Otonari no Tenshi Sama Volumen 1 - Capítulos 9, 10 y 11
- yumenosubs39
- 4 ago 2024
- 51 Min. de lectura
Actualizado: hace 3 días

Capítulo 9
El cumpleaños de Tenshi-sama
—Amane ¿Cómo te fue?
Los exámenes infernales por fin terminaron y ahora estaban libres, el salón de clases por fin había recuperado su energía, Amane e Itsuki también se sentían más tranquilos después de haber pasado por los exámenes.
—¿Nn? Normal, creo que ni bien ni mal.
En cuanto le preguntaron respondió, pero en verdad no era la gran cosa, los problemas que salieron estaban dentro del rango de los esperado, si se practicase con normalidad no debería de haber ningún problema, hasta ahora la dificultad se había mantenido por lo que Amane no lo imaginaba, mientras que le parecía una molestia básicamente no le faltaba practicar, lo que aprendía en clases en su mayoría se le quedaban en la cabeza, claro que no obtendría una puntuación perfecta pero cuando menos un 80 o 90.
—Ahora que lo pienso siempre entras entre los primeros 30… maldito listo.
—Es el resultado del día al día.
—¿¡Estudias todos los días!?
—Cuando menos no te quejes conmigo cuando todo el tiempo te la pasas hablando mal de los estudios.
La diferencia entre Itsuki y Amane más que la inteligencia en sí es que Itsuki tenía a su novia Chitose lo que le invertía bastante tiempo, de seguro la disponibilidad sería la principal diferencia, si Itsuki se pusiera serio debería de ser capaz de sacar buenas calificaciones, pero priorizaba su tiempo con Chitose por lo que su puntuación bajaba aún más.
—Es bueno tener novia.
—Si, si.
—Amane, también consíguete una novia.
—Si solo con quererlo se pudiera conseguir novia no habrían tantos hombres en el mundo llorando lagrimas de sangre.
Hay una montaña de personas que por más que quisieran tener pareja no lo consiguen, las palabras descuidadas de Itsuki solo lo molestaron aún mas, no es como si Amane se hubiera sacado una mala lotería, pero debido a que hasta ahora no había deseado tener una novia de manera activa solo dejaba pasar las cosas.
—Para empezar ¿De qué me servirá tenerla?
—Podríamos tener una cita doble.
—Solo terminaría con agruras para mí y mi novia imaginaria.
—¡Podrías presumírmela!
—¿Crees que haría algo como eso con mi personalidad?
—… Imposible.
—¿Verdad?
Amane estaba consciente pero tenía una personalidad un tanto ambigua, dependiendo de la persona podrían tomarlo como frio o con una personalidad molesta, no era bien recibido por las demás personas, para empezar sería un problema de su personalidad el que no pudiera tener novia hasta ahora, incluso aunque terminara teniendo novia de seguro sería una relación bastante superficial, cuando menos no había manera de que pudiera tener una relación con la de Itsuki y Chitose.
—No, pero encuentra a alguien que te guste Amane, inusualmente si te arreglaras el cabello de seguro las chicas te verían de manera diferente.
Para Amane que su baja autovaloración era la correcta, no tenía facciones tan apuestas como las de Yuta y terminar siendo alguien bastante popular pero tampoco es como si fuera alguien feo, tenía buena constitución física, si se tomara la molestia de arreglarse de seguro podría estar por arriba de la media de un estudiante de preparatoria, pero Amane no era tan hábil como para saber que es lo que le podrían gustar las demás personas de él.
—No creo que sea buena idea encontrar a alguien que solo se interesa por el físico.
—Eso dices pero ¿No podrían tocar a una persona de quien no tienen nada de interés verdad?
—…Aunque así sea no es como si quisiera tener novia.
Incluso aunque tuviera novia si se mostrara como realmente es de seguro rompería sus iluciones.
—En serio que no eres nada divertido… si quieres podría hacer que Chii-chan te presentara a alguna de sus amigas.
—No hagas cosas innecesarias, para empezar todas las amigas de Chitose tienen mucha energía, será difícil seguirles el ritmo incluso como amigos.
—Maldito introvertido.
—Cállate
—Bueno, si no quieres que le diga no le diré nada pero ¿No te parece doloroso pasar toda tu vida escolar solo?
—No la necesito, que molestia.
¿Qué piensas que es la vida de preparatoria? Estaba pensando en eso de manera seria, pero después de todo no pensaba en forzarse a hacerse de una novia cuando en realidad no lo veía necesario, para empezar no es como si se encontrara con tanta facilidad a una persona que le gustase, es algo que no podría cumplir.
—… Que desperdicio.
—Si, si.
—Pero bueno, cambiarás cuando encuentres a alguien que te guste.
—¿Cómo es que puedes asegurarlo?
—Los tipos como tu terminan consintiendo bastante a sus parejas.
—No digas lo que te da la gana.
No podía imaginar que fuera tan dulce, dejó pasar las palabras de Itsuki como si nada, Itsuki se le quedó viendo atónito pero… terminó desviando la mirada e hizo una sonrisa.
—Ii-kun ¿Nos vamos a casa?
—Oh, Chii.
Justo parece que Chitose había llegado, parece que prometieron regresar juntos a casa, Amane no podía decir nada, al darse la vuelta allí estaba una chica de cabello largo hasta los hombros de un color castaño casi rojizo haciendo una gran sonrisa, entonces tomó la mano de itsuki, fue un ambiente que no dejaba que nadie entrara, solo de verlos parecían estar brillando, actuaba siempre alegre frente a todos, para bien o para mal una chica con mucha energía, Chitose tenía una belleza diferente a la de Mahiru, se había acercado corriendo con una sonrisa, pensó que querían que se quedara callado de esa manera pero Chitose no podía quedarse sin abrir la boca.
—Chii ¿También lo piensas verdad? Alguien como Amane terminaría consintiendo bastante a su novia.
—No la metas.
—¿Eh? ¿¡Amane quiere una novia?
—Claro que no
—¿Eh? ¿Por qué? Si tuvieras hubiera sido un tema genial.
Tch, hizo una mueca con los labios como si en verdad le fuera una lastima.
—Oigan, si se llevan tan bien harán que yo y mi novia imaginaria nos pongamos tristes.
—Eh, ¿Ahora tienes amigos imaginarios?
—¿¡Si lo tuviera crees que te lo diría!?
—Que solitario.
—Me canso solo de hablar contigo.
—¿Eso solo es por tu resistencia física verdad?
Más que lo físico era cansancio mental, de por sí Amane no hablaba mucho con los pocas amistades que tenía, con alguien tan enérgica como Chitose solo hablar lo cansaba, era algo duro, Chitose no se preocupaba para nada por ser tratada como una molestia, solo sonreía con placer “En serio que flojo” Itsuki rio de la misma manera “Acostúmbrate de una vez” le dio una recomendación y Amane dejó salir un suspiro cansado.
