el desagüe, ahora se sentía lúgubre.

¿Es por culpa de ese estrés? Le dio la sensación de que comenzaba a dolerle el estómago, por supuesto, se le desaparecieron las ganas de comer, no solo el ramen, no tenía ganas de comer nada.

Si se movía descuidadamente podrían terminar viéndolo y seria lo peor, así que durante un tiempo se quedó en la esquina del cruce, si es aquí incluso aunque Kawato entrara en el callejón tendría muchos caminos por los cuales huir, esa conclusión fue a la que llegó, pero cuando estaba alerta de los alrededores se dio cuenta que Kawato comenzaba a dar la vuelta y se apresuró escondiéndose en la sombra del edificio, en el instante en que lo vio entrar en el callejón Shiki estaba por huir de inmediato, pero al ver como metían a la fuera al callejón a una chica sin querer se quedó sin aliento.

Cabellos largos que le llegaban hasta la cintura, a pesar de que se encontraba lejos podía notar que tenía facciones claras, más que ser una chica hermosa era una persona hermosa, fue una gran impresión la que le dejó, tomando en cuenta la altura de Kawato tenía la estatura un poco más baja que la de Shiki... alrededor de unos 160 centímetros, si le dijeran que se trataba de una modelo de revista de seguro se lo hubiera tragado, del mismo color que su cabello estaba usando una vestido de una pieza y camisa blanca, mientras que estaba vistiendo de esa manera el tamaño de sus pechos eran lo suficientemente grandes como para hacer que personas como Kawato compañía imaginaran toda clase de cosas, hablando de su edad.. Al verla bien podría ser una estudiante de preparatoria.

— De... ¡Deténganse por favor!

De vez en cuando escuchó su voz oponiendo resistencia, sin duda alguna venía de ella, al escucharla Shiki pensó que podría tener su edad o en el peor de los casos más chica que él.

(Mejor dicho, ¿¡No me digas que esto es demasiado malo!?)

Cuando mucho era algo que había escuchado como rumores pero dejando de lado la presencia de la emperatriz dentro de la escuela en medio de los delincuentes también habían quienes eran capaz de cometer delitos sexuales, acercándolas a la fuerza bajo en nombre de ser nanpa, llevándolas a lugares donde no hay personas y... ya podía imaginar la peor de las cosas en su cabeza.

(Pero... ¿Qué se supone que puedo hacer...?)

No era más que un débil que es intimidado por Kawato, algo como salvar a alguien más, ya podía ver como solo lo repelían, además de que terminaría pasándola peor de ahora en adelante, y ahora no necesitaban preocuparse de la mirada de la emperatriz, por lo que no sabía qué clase de cosas podrían hacerle, la decisión correcta ahora sería alejarse y pedir ayuda.

(Pero...)

Durante el tiempo que le tome en ir a pedir ayuda Kawato y los demás podrán irse a alguna parte con la chica, debido a eso ¿Qué le pasará? ¿Y que su termina con un daño que no pueda eliminar por el resto de su vida? comenzaron a aparecer toda clase de situaciones aun peor que la anterior y dejó de pensar, también si se dirigía hacia ellos perdería la capacidad para huir, podría tomar su mano y comenzar a correr pero ellos eran tres, mientras que pensaba en querer salvar a la chica, también pensaba en el miedo hacia Kawato y los demás, todo era un caos dentro de Shiki.

(¡Lo correcto es huir en este instante y pedir ayuda! ¡Es lo más que puedo hacer! ¡Aunque no lo logre a tiempo no había nada más que hacerle!)

Se dijo eso pero por el otro lado.

(... Pero... la chica podría vérselas peor que yo si no me enfrento a ellos...)

Pensó que posiblemente se arrepentiría por el resto de su vida, un arrepentimiento muy pesado al haber dejado que una chica pasara por cosas inimaginables a las manos de Kawato y los demás.

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En el instante en que pensó en eso...el sentimiento de justicia dentro de Shiki y su personalidad amable hicieron que superara ligeramente el miedo que les tenía.

— ¡¡Oooooooooooooo!!

Cuando se dio cuenta estaba avanzando hacia ellos mientras gritaba, por conveniencia los dos se asustaron moviéndose a izquierda y derecha, por lo que le dejo las cosas al impulso y de esa manera chocó contra Kawato, ¿fue inesperado? Kawato terminó cayendo de impulso al suelo, la chica que estaba tomando por la mano casi también pero en esa ocasión la chica se zafó de su agarre, y antes de disculparse lo que salió de la boca de Shiki fue.

— ¡¡Huye!!

 La chica tembló de miedo, comenzó a ver a todas partes.

— ¡¡Rápido!!

Volvió a gritar y ella respondió con un “¡Lo siento!” y de esa manera comenzó a huir en dirección a la avenida.

— ¡¡Espera!!

Kawato gritó enojado mientras se levantaba, pero Shiki apresurado lo empujó volviendo a derribarlo, se trataba de un callejón que en definitiva no era amplio, debido a la caída de Kawato en medio del camino los otros dos no podían perseguir a la chica que había huido.

— ¡¡Maldito estorbo!!

Kawato le pegó con el codo en el tabique nasal quitándolo de en medio y la sangre de Shiki salió volando.

— A pesar de que las cosas estaban saliendo bien ¡Terminaste estorbando! Será mejor que te prepares.... ¿¡Haa!?

Kawato se puso de pie levantando las cejas mientras veía a Shiki.

— Oye, oye, no me había dado cuenta con esa capucha, pero si se trata de Orifushi.

— ¿¡Haa!?

Kawato gritaba cada vez con amas fuerza, Shiki estaba cubriéndose la nariz con lágrimas en los ojos casi en el suelo pero fue levantado a la fuerza mientras lo tomaban del cuello, entonces lo fulminaron con la mirada  a la cara... y por fin se dio cuenta.

— ¡¡En serio es Orifushi!!

Tras verlo de nuevo volvió a lanzarlo hacia el suelo, ¿sería debido al dolor en su nariz? No tenía fuerzas para levantarse, pero había logrado hacer que la chica huyera, solo con eso pensó que era más que suficiente, de no ser así le daba la sensación de que no podría enfrentar lo que le estaba a punto de ocurrir.

— Tenemos que terminar con este de una vez... más adelante debería de haber un estacionamiento, llevemos a este idiota allá.

Los dos acompañantes movieron la cabeza al mismo tiempo, tomaron a Shiki y comenzaron a caminar, Shiki llevado por ellos tuvo que caminar después de escupir la sangre que había bajado a su garganta.

— Senpai... ven rápido....

La chica que se suponía había escapado hacia la avenida estaba viendo las cosas desde la sombra del edificio, “senpai” ¿le estaba llamando a alguien? Tenía el celular en el oído.

 

Shiki había sido llevado a un estacionamiento sin nadie a los alrededores.

— Solamente eres Orifushi, maldito, menospreciándome.

— ¿¡Pfhhaa!?

Kawato le dio una patada, normalmente hubiera terminado solo con eso pero...

— ¡Ora!

Estaban fuera del alcance de la “emperatriz” además de que estaba molesto, no se limitó en llevar su puño a la cara de Shiki en varias ocasiones.

— ¡...!

Shiki retrocedió ante el dolor en la cara al que no estaba acostumbrado, mejor dicho, si terminaba oponiendo resistencia en el peor de los casos terminaría provocando más su enojo, no podía hacer nada más que retroceder mientras lo golpeaban y pateaban.

— ¿Haa? Que te pasa causándome dolor, debido a que me empujaste me rompiste una costilla.

Le dio un golpe amas y Shiki resistiendo el dolor en la mejilla retrocedió aún más, aquel empujón que menciona fue cuando Shiki lo derribó para que la chica de cabello negro escapara, no hacia falta decirlo, era una clara mentira que le hubiera roto alguna costilla, pero Shiki no dijo nada para no provocarlos más innecesariamente.

— Pero aun así, en serio que eres duro Orifushi-kun.

— No, está bien que sea duro pero si le das demasiado en la cara será una molestia su mañana en la escuela la emperatriz pone un ojo sobre nosotros.

¿Será por ser fuera de la escuela? Dijo eso mientras sacaba un cigarro y Kawato sonrió.

— No será una molestia, después de todo nosotros nunca nos topamos con Orifushi el día de hoy.

Dijo eso y todos comenzaron a reír.

— Es decir, algo como esto, Orifushi-kun con su mala suerte fue rodeado por unos maleantes y lo apalearon así que nosotros no tenemos nada que ver ¿algo como eso?

— Eso tenemos.

Kawato respondiendo comenzó a darle vueltas al hombro, además de que ya estaba con la premisa de que su adversario no evitaría su golpe. Shiki al haber sido golpeado en la mejilla izquierda se balanceo hacia la derecha.

— ¡Ooh!

Después de eso le conectaron un golpe en la mejilla derecha y su cuerpo se balanceo hacia la izquierda, Kawato repitió los golpes y cada vez que lo golpeaban Shiki se movía a los lados como si fura alguna clase de metrónomo. Después de haber sido golpeado en muchas ocasiones pudo sentir un sabor metálico dentro de su boca, si llegados a este punto ninguno de sus dientes había sido roto no era más que por un milagro.

(Que acabe rápido, que acabe rápido, que acabe rápido...)

Solo podía desear eso mientras era golpeado,

Solo podía intentar continuar consiente mientras era golpeado.

Cuando intentaba escapar de la realidad el dolor con cada golpe nuevo lo traía a la realidad, un humano débil como yo no podría enfrentarse a la violencia aunque pudiera hacerlo, por eso huía deseando que todo terminara rápido.

Eventualmente cuando lo golpeó alrededor de 20 veces los movimientos de Kawato se detuvieron.

— Mierda... po... ¿Por qué... continuas de pie....?

Escupía su ira mientras movía los hombros falto de aliento... estaba escapando de la realidad... quería responderle eso pero si lo decía solo terminaría molestándolo más, para empezar ya podía imaginar lo micho que le dolería a la próxima que intentara mover la boca. Por eso es que solo continuaba escapando de la realidad sin decir nada.

—......... ¿Eh?

Cuando en su campo de visión vio detrás de Kawato a cierta chica, y la conciencia de Shiki fue traída a la realidad a la fuerza, parece que él no había sido el único que se dio cuenta de su presencia, los dos que los rodeaban se habían quedado con las bocas abiertas dejando caer sus cigarros mientras la observaban.

Al ver como estaban Shiki y los demás Kawato se dio cuenta de que había alguien detrás de él, se dio la vuelta dejando salir un enfurecido “¿Haa?”... y se quedó petrificado como si fuera una estatua, eso era porque la chica que se encontraba detrás de él...