—… ¿Qué estas haciendo?
Al regresar a casa y terminar de comer la comida preparada por Mahiru ella extendió un papel sobre la mesa. Al dividir las labores Amane le tocaba lavar las vajillas, terminó con lo molesto rápido y en medio de eso Mahiru se encontraba en la sala de estar, se sintió mal hacer que se fuera a casa apenas terminó de comer así que dejó que se pusiera cómoda.
—Revisando la puntuación.
—Bueno, solo de verte lo entiendo pero…
No había dudas de que estaba sacando sus libros de texto.
—Por cierto ¿Cómo te fue?
—Si la calificación que me dio el profesor no está equivocado en comparación a los libros de texto entonces una puntuación perfecta.
—Como se esperaba.
Anunció con mucha facilidad que sacó una calificación perfecta que Amane no pudo exagerar en su reacción, si no le sorprendió es porque usualmente su nombre aparecía en la lista de los primeros lugares, de hecho no podía imaginar que sacara una calificación diferente.
—No detesto estudiar, para empezar, ya he leído toda la información de los de primero por lo que basta con un pequeño repaso.
—Uwaa, que miedo, vaya que lo has hecho.
—¿Tu también has estudiado a tu manera verdad Fujimiya-san?
—¿Sabías de mis calificaciones?
—Estaba publicado así que lo recuerdo.
Tal parece que ya sabía un poco de su existencia antes de que comenzaran a hablar, pensó que al estar en primer lugar no se molestaría en ver a nadie más, si Amane estudiaba… no era tanto por iniciativa propia, más bien era porque formaba parte de las condiciones que le habían impuesto su familia.
—Bueno, tengo que mantener mis calificaciones como condición para poder vivir solo.
Mantener unas buenas calificaciones para poder vivir solo, era algo que ya tenía decidido, también habían otras condiciones, como ir a verlos al menos una vez a la semana, tal vez en vacaciones largas, así como buenas calificaciones.
—Estudio cuando menos al punto de no tener problemas, pero no es tanto a tu nivel, vaya que te has esforzado.
—… Tengo que hacerlo.
Susurró en voz baja mientras permanecía agachada, no podía leer su expresión ya que su rostro estaba siendo cubierto por su cabello pero en cuanto levantó la cabeza su expresión había regresado a la normalidad, no pudo señalárselo, incluso aunque pudiera de seguro no lo haría, era un ambiente como si estuviera soportando el dolor, de vez en cuando Mahiru ponía esa expresión, en definitiva no diría que odiaría algo o que algo del doliera pero se sentía como si estuviera encerrada por algo, esa impresión es la que daba, de alguna manera no era difícil imaginar que se trataba de su situación familiar, pero no podía mencionarlo, sabía que no podía meterse como si nada en los problemas personales de los demás, además de que su distancia no era tan cercana como para atreverse a eso, incluso Amane tenía temas que no quería que tocaran, sería grosero tocar un tema delicado cuando no quería que hicieran lo mismo con él, lo mejor era actuar como si no supiera nada.
Mahiru estaba ocultando el ambiente que tenía hace poco “Creo que tengo que irme” dijo con un tono de voz fresco, comenzó a guardar las cosas en su maleta incluyendo la hora del examen, Amane sin la intención de detenerla solo respondió “Ya veo” observando a Mahiru preparándose.
Mahiru se puso de pie una vez que terminó de prepararse y se retiró, fue cuando Amane se dio cuenta que en la sombra de una tasa vacía había algo que no era de Amane, intentó tomarlo y resultó ser una identificación de estudiante que no era de él, de seguro lo había dejado Mahiru cuando sacó sus cosas y olvidó volver a guardarlo, tenía su fotografía y nombre, el número de matrícula, su fecha de cumpleaños, tipo de sangre, información personal sencilla, al observarlo le habló a Mahiru que aún se encontraba en la entrada poniéndose los zapatos.
—Se te cayó esto.
—Ah, lo siento, gracias por traérmelo, que descanses.
—Que descanses.
Mahiru hizo una cordial reverencia antes de dejar el departamento, Amane dejó salir un suspiro al verla, la fecha de nacimiento que venía anotado… en especial el mes y el día, al recordarlo se llevó la mano a la frente.
—… Pero si es pasado mañana.
Si no hubiera sido por ese pequeño desliz se hubiera quedado sin saberlo y el cumpleaños de Mahiru hubiera pasado como si nada, Amane dejó salir un suspiro pensando en que hubiera preferido saberlo antes.
—Ahora que lo pienso ¿Hay algo que quieras?
Al día siguiente en la hora de la cena Amane le preguntó eso, no es como si tuviera alguna segunda intención al pensar darle un regalo de cumpleaños, más bien era para celebrarla y darle las gracias por cuidar de él día tras día, de esa manera fue que se decidió a darle un regalo, es solo que podría haber sido una mala manera de preguntarle, no tenía la intención de esconderlo, podría llegar a ser algo malo y ella se le quedó viendo con una mirada sospechosa.
—¿Qué pasa tan de pronto?
—Solo intenté preguntar por curiosidad si habría algo que quisieras.
—Eso es repentino…
Pensó que podría disimularlo un poco pero desde que ya lo había puesto en palabras no podía retirarlo, ¿Podría decirse que fue una suerte? Parecía no haberse dado que eso tuviera que ver con su cumpleaños cercano, para ella que no había manera de que Amane supiera cuando cumplía años por lo que puede que no estuviera siendo conciente de eso.
—Es cierto… lo que necesito ahora, lo que quiero…
—¿Lo que quieres?
—Una piedra para afilar.
—… ¿Una piedra para afilar?
Amane terminó preguntándole sin querer, eso fue una respuesta completamente inesperada, más que eso de seguro nadie imaginaría que esa sería la respuesta de una chica de preparatoria, normalmente pedirían algo como cosméticos o accesorios, tal vez algún bolso, pero que pidiera un articulo para afilar fue completamente inesperado para Amane.
—Si, una piedra para afilar, tengo varias pero me gustaría uno para trabajos más precisos.
—Oye, chica de preparatoria real.
—No lo digas como si no fuera una chica de preparatoria por favor.
Si le decía eso Amane no podía decir nada, ni siquiera por cordialidad podía decir que esa petición era de una chica de preparatoria normal, tiene el nombre de ángel por lo que con eso ya era normal, una chica genio, buena con la cocina perfecta, en la manera en que lo cuidaba incluso podría decir que sería una buena esposa.
—Pero eso fue inesperado.
Le dio la sensación que sin contar a Mahiru no habría ninguna chica de preparatoria que desearía una piedra de afilar.
—¿No lo puedes comprar tu?
—No es como si no pudiera pero no he tenido la oportunidad, sobre eso es algo caro, simplemente estoy esperando un poco para poder conseguirlo, creo que no debería de haber problema.