— E... emperatriz...

Kawato terminó con la misma reacción que Shiki, y cuando dijo eso Kohinata Karin frunció las cejas como si lo detestara desde el fondo de su corazón

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— Por eso ¿Por qué siempre tienen que llamarme de esa manera?

Karin tenía una chaqueta sobre una camisa, metió ambas manos a los bolsillos mientras caminaba, paso a un lado de Kawato como si nada y se detuvo frente a Shiki, una barra blanca en la boca, una minifalda y calcetas cortas, ese conjunto era igual que con el uniforme... Shiki en una esquina de su mente pensó que estaba fuera de lugar.

—.... ¿Nn?

Mientras que nadie se movía Karin se acercó al rostro de Shiki frunciendo las cejas.

— ¿Eh? Pero si eres el de maquina.

Dejo salir una voz tonta y le pegó a Shiki en los hombros.

— A pesar de que me tenías tanto miedo que te caíste, vaya que tienes valor, honestamente te juzgue mal.

Honestamente ahora tenía tanto miedo que creía que se caería... pero no pudo decirlo, quería preguntarle ¿Valor? Pero...

— V... ¿¡...!?

Kawato lo había golpeado decenas de veces, debido a que le dolía la boca no podía siquiera pronunciar una palabra.

— Ah, no necesitas esforzarte en hablar, ya me explicaron.

Después de eso volteo para fulminar con la mirada a Kawato, era aproximadamente 15 centímetros más alta que ella, pero aun así fue Kawato el que terminó temblando de la sorpresa, era como si fuera Shiki cuando Kawato lo fulminaba con la mirada.

— Tú... recuerdo haberte visto con la facción de Arai.

Kawato volvió a temblar, entonces Karin volteó a ver a los otros dos.

— Eso quiere decir que es igual con estos dos.

Tras decir eso los dos comenzaron a temblar, al ver a los tres temblando Shiki volvió a pensar, para Shiki el que más le daba miedo era Kawato y compañía, y ahora ellos estaban temblando de miedo, no podía evitar temerle también.

— No importa como lo vea este corredor-kun no se siente como un delincuente, así que en ese momento pensé que me parecía extraño pero... así que después de todo es eso.

“En ese momento” de seguro hablaba de cuando lo mandaron a comprar jugos y casi chocaba contra ella.

—... ¿Es eso? ¿Cómo que es eso?

Kawato repitió eso y Karin con una voz fuerte les respondió.

— Ustedes, haciendo cosas estúpidas como molestar a los débiles a escondidas de mí.

—.... ¿Y que si lo hicimos? No tienes nada que ver.

— Claro que no tengo nada que ver, simplemente no me agrada por eso los aplasto.

— ¿Haa? Lo que estás haciendo es lo mismo que molestar a los débiles.

Kawato le respondió como si dijera que la lógica estaba de su lado y los dos a su lado respondieron en voz baja con un “es cierto, es cierto” Karin frente a él dejo salir un suspiro.

— Me duelen los oídos si me dices eso.

Con esas palabras Kawato pareció estar más tranquilo.

— Entonces déjame decirlo de otra manera, ¿ustedes llevaron a la fuerza a un callejón desolado a una chica linda de cabello negro verdad? Esa era mi kohai.

En el siguiente instante los tres perdieron el color de sus rostros.

— Bueno, no pensaba hacerles la gran cosa a ustedes que están molestando a los débiles a escondidas pero...

Se les quedo viendo firmemente mientras continuaba.

— No tiene perdón que intentaran ponerle una mano encima a mi linda Kohai después de todo, las cosas no terminaran tan pronto.

Frente a Karin quien tiene el cuerpo más pequeño que cualquiera en el lugar Shiki y por supuesto los otros tres parecían ser aplastados por la presión.

—.. A... ¡¡Aaa....!!

¿No pudo soportar la presión de Karin? Uno de los dos seguidores dejo salir una voz loca mientras intentaba golpear a la chica.

— Retrocede.

Mientras decía eso Karin empujó ligeramente el cuerpo de Shiki, él no tenía la intención de ir en su contra, así que retrocedió tambaleándose, durante ese momento la chica saco un abanico de metal de alguna parte y la lanzó a quien se abalanzaba sobre ella, un impacto en el tabique con el abanico cerrado, los movimientos de su adversario se detuvieron en un instante, en ese momento Karin con sus pequeños músculos atrapó el abanico que estaba cayendo al suelo, y de esa manera volvió a golpearlo derribándolo.

— ¡¡Mierdaaaa!!

¿Será porque derrotaron a su aliado? El otro seguidor intentó golpearla en la parte de atrás de su cabeza, pero como si tuviera ojos en la espalda la chica dio una vuelta esquivando el golpe, después de eso con el impulso de la vuelta blandió un nuevo abanico que había sacado y lo golpeó, al igual que su compañero terminó derribándolo de un golpe.

Era algo que Shiki había escuchado ligeramente pero, Karin estaba usando un viejo arte llamado artes marciales Kohinata, estaba combinando con métodos de combate y asesinato y por ello decían que era la más fuerte en la academia Saint Lukimanz, es cierto, si es ella de seguro Kawato ya la había visto pelear, ¿Sabía que no podía ganarle aunque la enfrentara? A pesar de que derrotaran a sus dos compañeros no parecía moverse.

Karin comenzó a darle la espalda lentamente a ese Kawato, entonces guardo el abanico metálico de su mano izquierda en la bolsa de la chaqueta, abrió el de la mano derecha y comenzó a abanicarse, entonces camino hacia Shiki.

— Si lo apaleo aquí en cuanto se enfrié puede que vuelva a hacer de las suyas mientras no veo...

Shiki estaba confundido sin saber lo que decía, sin voltear a verlo Karin levanto un dedo y apunto hacia Kawato, entonces hizo una sugerencia.

— Así que tú derrótalo.

—......... ¿Eh?

Shiki dejo Salir una voz atónita, en su campo de visión veía luces como mosquitos, mientras que Kawato se subió a la sugerencia.

— ¿Uno contra uno con Orifushi? ¿Entonces eso quiere decir que no te meterás? Independientemente del resultado.

Ante los agregados de Kawato Karin asintió.

— No me importa, pero si tú pierdes no podrás volver a ponerle un dedo encima.

— E... e... e... ¡Espera un poco! No lo decidan por su cuen.... ¡Nn....!

Shiki intento oponer resistencia pero Karin le tapó la boca, Shiki sintió un escalofrió recorriendo su espalda pensando que había echo que se molestara, además del sabor a metal pudo sentir un aroma dulce viniendo a ella, pero en un instante se le olvido por el miedo hacia la emperatriz, también se tragó lo que quería decir, Karin no se dio cuenta para nada de los cambios en Shiki y le dijo mientras le guiñaba un ojo.

— No necesitas preocuparte, te aconsejare para que puedas ganarle a ese tonto.

— ¿¡Haa!? ¡Nunca escuche nada de consejos!

Karin quito la mano con la que le tapaba la boca y ahora escondió su boca mientras reía.

— ¿Arere? ¿Tienes miedo? ¿A pesar de que es a quien has estado molestado? ¿A pesar de que solo hablaré un poco con él?

Frente a Karin quien se burlaba Kawato no pudo resistirlo mientras temblaba, entonces habló como si escupiera.

— Haa ¿Quién mierdas le tendría miedo a ese Orifushi? Dile todo lo que quieras.

— Entonces hare lo que quiera son contenerme.

Mientras decía eso rodeo a Shiki por el hombro, entonces ambos le dieron la espalda a Kawato, de nuevo pudo sentir un aroma dulce llegando a su nariz pero debido a que el rostro de Karin estaba justo a su lado su corazón comenzó al latir deprisa, Karin malinterpretando su reacción hizo una mueca con los labios.

— También paso cuando estábamos por chocar frente a la máquina expendedora pero... que me temas cada vez hiere un poco.

— Ah, no... No es eso...

Justo antes acababa de ver como acababa con los seguidores de Kawato como si nada, sería una mentira decir que no le tenía miedo a la “emperatriz” pero ahora la “chica” llamada Kohinata Karin estaba demasiado cerca, más que el miedo la vergüenza era más fuerte.

— Mejor dicho deja de hablar formalmente, ¿Eres del mismo año que ese tonto verdad? ¿O es que no puedes hablar bien conmigo?

— No... pero...

— Nada de pero, como sea, tienes prohibido hablar formalmente, además... este... ¿Eras Orifushi...?

— U... um...

— ¿Cuál es tu nombre?

— Shiki...

— Así que Shiki... es más fácil de decir que Orifushi, te diré de esa manera en cambio puedes decirme Karin.

—.... ¿Eh?

— Gracias Shiki, en serio estoy agradecida porque hayas protegido a mi Kohai.

— A... um...

Mientras iba siendo aplastado por Karin ella continuaba con la conversación a su rimo.

— Así que, por lo que veo parece que ese gran tonto tiene poca paciencia así que dejemos las pláticas para después, te aconsejaré, ¿estás preparado?

Shiki solo pudo asentir moviendo la cabeza y tragando saliva, Karin sonrió satisfecha y comenzó a darle consejos, Shiki dudaba de lo que estaba escuchando.

— ¿La victoria está en frente? ¡Patéalo en el estómago lo más fuerte que puedas! ¡Solo con eso ganarás!

Sin querer puso una expresión de “¡Heeeeeeee?”

— Tienes una cara de querer decir “¡Heeeeeeee!”

Le dijo eso mientras se reía burlándose, Shiki arrepintiéndose intentó corregir su expresión.

— Bueno, no sé qué decir siendo yo la que lo dice pero no pienses que te daré recomendaciones alocadas, pero en serio, ese es el mejor método para que le ganes, no hay nada que hacerle.

Shiki se quedó sin habla ante esas declaraciones llenas de confianza, después de todo esa “emperatriz” estaba dando su sello de aprobación, puede que si le pateaba a Kawato en el estómago con todas sus fuerzas en verdad gane, pero aun diciendo eso, aunque confiara en sus palabras en lo profundo del corazón de Shiki aún estaba el miedo hacia Kawato.

(Pero...)

Por más que la chica de cabellos negros fuera la Kohai de Karin pensó que no estaba bien dejar que su salvadora Karin fuera la única que se ensuciara las manos, así que...

—.... Entendido, si así lo dices Kohinata-san intentaré hacerlo.

— Te estoy diciendo que está bien con Karin... bueno, eso ahora da igual.

Karin alejó su cuerpo y le dio un golpe ligero en la espalda.

— Poniendo esa cara de engreído solo porque la emperatriz te dio un pequeño consejo... está bien... ven... ¡te destruiré junto al consejo de tu emperatriz!