Lo dijo como si nada, de seguro si la dejaba eventualmente lo conseguiría.
—… ¿En serio hay tantas chicas de preparatoria que quieren afilar cuchillos.
—Creo que las hay.
—Incluso si lo hubiera no las conozco, creo que eres la única que quisiera algo como eso.
—¿Es bueno decir que soy única verdad?
—¿Qué tiene de bueno eso?
Si es demasiado única… realmente no lo sabía, cuando menos Mahiru desconocía la confusión de Amane y solo se le quedó viendo inclinando la cabeza.
—Nee Itsuki.
Realmente no sabía que fue eso de los deseos de Mahiru así que intentó preguntar para obtener alguna referencia, tenía a su novia Chitose y la comprendía por lo que podría i maginar que es lo que quería una chica normal, no sabía si eso dejaría satisfecha a Mahiru pero cuando menos quería que estuviera feliz con el gesto.
—¿Qué pasa?
—¿Qué le has regalado a Chitose de cumpleaños?
De seguro estaría bien preguntarlo de esa manera al menos una vez, le preguntó pero él se le quedó viendo con una expresión de sorpresa.
—¿Eh? ¿En serio hay una chica a la que le quieres regalar algo?
—¿Crees que haría algo como eso?
—No.
—¿Verdad?
—¿Entonces por qué me preguntas?
—… Una conocida cumple años, solo eso.
Lo eligió pensando que podría servirle de referencia pero no planeaba decir tanto.
—Fum, bueno, lo mejor sería que le dieras algo que ella quisiera, mejor dicho, ¿Lo que tiene mejor resultado sería investigar de ese lado verdad?
—No es como si fuera mi novia.
Le dio la sensación de que si intentaba ir por ese lado terminaría en peligro, ciertamente estando con ella las cosas eran más sencillas, ambos son personas ambiguas en sus relaciones pero no había ningún sentimiento de amor, normal que pensara en ella como alguien linda pero solo eso.
—Algo que quiera… ¿Y si no lo sé?
—Dependerá de que tan bien se lleven, podría ser un accesorio si son cercanos, si no lo son entonces lo más sencillo serían artículos que se gasten y acaben, como flores, hay muchos que usan eso.
—… Sabes mucho.
—Bueno, he estudiado un poco.
No es como si la relación entre Itsuki y Chitose fuera avanzando rápido y necesitara consejos, al contrario, se conocían desde la secundaria y su relación fue avanzando poco a poco, Amane realmente no sabía como eran en la secundaria pero parece que superaron muchas cosas juntos llegando a estar juntos al día de hoy. Parece que Itsuki ya tuvo problemas para elegir su regalo, sabía que tenía muchas opciones.
—Creo que tampoco le desagradaría una crema para las manos.
—¿Crema para las manos?
Fue una elección inesperada, Amane frunció las cejas, Itsuki habló con orgullo.
—Se usa sin importar la edad, las libretas y los libros de textos están secos, incluso las personas de sociedad usan documentos de vez en cuando, no está de más para una ama de casa con sus labores del hogar, tampoco es como si se echara a perder por lo que podría usarse hasta que se acabe.
—Fum, sabes tanto al respecto que es desagradable.
—Pero si fuiste tú el que me lo preguntó.
Le dio un golpecito en la espalda, al no ser de verdad ambos sonrieron.
(Así que crema para las manos).
Es cierto, si fuera el caso entonces no tendría problemas, Amane suele ser quien lava las vajillas después de la cena, y nadie dice que Mahiru no se lava las manos al regresar a casa, más que eso normalmente se cuida contando sus manos por lo que no se siente nada mal como un regalo.
—Bueno, me sirve de referencia.
—Si quieres después le preguntas a Chii, te serviría la opinión de una chica.
—… ¿Eh?
—Ya acostúmbrate de una buena vez.
Por supuesto no es como si le desagradara pero a Amane le parecía pesado tratar con personas con tanta energía como ella, Itsuki rio con placer y ahora le dio un golpe en la espalda más gentil.
—¿Eh? ¿Amane quiere hacerle un regalo de cumpleaños a una chica?
“Que inusual” comenzó a reír, era una risa traviesa, Amane solo puso soportar las ganas de fruncir las cejas molesto. Después de clases Chitose había llegado a su salón, había pesado hablarle pero tal y como lo había pensado le respondió con mucha energía, por cierto, Itsuki pensó que si se trataba de Amane no había de que preocuparse así que le mandó un mensaje a Chitose regresando primero a casa. Chitose parecía estar de muy buen humor, Amane solo dejó salir un suspiro.
(Por eso no quería pedirle nada a Chitose).
Ya sabía que se burlaría de él, no es como si quisiera pedirle consejo desde un inicio pero no si le desagradara ella pero después de todo le era difícil convivir con ella.
—Así que Ii-kun me dijo que querías pedirme un favor, me sorprendí cuando me llegó su mensaje, así que necesitas de mi fuerza.
—No tengo a ninguna chica a quien pedirle ayuda más que a ti Chitose.
—No sé que pensar de que puedas asegurar eso.
Chitose parecía atónita, mejor dicho, era una mirada de lastima, Amane dejó pasar eso, la verdad es que Amane no tenía a ninguna amiga más que a ella, las chicas del salón de clases cuando mucho eran conocidas de cara, no se llevaba tan bien con ellas como para pedirles algún consejo, a pesar de eso si Amane les hablara de seguro solo quedarían confundidas al ser alguien bastante tranquilo que no les había hablado antes.
—Bueno, no creo que entiendas el corazón de las mujeres Amane, está bien, esta Chitose te ayudará.
—… Cuando menos cuento contigo.
—¿Cómo que cuando menos? ¡Deberías de estar completamente agradecido!
—Bueno, cuando menos eres mujer.
—¡Que no digas cuando menos! ¿¡Estás diciendo que me veo como hombre!?
Chitose se pegó en el pecho, es algo triste pero al ver todos los días a Mahiru sus pechos se veían pequeños, pero a pesar de eso era bastante popular entre los chicos, una personalidad alegre, cariñosa y amable, puede acercarse a cualquiera para hablar, tenía una popularidad diferente a la de Mahiru, se llevaba bien tanto con hombres como con mujeres, parece que cuando estaba en la secundaria formaba parte del club de atletismo tenía un cuerpo esbelto, buenas y hermosas piernas, en más de una ocasión Itsuki respondió “Si te le quedas viendo mucho las piernas de la novia de otra persona el novio se enojará”
—Ah, si, si, eres una linda,, linda chica.
Si no fuera por su personalidad, demasiado amistosa pero es cierto que es linda, normal que fuera popular.
—… Justo por esa actitud que no tienes amigos moo.
—Eso no te importa.
—Si, si ¿Y? ¿Le darás algo a una chica verdad? ¿Qué clase de persona es?