Estaba estirando su espalda, emanaba una ira que no había mostrado antes, Shiki sin querer frente a ese Kawato volteó a ver a Karin, pero para ese entonces Karin ya se había alejado, le sonrió levantando el dedo gordo ¿sabía o no sabía cómo se sentía?

Puede que hoy se decida el destino de mi vida... por un instante lo pensó de verdad.

— Es demasiado tarde para que te acobardes a estas alturas, estamos a un uno contra uno, prepárate, ¡haré que te arrepientas a muerte!

Kawato escupiendo eso con irá comenzó a correr.

(¿¡Ya comenzó!?)

Aunque gritara dentro de su corazón no había tiempo para gritar, lo que estaba haciendo él y Kawato era una pelea, a diferencia de los deportes no se necesitaba una señal de inicio, tampoco un enfrentamiento correcto, las cosas habían comenzado sin que le dieran tiempo para preparar su corazón pero aun así Shiki no tenía el tiempo para pensar poniendo las cosas en orden, de la manera en que venía Shiki lanzó una patada al Kawato que venía de frente.

— ¿¡Pfff!?

Casi al mismo tiempo Kawato había lanzado un golpe que le dio directo en el rostro, antes que la sensación del golpe logró sentir su pie en Kawato, pero debido a que lo habían golpeado en el rostro no pudo corroborar si había gateado bien a su adversario, además de que al haber soltado una patada estaba de pie sobre una pierna así que terminó perdiendo el balance con el golpe, cayó de manera contundente sobre su trasero.

“Me van a matar...” Shiki pensó en eso en un instante y se envolvió como una tortuga para proteger su cuerpo.

—......... ¿Eh?

Lo que estaba dentro de su campo de visión era Kawato en el piso con ambas manos sobre su estómago, intentando disimular a medias con las manos en las piernas estaba encogiéndose dejando de moverse.

— M... mierda...

Aunque hablara de mala manera estaba en una posición parecida a Dogeza[1] no parecía poder moverse.

— ¿Verdad? ganaste como te lo dije.

Karin comenzó a acercarse con una expresión burlona ofreciéndole una mano, dudó en sujetar su mano sin ningún motivo, pero aun diciendo eso no había manera de que fuera grosero con sus buenas intenciones así que tomó su mano poniéndose de pie.

(... E... ¿Esto es verdad?)

En una situación en la que estaba viendo a Kawato derribado en el suelo desde arriba, no alcanzaba a comprender lo que sucedía, ¿vio lo que había dentro de su mente? Karin comenzó a hablar.

— La vez pasada cuando casi chocábamos frente a la máquina expendedora, Shiki, ¿Subiste las escaleras de cinco en cinco como si fuera normal verdad?

— Eso es... desde que estaba en primer año Kawato-kun y los demás me mangaban todos los días a hacer sus recados y terminé haciéndolo así de manera natural...

— Puede que sea desagradable para ti decir que fue gracias a eso pero, como sea, entrenaste todos los días corriendo mientras subías las escaleras como si fuera natural saltando cinco escalones en cinco haciendo que tuvieras más fuerza en las piernas, así que, teniendo esa fuerza en las piernas puedes ganarle a tontos como estos que no están acostumbrados a pelear, por eso es que te hice esa recomendación.

Con las palabras de Karin Shiki se quedó con los ojos bien abiertos.

— ¿No están acostumbrados a pelear....? ¿Kawato-kun?

— Siendo más precisos, ninguno de los tres.

Karin dijo eso como si no fuera nada y Shiki se quedaba cada vez más sin palabras.

— Tienes una expresión tan evidente de no poder creerlo, si llegaste a pensar que estos son fuertes peleando simplemente es porque no estás acostumbrado a pelear, ellos solo están acostumbrados a golpear a las personas, no es como si pelearan, ¿Pudiste ganarl verdad?

— Eso es... es cierto pero...

Parece que no alcanzaba a interpretarlo... ¿aun tenía una expresión de no entender? Karin continuó con la explicación.

— Alguien como Shiki, en comparación con las personas normales estos tipos se aprovechan haciendo que solo se acostumbren a golpear, esa clase de personas en a mayoría de los casos son personas que no dudan en golpear a los demás por eso es que golpean con todas sus fuerzas, a diferencia de las personas normales cuando lo golpeaste con fuerza las cosas acabaron así.

Es cierto que podría ser así...

— No me digas que.... ¿habiendo calculado eso fue que me hiciste la sugerencia Kohinata-san?

Sin querer se quedó en silencio.

— E.... eso es evidente.

La mirada de Karin al decir eso estaba volteando por todas partes al punto de ser divertido.

— No me digas que... Kohinata...

— ¡Ah!... ¡Este...! ¡Es eso! A diferencia de las personas acostumbradas a golpear a los demás. las personas que no están acostumbradas a golpear a otros normalmente no sacarían todas sus fuerzas, así que como no estabas acostumbrado a pelear terminaste con una ilusión de que eran mucho más fuertes.

— Eso es... ¿Si no hubiera golpeado con todas mis fuerzas por esa ilusión estaba la posibilidad de que no le ganara a Kawato-kun?

De nuevo el silencio.

— C.... ¡Creí que eras alguien que puede hacer las cosas cuando tiene que hacerlas! ¡Es verdad! ¡No estoy mintiendo!

La mirada de Karin con esa explicación estaba divagando al punto de ser para reírse.