No comenzaría nada sin preguntar eso primero, es como si estuviera diciendo eso, Amane dudó un poco preguntándose que podría decir, y al saber que se burlaría de él comenzó a hablar con cuidado.
—Es una chica que conozco, joven… todo lo demás es secreto.
—Oye… no hay manera de que pueda darte una sugerencia sin saber como es la persona.
—Dijiste que estarías feliz con saber de que persona viene, así que elige una de las cosas que te gustarían.
—Entiendo que no te guste que sepa… moo, no tienes remedio.
Chitose no dijo nada más, una chica joven con la que se llevaba bien, solo con eso le preocupaba que no llevara las cosas en una dirección extraña, Amane quería evitar decir cualquier cosa innecesaria y Chitose al saber que no diría mucho al respecto retrocedió tranquilamente.
—Nn, ¿En serio?... no sé que persona sea pero… bueno, dejémoslo que se llevan bien como Amane-kun y yo, creo que podría ser algo del uso del día al día.
—Itsuki también dijo algo como eso.
—Como se esperaba de Ii-kun, entiende el corazón de las mujeres, también podrían ser pequeñas cosas como dulces o animalitos de peluche, pero si fuera algo más caro como un accesorio me quedaría de “¿¡A este que le pasa!? ¿¡Qué quiere de mí!?
—No sirve de nada regalarte esa clase de cosas.
Pero dejó salir una sonrisa, regalar algo muy caro podría conllevar a que pensara que tenia segundas intenciones.
—Así que lo más sencillo sería algo pequeño.
—… Ya veo.
—¿Insatisfecho con eso?
—Claro que no.
Por supuesto que no estaba insatisfecho pero estaba preocupado si en verdad podría hacer que se alegrara, entregarle algo pequeño, de seguro necesitaría saber sus gustos, de seguro tratándose de Mahiru cualquier cosa le quedaría bien, es de las que prefieren usar cosas practicas y de calidad, aunque no sabría los ojos de Amane podrían pasar por sus buenos gustos, Amane estaba un poco preocupado y al verlo Chitose dejó salir un “Um” después de un tempo abrió la boca.
—… Veamos… ¿Tal vez algo lindo?
—¿Aldo lindo?
—Dependerá de los gustos de la persona pero algo lindo… por ejemplo, un peluche, un llavero de alguna mascota, creo que también podría pasar regalarle cosas como esas.
Desde el punto de vista de Amane esas fueron sugerencias inesperadas, Chitose sonrió como si hubiera un significado oculto detrás de su sonrisa.
—A la mayoría de las chicas nos gustan las cosas lindas, si el peluche es popular habrán personas que los colecciones, creo que hay muchas chicas con uno o dos peluches cuando menos.
—… Peluches.
No sabía de los gustos de Mahiru, pero había momentos en que usaba ropas femeninas y con volantes así que cuando menos no pareciera que odiara las cosas lindas, si Amane le regalara un peluche ¿Se alegraría?
—Ah ¿No crees que pasaría?
Chitose notó el cambio en la expresión de Amane y dijo eso con una sonrisa, Amane asintió siendo consciente de sus sentimientos complicados y dejó salir un ligero suspiro.
—… ¿Pero sería demasiado irreal tenerme a mí comprando peluches verdad?
—¿Estás dudando a pesar de ser un regalo?
—Que un hombre a esta edad vaya a la caja registradora abrazando un peluche, eso será bastante vergonzoso.
—Que orgulloso.
—Uu…
Es como lo estaba diciendo, pero ahora que se lo dijeran le dolió más, ¿Debería desechar la vergüenza? El simple hecho de tener que ir solo a una tienda de peluches ya era algo que le daba vergüenza, aunque afortunadamente tenía a Chitose, si se lo pidiera incluso podrían acercarse a una tienda de camino a casa, claro, podría ser posible.
—… Chitose… juntos…
—¿Juntos…?
—… ¿Me acompañarías a ir de compras?
—¿Qué hago?
Es una chica que se burlaría de esa manera, por supuesto que ya lo sabía, lo estaba haciendo a propósito pero no habían dudas de que ya se había decidido desde el momento en que escuchó la pregunta.
—Por favor, en serio te lo pido.
—Nn… podría ir pero… por cierto Amane-kun, me gustaría comer algo dulce, frente a la estación h ay una tienda de crepas que venden algunas cosas por tiempo limitado y son bastante deliciosos ¿Lo sabías?
—… Te invitaré uno.
—¡Waay!
Chitose estaba haciendo un escandalo, pero ese era un pago pequeño por el favor, de esa manera sería más sencillo acercarse a las tiendas que por lo general solo las mujeres suelen usar, Chitose estaba de muy buen humor con una gran sonrisa, al verla dejó salir un suspiro, Por ahora Amane revisó dentro de su cabeza el presupuesto dentro de su cartera.
Con el consejo de Chitose e Itsuki Amane decidió el regalo de cumpleaños, ahora se encontraba viendo la espalda de Mahiru nervioso el mismo día en cuestión, terminó comprando las crepas frente a la estación “Berry Special edición especial de invierno) y en cambio Chitose le ayudó a comprar el regalo… ahora no sabía cuando debería de entregárselo a Mahiru, ella a pesar de cumplir años estaba actuando como en un día común y corriente haciendo la cena, desconocía cual era el menú pero parecía ser comida oriental, después de todo se sentía como su especialidad, cuando mucho la pasaba de manera natural, no parecía que fuera su cumpleaños, ¿Será que ni siquiera pensaba en eso?
Mahiru preparó la cena como siempre, también hablaba con normalidad, Amane pensaba seriamente en que momento sería bueno entregarle el regalo, este se encontraba escondido en la sombra del sofá, por ahora al terminar de limpiar y regresara a la sala de estar ambos se sentarían en el sofá y podría ser el momento, podría ver como comenzaría a leer, como se esperaba de Tenshi-sama.
De alguna manera Amane sentado a su lado estaba dudando, no podía evitar contenerse un poco, entonces tomó la bolsa de papel dejada a un lado. Mahiru levantó la cabeza, de seguro fue porque notó los sonidos de la bolsa, sus ojos color caramelo se dirigieron a Amane y a la bolsa que tenía en la mano, tenía una expresión como si le fuera inusual, como si no se hubiera percatado que se trataba de su cumpleaños.
—Nn, ten.
Puso la bolsa sobre las piernas de Mahiru y ella pareció más sorprendida.
—¿Qué es esto?
—¿Es tú cumpleaños verdad?
—Es cierto pero… ¿Cómo lo sabes? No recuerdo habérselo dicho a nadie.
Comenzó a ponerse alerta “¿Recuerda que una vez olvidaste tu identificación de estudiante en mi casa?” en cuanto lo dijo regresó a tener la expresión de siempre.
—No necesitabas preocuparte, no suelo celebrar mi cumpleaños.
Dijo algo sorprendente con un tono de voz casual, de seguro no estaba escuchando mal, tenía una mirada como si el simple hecho de mencionar el evento fuera alguna clase de tabú “Ya veo” pensó, por algún motivo no parecía cambiar su actitud ante su cumpleaños, era simplemente porque lo había olvidado, de lo contrario no hablaría de esa manera.
—Ya veo, entonces puedes tomarlo como agradecimiento por lo que haces por mí día con día, por mi cuenta siento que te debía algo y quería darte algo, solo eso.
Pero a pesar de que no celebre su cumpleaños es cierto que quería darle las gracias de alguna manera, de esa forma fue que la forzó a tomar el regalo, todos los días le cocinaba comida deliciosa, también le había ayudado con la limpieza, estaba cuidando de él de manera ambigua pero quería regresarle la deuda de alguna manera, Amane parecía un poco confundida ante el regalo, hizo una mueca como si estuviera en problemas sin saber que hacer, su mirada bajó a la bolsa de papel.
—… ¿Puedo abrirlo?
—Nn.
Asintió y Mahiru abrió la bolsa temerosamente, quitó el listón con mucho cuidado ¿Cómo decirlo? Que abrieran su regalo frente a él y de manera tan cuidadosa le hizo sentir nervioso, lo que se encontraba adentro era la recomendación de Itsuki, una crema para las manos, también una gran caja con algunos dulces, por cierto, emanaba un buen aroma y no es como si fueran muy populares, más bien eran unos con un aroma suave, había corroborado la valoración del articulo por internet así que seguramente no habría de que preocuparse.
—Siento que no sea la gran cosa pero sueles hacer las labores del lugar ¿En ocasiones se te secan las manos verdad? Pensé que podría ayudarte.
—Algo practico.
—Si tuviera que decir algo de ti pensé que de esa manera te gustaría más.
—Es cierto, muchas gracias.
“En serio que me conoces” sonrió en voz baja, Amane hizo una ligera sonrisa al escucharla, parece que no ha dejado una mala impresión en ella, lo otro… ¿Cómo decirlo? Era un poco vergonzoso que lo abriera frente a él, de ser posible le gustaría que lo abriera en casa, pero cuando Mahiru se dio cuenta que había algo más en la bolsa se le quedó viendo.
—… ¿Por qué hay dos cosas?
—Ah, no… este… simplemente como un extra.
—¿Un extra?
—Si, un extra.
Le respondió mientras desviaba la mirada, Mahiru no entendía por qué actuaba así e inclinó la cabeza, sacó el paquete para abrirlo de una vez. Amane lo había dejado en el fondo de la bolsa con el mismo color de la bolsa para que lo dejara allí por un tiempo pero después de todo era grande como para llamar la atención, no había manera de que no se diera cuenta, no era una caja, era una bolsa con un gran volumen, justo como para caber en la palma de la mano de Mahiru, estaba amarrado con un listón azul, Mahiru se lo quitó con la mano teniendo cuidado “¿Puedo irme de aquí?” se preguntó Amane… justo cuando Mahiru sacaba el contenido de la bolsa, levantó lo que estaba allí y se quedó con los ojos bien abiertos como si en verdad le hubiera sido inesperado.
—… ¿Oso?
Susurró Mahiru, se trataba de aquello que le había regalado, no era demasiado grande, cuando mucho como para que un niño de primaria pudiera abrazarlo, se trataba de un peluche. El peluche tenía un color claro casi como del cabello de Mahiru, en su cuello un listón azul color azul marino amarrado a modo de collar, los botones de sus ojos brillaban de un color negro en donde Mahiru se veía reflejada, ¿Un oso de peluche para una chica de preparatoria? No podía evitar pensar eso, pero parece que a las chicas les gustan las cosas lindas, ese fue el consejo de Chitose así que esta fue la elección que tomó, sería vergonzoso para un hombre solitario comprar algo como eso así que Chitose lo acompañó a comprarlo como pago por la crepa frente a la estación, al final de cuenta tardaron algo de tiempo para elegir, y Chitose lo observaba con una sonrisa mientras tanto, Amane no pudo evitar sentirse avergonzado mientras estaba en eso pero ya no servía de nada preocuparse por algo que ya había pasado.
—… Pensé que le gustaría a una chica.
Susurró como si se excusara y se rascó la cabeza, era malo para esa clase de cosas, para empezar fuera de su mamá no había tenido la oportunidad de regalarle algo a una chica, no sabía que llegaría a ser tan complicado, ¿No le es desagradable que un hombre le regale un peluche?... volteó a ver a Mahiru de reojo y ella se le quedaba viendo fijamente a la cara del oso, en su expresión no había ni felicidad ni molestia, no podía leerla, solo se le quedaba viendo a ese osito de peluche.
—Bu… bueno, si no te gusta puedes tirarlo.
No había nada que hacerle si no le agradara, podría dejarlo pasar como que se lo regaló como broma pero Mahiru frunció las cejas en cuento se lo dijo.
—¡No haría algo como eso!
—Ah… bueno, pensando en tu personalidad eso pensé.
Lo negó con más fuerza de lo que hbiera pensado, asintió y Mahiru volvió a ver el osito de peluche en sus manos.
—… No haría algo tan cruel como eso… lo cuidaré con cariño.
Acercó el osito de peluche a su pecho envolviéndolo en un abrazo, más que gesto como el de una niña pequeña que no quería que le quitaran su peluche parecía como una madre envolviéndolo con cariño tal y como lo acababa de anunciar. La expresión de Mahiru no era tan inexpresiva, tampoco era aquella cuando le soltaba veneno, era mucho más suave, adorable, se sentía de esa manera, una sonrisa pura, sin querer Amane tragó saliva, se veía bastante linda.
(… No debí de haber visto eso).
Si ponía esa expresión era consciente de ella aunque no quisiera, aunque no es como si le gustase de manera romántica era la expresión de una chica hermosa, su corazón latió deprisa pensando que vio algo que no debería de haber visto, abrazando el peluche como si le fuera realmente apreciado mientras sonreía, de seguro no importa quien la viera terminaría enamorándose. ¿Qué tanto calor se había acumulado en su cara? En cuento tocó su rostro estaba claramente caliente, estaba tan claramente ruborizado que dejó salir un pequeño “mierda…” procurando que Mahiru no lo escuchara, afortunadamente Mahiru no pareció darse cuenta, seguía enterrando la cara en el osito de peluche mientras lo abrazaba con aprecio, de esa manera se veía realmente adorable, Amane dejó salir una voz extraña sin querer.
—… Me alegra que te gustara tanto.
De alguna manera logró decir eso volteando a verla de reojo.
—Es la primera vez que hacen algo como esto por mí.