(... Bueno, solo digamos que las cosas salieron bien)

Si no lo dijo fue por la gentileza de Shiki.

— C... ¡Como sea! En nuestra escuela hay muchos tontos, en el verdadero sentido son pocos los que están acostumbrados a pelear, creo que... cuando mucho unas 20 o 30 personas.

Solo de escuchar la cantidad le dio la sensación de que eran muchos, pero la cantidad de delincuentes actualmente en la escuela Saint Lukimanz supera los 350 estudiantes, así que solo es una séptima parte. Es cierto que es como Karin lo dice, puede que en comparación sea una cantidad pequeña.

— En especial tipos como Kawato, simplemente golpean a los más débiles, por eso es que siempre buscan a los más débiles solo acumulando experiencia golpeando y no tienen experiencia siendo golpeados, así que su defensa es inútil, así que teniendo la fuerza de tus piernas pensaba que con un solo golpe podrías acabarlo.

Tras decir eso por algún motivo volteó a ver a sus entrepierna, Shiki sin ningún sentido cerró las pernas.

— Bueno... si le hubieras dado una patada alta hubiera sido mucho más efectivo, pero ¿no tienes mucha flexibilidad con tu cuerpo verdad?

Ah... así que por eso volteo a ver a su entrepierna.

— ¿Entonces qué te parece iniciar desde hoy?

Shiki sin querer se quedó con los ojos abiertos cuando le preguntó eso.

Kawato quien se supone estaba en el suelo de pronto se levantó.

— ¡¡¡ORIFUSHIIIIIII!!!

Estaba enojado como una bestia acercándose a Shiki para golpearlo, fue demasiado repentino y deprisa que Shiki estaba por dejar salir un “Hii” cuando...

— ¿¡...!?

Una patada alta. Karin había levantado la pierna derecha dándole a Kawato en la cabeza, y ahora terminó derrotado por completo.

— Si logras levantar la pierna de esta manera creo que podrías derrotar a la mayoría de esos tipos.

Dijo con una expresión burlona frente a Shiki, y cuando ya era demasiado tarde Shiki desvió la mirada. Si tuviera que decirlo simple Karin llevaba una minifalda, ¿Qué sucedería si daba una patada alta con esa ropa...? por ahora ciertamente las cosas no terminarían solo con vérsele un poco.

Al ver como Shiki tenía las mejillas rojas y desvió la irada... Karin se dio cuenta de lo que había ocurrido y su rostro se puso rojo.

— N.... ¡No seas un tonto! Haciendo eso está decidido que se me verían las pantis... a... así que no es ningún problema... no me da vergüenza...

Sus pantis eran de un blanco puro, a pesar de que pensaba que era algo grosero pensó para sí mismo que era inusual que usara de ese tipo, no había manera de que pudiera decírselo.

— Pa... para empezar no soy una niña que se la pase gritando solo porque le ven las pantis... t... también uso una falda corta como esta para jugar seduciendo a los tipos un poco...

Se estaba haciendo la fuerte de manera extraña mientras continuaba, para bien o para mal parece que Karin no quería que los alrededores pensaban que era nueva en el tema, al verla de ese modo le dieron ganas de sonreír, fue cuando por fin se dio cuenta, ¿en qué momento? A pesar de que le temía tanto a esa “emperatriz” ahora no le tenía nada de miedo.

— C... ¡Como sea! Lo de las pantis da igual, así que regresemos rápido con Haruno!

ree

— ¿En serio está bien que los dejemos así?

Shiki le preguntó eso a Karin mientras se alejaban del estacionamiento, dejarlos, por supuesto se refería a Kawato y compañía.

— Está bien, está bien, eventualmente se despertarán solos, se desanimaran solos y regresarán solos a casa, bueno, si vieron nuestra pelea puede que lo hayan reportado así que la policía cuidará de ellos.

Le dio la sensación de que eso a su manera no estaba bien pero, eran los que se la pasaban molestándolo, no es como si Shiki no pensara que quería que la policía cuidara de ellos.

Después de caminar por un tiempo llegaron un poco antes de la avenida.

— ¡Ah! ¡Karin-senpai!

La chica que Shiki había salvado de Kawato y la Kohai de Karin los recibió con una sonrisa dirigiéndose a donde se encontraban, corrió acercándose abriéndose paso entre las personas... y frente a los dos termino cayendo como si se deslizara en su cama. Estaban a un lado de la avenida por lo que naturalmente las miradas de las personas se reunieron en ellos al ver eso Shiki volteo a otra parte, más pensando que las personas estaban viéndolo también a él.

— Ustedes vengan aquí.

Solo Karin se apresuró a tomar la mano de la chica y de Shiki llevándolos de impulso, de esa manera se alejaron de la avenida, el lugar al que llegaron fue un parque en donde habían pocas personas, ya quería saber porque es que estaban viéndolo cuando Karin abrió la boca.

— ¡Waa! ¡Ahora que te veo bien estás realmente herido!

La chica levantó un grito y Shiki por fin se dio cuenta, Kawato lo había golpeado repetidas veces en la cara, no era de extrañar que tuviera marcas y moretones.

— Mejor dicho, tú estás demasiado normal, a pesar de que al principio te dolía solo con intentar hablar.

Ahora que lo decía era cierto, inmediatamente después de que lo golpearan sufría por el dolor al que no estaba acostumbrado... pero puede ser que a pesar de que la cara y el estómago son diferentes ya se hubiera acostumbrado al dolor y se haya acostumbrado rápido al dolor de la cara. Era algo triste ahora que lo pensaba, pero era un nuevo descubrimiento.

— P... pr... pr... ¡Primero hay que desinfectar!

Al ver a ese Shiki la chica comenzó a ocuparse buscando dentro de su maleta desesperadamente, entonces sacó una pequeña botella con desinfectante, después lo inclino hacia una gasa.

— A... ¿Are?

A pesar de que presionara la botella el desinfectante no salía, y comenzó a desesperarse cada vez más.

— Po... ¿¡Por qué...!? ¡¡Aun debería de quedarme desinfectante!!

La chica parecía cada vez más desesperada, volteo la botella de desinfectante para ver adentro, en el siguiente instante cuando Shiki y Karin intentaron detenerla ya era demasiado tarde.

— ¡¡Kyaaa....!!

El desinfectante salió de impulso cayéndole en el ojo y la chica gritó, a pesar de que mala idea intentar ver dentro de la botella volteándola hacia abajo, presiono con el dedo y el contenido que aún quedaba terminó cayendo.

— ¿¡Eres tonta...!?

— ¡Rápido a la toma de agua!

 

15 minutos después.

— ¡En serio lo lamento! ¡Y muchas gracias por salvarme!

La chica... Momozono Haruno bajó la cabeza dirigiéndose a Shiki aun con los ojos rojos después de lavarse con agua.

— No, bueno... a mí también me ayudaste con los primeros auxilios, no te preocupes por favor.

Tal y como lo decía Shiki ahora siguiendo las indicaciones de Haruno habían comprado hielo en la tienda y con dos bolsas lo envolvieron en una toalla presionándolo contra las mejillas que Kawato tanto le había golpeado, no se sentiría bien si fueran Haruno y Karin[1] quienes le pusieran el hielo así que era el mismo quien lo hacía, dejando de lado si al final no necesitara el desinfectante.

Los cuidados de Haruno fueron precisos como para no pensar que era la misma que actuaba torpemente hace poco.

— Los papás de Haruno son doctores así que algo como esto lo hace sencillo...

— Soy torpe y rápido me lastimo papá y mamá me dijeron “cuando menos en definitiva aprende esto” una y otra vez, así que estoy acostumbrada a los primeros auxilios.

Haruno decía eso sin ser una exageración que era algo vergonzoso para ella, Karin ignorando eso “No tienes que tomarte la molestia de decírselo” y se llevó rápidamente las manos a la cabeza, por cierto, en la maleta de Haruno parece que estaba todo un kit de primeros auxilios, vendas, gasas, desinfectante, curitas y otras cosas. Shiki pensó que posiblemente sus papás se lo pusieron allí.

Karin cambiando el tema “bueno, como sea” en algún momento apunto con su abanico de metal hacia Shiki.

— Los presentaré de nuevo, él es Orifushi Shiki, está en la misma escuela inútil que yo así que es un año mayor y senpai tuyo Haruno.

Ahora apuntó a Haruno mientras hablaba.

— Ella es Momozono Haruno, no creo que haya necesidad de decirlo pero está en nuestra escuela, una Kohai de primer año.

— ¡Si! soy la Kohai de Karin-senpai!

Haruno respondió con felicidad pero al compararla así con Karin si es solo de apariencia se veía como si fuera Haruno la senpai, la misma Karin tenía una estatura y facciones medias a una chica de su edad, en cuanto a ella no había ningún problema, simplemente la apariencia física de Haruno parece tan madura como para no creer que hasta hace algunos meses era estudiante de secundaria, para empezar era solo de que estuviera callada, y de esa manera con su apariencia no se pensaba que fuera estudiante de secundaria hasta hace poco.

— No sé qué decir siendo yo el que lo dice pero ¿cómo decirlo? no te queda estar en la escuela Saint Lukimanz.

— ¿Verdad? por eso también le dije que fuera a otra escuela pero...

No ha pasado mucho tiempo desde que entramos a la escuela, pensaba que ese debería de ser el motivo por lo que podía escuchar Shiki corroboro que como se llevaban tan bien Haruno desde antes ya se había decidido entrar en la escuela Saint Lukimanz y como si lo probara Haruno sonrió con diversión comenzando a hablar rápido emocionada por encontrarse con Karin.

— ¡El año pasado por estas alturas era igual que esas personas malas que intentaban llevarme a la fuerza de esa manera pero Karin-senpai que pasaba de casualidad apaleo a las personas malas salvándome, la añoré y de esa manera decidí entrar en la academia Saint Lukimanz!

— Este... lo dices con mucha felicidad pero lo único que hice fue llevarte por el mal camino sintiéndome culpable... algo como eso.

Mientras decía eso Karin saco una pequeña caja de su bolsillo, sacó de allí una barrita blanca como si fuera un cigarro y después de llevárselo a la boca.

— Nn.

¿Qué será? Extendió la caja hacia Haruno ofreciéndole, acababa de decir que se sentía mal por llevar a su Kohai por el mal camino, Shiki dejo salir una voz tonta mientras se quitaba las dos bolsas de hielo que presionaba contra sus mejillas.

— Espera, espera, espera, espera ¿¡Qué estás haciendo Kohinata-san!?

Shiki estaba apresurado pero Karin solo reía, entonces le dirigió a él la cajita con aquello que parecía cigarros.

— ¿También quieres Shiki?