—Eres popular así que pensé que sería algo normal…
—Para alguien como yo…
Dejó salir un susurro un poco atónita, si eso lo hizo sentir tranquilo fue porque no lo estaba viendo a la cara.
—… No suelo decirle a las personas cuando es mi fecha de cumpleaños, no me gusta mi cumpleaños así que no lo digo.
No me gusta, Mahiru lo dijo con mucha seriedad, la mirada y palabras de Mahiru eran dirigidas hacia el osito de peluche pero aún así Amane se sintió incomodo.
—Además de que normalmente no aceptaría regalos de personas con las que no me relaciono, me daría miedo.
—¿Pero aceptarás esto?
—… No eres un extraño Fujimiya-san.
Lo dijo en voz baja mientras enterraba la cabeza en el peluche, volteó a verlo de reojo y Amane se arrepintió de voltear a verla, Mahiru sin pensarlo lo estaba viendo hacia arriba, había bajado la guardia, era una expresión dulce, inusualmente adorable, sin querer le dieron ganas de acariciarle la cabeza, por poco estuvo por extender la mano hacia ella pero se apresuró a retirarla.
(… Eso fue peligroso).
Si no fuera porque reaccionó de seguro le hubiera acariciado la cabeza, a pesar de que por fin se había alegrado estaría arruinando las cosas.
—… ¿Qué pasa?
—No es nada.
¿Será que se dio cuenta que había movido la mano? ¿Se dio cuenta que Amane había explotado solo? Mahiru solo inclinó la cabeza, justo porque robaba la mirada de esa manera que las chicas hermosas dan miedo, estaba viendo de frente a la misma lindura, pero era vergonzoso decírselo de manera directa, tenía la confianza de que le respondería con algo como “¿Ha? ¿Qué te pasa?” Además en muchos sentidos Amane parecía muerto, se decidió a esconder algo como eso.
—… Muchas gracias Fujimiya-san.
Amane estaba volteando hacia otro lado cuando volvió a escuchar la voz de Mahiru.
—Nee, nee Amane ¿Te fue bien con el regalo?
Era algo normal preguntar al ser quien le ayudó a escoger el regalo, al día siguiente Chitose llegó con una gran sonrisa a preguntarle, al terminar las clases Chitose llegó cuando aún habían otros estudiantes, le dieron ganas de irse en ese instante cuando la vio acercarse con una gran sonrisa burlona.
—En definitiva no ocurrieron la clase de eventos que estás imaginando.
Cuando menos no es como si sintiera amor hacia ella, no tenía segundas intenciones al entregarle el regalo, logró hacerla feliz, no habían dudas de eso, pero no es como si hubiera ocurrido el evento que Chitose esperaba.
—No, pero en serio que el simple hecho de que te importe alguien es inusual, cuando mucho tus relaciones son de conocidos, normal que nos interese esa mujer.
—No es como si tuviéramos una relación extraña.
Chitose e Itsuki le estaban dando muchas vueltas a las cosas, Amane no terminada de acabar con el tema, está bien que Mahiru se alegrara pero de saber que terminaría así se arrepintió de haberles pedido consejo, ellos solo indagaban con mucha curiosidad cuando Itsuki dijo lo que estaba pensando.
—… Nee Amane.
—¿Qué pasa?
—¿A quien le diste ese regalo fue a tu vecina?
En serio que Itsuki tenía una muy buena intuición, pero solo en estos momentos eso era bastante malo.
—… ¿Por qué lo piensas así?
—De entre las personas que conoces y dijiste que era alguien que cuidaba de ti no se me ocurre a alguien más, antes no vivías aquí, no te relacionas con muchas mujeres, así que pensé que podría ser debido a eso que sientes cierta deuda con la vecina.
—Quien sabe.
—Fum… ultimamente Amane se ve mucho mejor.
—Ah, yo también lo pensaba.
—Eso tenemos, ¿Es gracias a ella verdad? ¿Por eso querías darle las gracias con un regalo de cumpleaños?
En serio que estaban dando en el clavo y Amane estaba desesperado para no mostrarlo en su expresión, es como si lo hubieran visto todo, por ello es que Itsuki daba miedo, cuando menos le gustaría que dejara esa capacidad de ver a través de las personas con su pareja.
—En serio que dicen todo lo que quieren para una simple hipótesis.
—No sabemos la realidad así que solo queda imaginárselo, ¿Y? ¿Cuál es la verdad?
—Quien sabe.
—Tacaño.
—Cállate.
Por más que les dijera no se callaban, al final de seguir insistirían hasta que soltara todo, dejando de lado a Itsuki que fuera a una chica de preparatoria a la que le encantan las historias de amor…. En cuanto escucha algo aunque no tenga nada que ver con el amor de seguro lo relacionará, son seres extraños, y ahora inusualmente molestos. “Maldición” dejó salir un suspiro, y dejando las cosas así se llevó la maleta a la espalda, una estrategia de guerra es la retirada estratégica, también para evitar ataques al corazón.
—Nos vemos, ustedes dejen de molestar a las demás personas y pónganse de acaramelados.
—Lo haremos aunque no lo digas.
—… Ii-kun, sigámoslo a escondidas para ver como es esa mujer….
—No deberías de decirlo frente al objetivo, no es lo que piensas y si los encuentro me detendré en la entrada.
—Tch.
Hizo una mueca con los labios de manera nada linda, pero parecía ir en serio, Chitose parecía ir a hacerlo sin bromas, Amane los dejó atrás saliendo del salón de clases a paso rápido.
—… Eso fue peligroso.
—¿Qué cosa?
Dejó salir eso sin querer al regresar a casa y Mahiru le pareció pareciéndole extraño, aún era una hora temprana par hacer la cena pero había llegado al departamento para hacer las compras y por ahora estaban pasando el tiempo tranquilamente pero parece que escuchó lo que susurró, por cierto, el día de hoy ella continuaba como siempre, no se veía una pizca de la sonrisa del día de ayer, tanto como para preguntarse si aquello había sido alguna clase de sueño, tenía la misma expresión de siempre, actuaban normal, al contrario, quería que fuera así, si estuviera con aquella expresión de seguro le llegaría a doler el corazón.
—No, bueno, Itsuki tiene una muy buena intuición con respecto a lo del regalo.
Les pidió consejo, dejó salir un suspiro y Mahiru parecía haber recordado el nombre de Itsuki “Ah, ya veo” dejando salir un suspiro.
—Bueno, después de todo no parece que Fijimiya-san fuera a comprar eso solo.
—No me refiero a eso.
Amane le había hecho un regalo a una chica, eso en sí era un fenómeno imposible viniendo de él, normal que dudaran bastante de lo que le estaba pasando, la verdad es que era algo agridulce típico de la juventud, aunque no sentía nada de amor en esto.
—Hablo solo, maldición, haciendo hipótesis extrañas.