— ¿Qué cosa...?

— Por supuesto, cigarros Pine.

—......................... ¿Eh?

Shiki dejo salir una voz tonta.

— Vamos, ¿estaban esos dulces verdad? sabor chocolate, refresco, y pino.

— Pine...

En ese instante Shiki entendió el vergonzoso malentendido que estaba teniendo y se puso completamente rojo, Karin al verlo comenzó a reír como si fuera una niña cuya travesura había tenido éxito.

— ¡Ajajajaja! ¡Hacía mucho que nadie caía tan limpiamente!

— ¡Senpai! ¡Te refieres a mí con esa que cayó limpiamente!

Por algún motivo Haruno levantó la mano orgullosa, Shiki solo podía intentar esconder su rostro, La barrita blanca que se había llevado Karin  a la boca, al saber que en definitiva no era un cigarro de verdad llegó a pensar de corazón que ella fuera aquella “emperatriz” por esa es que en el instante en que vio como interactuaba con su Kohai y el cigarro de dulce sin querer dejo de moverse.

(Ahora que lo pienso bien cuando estaba en el estacionamiento tenía ese cigarro pero de la nada desapareció sin que lo tirara...)

Shiki entendió que había caído por completo en el engaño y bajó los hombros, Karin y Haruno ya habían tomado un cigarro de dulce así que volvió a dirigirle la caja de cigarros, el diseño se acercaba al de las cajas de cigarros pero era más pequeño que el de los cigarros reales, hacía que se sintiera extraño, además de que en el frente tenia escrito en grande “Pine cigarrette” Shiki al verlo de cerca entendió que era imposible que fueran de verdad... aunque viéndolo desde lejos había visto a varios delincuentes en la escuela con ellos... se llevó la mano a la cabeza preguntándose una y otra vez como es que no se había dado cuenta, Además le dio las sensación de que antes Karin estaba sujetando la caja de manera en que se viera claramente el tamaño de la caja, pero escondía con los dedos el nombre.

No mostraba en el rostro que era un caos cuando de Karin llegó la respuesta a una pregunta que no le había hecho.

— Para empezar no me gusta el olor así que no tengo la intención de fumar tabaco.

— Pero aun así... ¿Por qué cigarros Pine?

— Me gusta el sabor pero, ¿Cómo decirlo? eso se ve genial.

Mientras le llamaba la atención la respuesta sacó un tercer cigarro de la caja.

— Eso tenemos Shiki ¿quieres uno?

Le llamaba la atención esa cara de que había confirmado su crimen le dio la vuelta a la caja, no tenía el valor de rechazarla así que tomó uno, cuando se lo llevó a la bosa no pasó nada de tiempo cuando le llegó el sabor y el aroma esparciéndose por su boca, puede que el sabor le gustara.

— Sería divertido si un policía nos encontrara así, con esa apariencia se malinterpreta a primera vista.

Karin dijo eso mientras reía con diversión, Haruno siendo llevado por ella también reía pero solo Shiki tenía una expresión de no agradarle.

— Bueno, dejemos las bromas de lado, hablando en serio... Shiki por si acaso no vayas a la escuela mañana, ve con un doctor para que te revise esa cara.

Tal y como lo dijo era un tema serio y volteo a ver a Haruno, ella también quien entendió lo que significaba la mirada de su añorada senpai agregó.

— Creo que eso sería lo mejor, lo ideal sería que fueras durante el mismo día de hoy pero es domingo, incluso si se los pidiera a mamá y papá el día de hoy regresarán tarde.

Con las últimas palabras al contrario, Shiki se sintió más aliviado, por más que haya salvado a Haruno y se haya lastimado como resultado se sentiría incomodo siendo tratador por sus papás, desde que Karin acostumbrada a las peleas y Haruno la hija de un doctor le hacían esa recomendación Shiki pensó que debería de obedecerlas.

— Pero... si descanso en el peor de los casos en el siguiente día Kawato-kun y los demás... no sé qué es lo que podrían...

— ¿Son unos torpes que solo molestan a escondidas de mi verdad? no creo que tengan el valor de romper la promesa que hicieron conmigo.

— Pero Kawato-kun se enojó de inmediato cuando le di la patada, al final la que lo derroto fuiste tú Kohinata-san.

— Ah... ahora que lo dices puede que así sea.

—... Lo siento... por mi culpa.

— No, no, no, no es tu culpa Momozono-san.

Haruno parecía desanimada y Shiki se apresuró a negarlo, Karin a un lado estaba pensando con una mano en la barbilla y entonces comenzó a hablar.

— No queda de otra, desde que te has relacionado a estas alturas ¿veo por tu trasero hasta el final?

— Ko... Kohinata-san... que una chica diga trasero es un poco...

— Haa, aa, cállate, mejor dicho esa manera de pensar hacia las chicas es vieja.

Si se lo decía de esa manera no podía responderle, Shiki cerró la boca.

— ¡Como sea! ¿Tienes miedo de que Kawato y los demás vayan a vengarse verdad? Pero no tengo el tiempo para estar vigilándolos 24 horas al día, así que....

Karin sonrió y continuó con unas palabras sorprendentes.

— Te enseñaré a pelear.

—.... ¿Eh?

Shiki no pudo entender de inmediato el significado de sus palabras, solo pudo responder con una expresión y reacción tonta.


Karin tiene el kanji de Verano y Haruno el de primavera, Shiki el kanji de “estaciones”

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