Es cierto, Mahiru es linda y en ocasiones le dan ganas de tocar su cabeza, no podía negarlo, pero a pesar de eso que lo tomaran como a un joven que la deseara, no pensaba que fuera así, para empezar volvió a sentir de nuevo que Mahiru era una belleza inalcanzable, no había manera que hubiera una relación de amor con ella, es cierto que le agradaba pero no es como si deseara hacer algo con ella, al voltear a verla se veía hermosa como siempre, pero no es como si tuviera alguna intención como ayer, solo estaba corroborando de nuevo que no le gustaba y entonces dejó salir un suspiro, si se diera cuenta que la estaba viendo no sabía lo que le diría así que disimuló comenzando a jugar con su celular, cuando se dio cuenta que habían varias notificaciones de la aplicación del Chat, de seguro sería Itsuki, lo abrió pensando en eso y le había llegado un mensaje de una persona que Amane no hubiera imaginado, al ver el nombre de “Shihoko” los hombros de Amane temblaron.
Una de las pocas tres mujeres con las que Amane se relacionaba, una de ellas era Chitose, la otra Mahiru y por último……… su mamá.
¿Qué pasa? Abrió la conversación privada con ella, Amane es malo con las personas con mucha energía pero cuando menos eso no le había causado problemas con la vida diaria, más por no poder seguirles el ritmo en el caso especifico de Chitose era porque se le parecía… de seguro sería igual a esa persona una vez que juntara más años de edad, no es como si la odiara pero en serio que era malo con la personalidad de su mamá.
“Papá me envió unas frutas así que las comparto contigo, te las envié así que asegúrate de estar en casa el sábado, no te perdonaré que no los acepten porque no estabas”
—Decidiendo mis planes por su cuenta…
Realmente no importaba ya que no tenía planes para el sábado, pero le gustaría que le avisaran con un poco más de tiempo.
—¿Pasa algo?
Después de haberle preguntado Mahiru se acercó un poco.
—Mamá me envía unas frutas para el sábado pasado el mediodía.
—¿De las que tienen cascara?
—… Me pregunto si el pelador aún servirá.
—Bueno, podría pelarlas… pero lo mejor sería aprovecharlas lo antes posible antes de que vayan perdiendo sus nutrientes.
“Es lo mismo que dijo mamá” Amane se tragó lo que acababa de pensar.
—En el peor de los casos podría comerlos así.
—Que salvaje.
—Es que es una molestia.
—Que flojo.
Como siempre Mahiru dejaba salir sus opiniones de manera directa lo que hizo que Amane sonriera con amargura, Mahiru parecía atónita “Bueno, no cambia el hecho de que terminará en el estómago” mostrándose convencida.
—Es cierto, no sé si podré comerlo todo antes de que se pongas malos ¿Quieres un poco Mahiru?
—Entonces lo tomaré, las frutas son caras.
Fue una respuesta típica de Mahiru.
—Es sábado, entonces podría hacer algo de cena también para dar las gracias.
—En serio que siempre me estás cuidando.
—No es como si me desagradara así que no me importa.
Mahiru mostró una ligera sonrisa verdadera, le recordó lo de ayer y se sintió un poco incomodo, Amane desvió la mirada “… Entonces te lo encargo” respondiendo de manera cruda.
Capítulo 10
Mamá a llegado.
Puede que sea algo malo darle a alguien más algo que se te ha regalado. De pronto se escuchó una voz desde el intercomunicador “Amaane” con un tono de voz animado, en el momento en que la escuchó Amane se llevó las manos a la cabeza al comprenderlo todo, Mahiru había dicho que vendría a preparar la cena durante el sábado, eso en sí era para estar agradecido, un regalo de los cielos, el carbonara que preparó la otra vez fue delicioso, salsa un poco espesa y estimulante que le quedaba bastante bien, no es como si Mahiru tuviera alguna culpa, así es, no era la culpa de Mahiru, el de la culpa había sido el mismo al no haberse dado cuenta… a ella le encantaban las sorpresas, la mujer con la que tenía relación de sangre.
—… Este… ¿Fujimiya-san? ¿Será que hay alguna entrega…?
—No es eso… es Mamá… tiene una copia de las llaves…
Ahora que lo pensaba debería de haberse dado cuenta por como se lo dijo, no había manera de que pudiera contra ella.
—… ¿Eh? ¿Mamá?
—Creo que ha de haber venido preguntándose si puedo vivir bien… si no me dijo antes de seguro fue para tomarme por sorpresa y no darme tiempo de preparar nada.
—Ah…
—Es algo complicado que solo con eso la entiendas…
El problema era que Mahiru se encontraba con él, podría hacer que se fuera si tan solo no estuviera bloqueando la única entrada del departamento, y si ahora los viera juntos a solas en el departamento de seguro llegaría a toda clase de malentendidos y no debería ser algo que desease Mahiru. “¿Qué hago?” Amane comenzó a pensar.
(Ah moo…)
—… Lo siento Shiina, entra en mi dormitorio un momento, por favor.
—¿Eh? ¿Qué?
—Usaré cualquier cosa para sacar a mamá del departamento un momento, usa la oportunidad para regresar a casa, en serio lo siento pero por favor.
En serio se sentía mal, pero no quería pasar por más cosas problemáticas, ya habían terminado de recoger la cocina después de cocinar por lo que no había ningún problema, si escondiera sus zapatos de la entrada no debería de haber ningún problema, bastaría con llevar a su cuarto las demás cosas de Mahiru para que no se diera cuenta, mientras que Mahiru estuviera en su habitación su mamá visitaría el departamento y podría invitarla a comer afuera, solo era de evitar que entrara a ver su habitación, tal vez ver el refrigerador medio vacío e invitarla a ir de compras, durante ese tiempo Mahiru escaparía, solo tenían esa oportunidad, le entregó una copa de las llaves a Mahiru y se lo pidió con mucha seriedad, ella confundida solo pudo asentir, si fuera en su habitación tenía las sábanas por lo que no debería de pasar frio, de seguro no pasaría un mal momento sentada en el suelo esperando.
—… Entonces te lo encargo, yo entretendré a mamá…
Antes de que se vieran a la cara Amane ya se dirigía a la entrada, Mahiru entró en el dormitorio de Amane en silencio, tras observarla Amane abrió la puerta de entrada.
—Ara Amane, tardaste, me alegra ver que estás bien, pensé que estarías durmiendo.
Quien vio enseguida era a su mamá que había visto en las vacaciones de verano, a pesar de ser su mamá no parecía tener mucha edad, tenía la misma expresión que tenía cuando estaban en casa, no solo su apariencia no mostraba tener mucha edad, tampoco sus palabras y acciones.
—Si, estoy bien ¿Puedes regresar a casa de una vez?
—Maa, tu mamá se tomó la molestia y el tiempo para venir a verte, ¿No estás siendo muy malo?
—Muchas gracias por pasarte a saludar desde tan lejos, ahora vete.
—Maa, diciendo esas cosas, en serio que en eso te parecer a Shuuto que no es nada lindo.
—Los hombres no necesitamos ser lindos.
“Kee” dejó salir su mamá… Shihoko, pero no parecía de mal humor, sonrió mientras parecía convencida “Parece que estás en tu etapa rebelde.
—Entonces voy a entrar.
—Espera, ¿Quién dijo que podías?
—Este lugar lo pagamos Shuuto-san y yo.
Si lo decía de esa manera no podía negarse, Amane solo pudo abrir más la puerta con una expresión ambigua dejando que su mamá entrara y comenzó a guiarla, por supuesto, no pasó a su dormitorio, fue de largo hasta la sala de estar.
—Oye mamá, si vas a venir cuando menos me gustaría que llamaras antes, ¿Soy un adulto verdad?
—Ara, solo he venido a ver que mi querido hijo no esté llevando una vida insalubre.
—Kgg… ¿Pero no hay ningún problema verdad? Está limpio.
—Es cierto, me sorprendes, no pensé que pudieras hacerlo, esto es algo inesperado.}
Shihoko comenzó a ver a los alrededores de la sala de estar, asintió impresionada, por supuesto que eso era gracias a Mahiru, y gracias a sus sugerencias Amane había logrado mantenerlo limpio, aunque claro que no había manera de que pudiera decirle eso a su mamá.
—Tienes un buen color de piel, parece que te estás nutriendo bien.
—… Si.
Y eso también de seguro era gracias a Mahiru.
—Estás cocinando bien…. ara, parece como si fuera para dos personas.
Comenzó a ver el lugar en donde había dejado las vajillas, debido a que se sacaron platos para Amane y Mahiru por supuesto que había para dos personas, Amane no se había dado cuenta de eso, fue un simple descuido pero Shihoko no dejó pasar eso de lado.
—Vino un amigo.
No estaba mintiendo, de seguro podrían decir que ahora tenían una relación en la que pudieran llamarse amigos, no debería de haber problemas, claro, dejando de lado que estaba ocultando el sexo de su amigo, intentó hablar de manera lo más calmada posible para no alertarla más y ella respondió sin parecer estar muy de acuerdo con un “Fuum” y de nuevo volteó a ver a los alrededores ¿Cómo decirlo? Es como si por poco lograse haber disimulado, pero no evitó sudar frio.
—¿No hay nada de lo que tengas que preocuparte verdad mamá?
—Si, me sorprendes, has crecido, antes no podías hacer nada de la casa.
—… Incluso yo puedo crecer.
¿Con que boca lo estaba diciendo? Se dijo a si mismo para sus adentros, Shihoko respondió “Bueno, te has esforzado” pero después de todo no eran sus propios logros lo que le hizo sentir incomodo, pero a pesar de eso no podía decirle la verdad, solo deseaba que se fuera a casa de esa manera, cuando menos ya debería de haber revisado lo que quería… ¿No le irá a decir que no regresará a casa después de probar su comida…? Amane estaba pensando eso pero…
—Solo queda revisar tu habitación.
Esa fue la ultima bomba, Amane sin querer se quedó con los ojos bien abiertos, revisar su habitación, es decir, su dormitorio… allí se encontraba Mahiru, ya podía imaginar como todo se volvía un gran escandalo si es que Shohoko llegara a verla.
—Oye, no me jodas, como si fuera a dejar que mi mamá entre en mi dormitorio.
—Ara, ¿Acaso tienes algo indecente?
—Si lo piensas con normalidad en la habitación de un chico de preparatoria habría una o dos cosas indecentes.
—Tengo que corroborarlo.
—Como si fuera a dejarte.
Solo podía intentar detenerla con todas sus fuerzas sin importar que tuviera que pasar por algo de pena tenía que esconder la existencia de Mahiru, ahora se encontraba en su dormitorio y si la viera no había dudas de que se imaginaría toda clase de cosas para su propia diversión, y eso era algo que quería evitar, incluso por terquedad u orgullo, si hacía que su mamá se rindiera entonces no debería de haber problemas, pero ella “Ahora les escondes cosas a tus papás” comenzando a presionar, se sentiría mal pero tenía que negarse con todas su fuerzas… cuando se escuchó un sonido dentro del cuarto de Amane.
—Amane.
—¿Si?
—¿Qué estás escondiendo?
—… Eso no tiene nada que ver contigo mamá.
—En serio que dices eso, entendido.
Sonrió, su sonrisa se hizo más profunda, esa sonrisa solo le decía que no permitiría que se negara, la había visto varias veces con esa expresión lo que hizo que Amane se sintiera bastante mal, eso ya se había convertido en una costumbre, en cuanto Amane mostró una ligera apertura Shihoko se apresuró a poner una mano en el pomo de la puerta del dormitorio “Maldición” fue demasiado tarde, Shihoko estaba corroborando la fuente de aquel sonido, y al abrirla lo que se encontraba del otro lado era un espacio grande… una cama y sobre esta una chica hermosa sentada en una esquina abrazando sus piernas cubriéndose con las sábanas, sus ojos cerrados y respirando rítmicamente… parecía estar durmiendo, bueno, la había visto dormir de esa manera, en una habitación con la calefacción encendida, después de comer dándole algo de sueño y con la habitación a oscuras, un ambiente ideal para quedarse dormida.
¿Dormir en la habitación de un hombre con debilidad? Tenía sus dudas pero cuando menos podría decir que si se quedó dormida en su habitación es porque juzgó que no tenía de que preocuparse de Amane, en cuanto a eso no podría culparla, debió de haber estado aburrida al estar procurando no hacer ruido, no podía evitarse, el motivo del que Amane se llevara las manos a la cabeza fue que Shihoko la había visto así, en serio que era para malinterpretarse, Si Amane viera esta situación de otra persona de seguro también lo malinterpretaría “Son tan cercanos como para que se quede dormida en su cama”
Amane volteó a ver a la cara de su mamá, sus ojos estaban brillando mientras veía dormir a Mahiru, “Ara, maa, maa” le dio la sensación de que podía escuchar la voz de su corazón.
—Ara Amane, ¡Te hiciste de una novia tan linda!
“Kyaa” Shihoko estaba dejando salir pequeños gritos de emoción, a Amane le dolió la cabeza.

Lo malinterpretó por completo, gracias a eso estaba completamente emocionada, aunque para empezar aunque fuese su novia no era para que se alegrara así, pero si estaba tan feliz no había dudas de que era porque a Shihoko le encantaban las cosas lindas, es cierto, Mahiru es una chica hermosa no importa quien la vea, al estar dormida parecía bastante indefensa, sobre todo sus facciones se veían bien a pesar de no estar usando maquillaje, no estaba acostumbrada a verla pero después de todo ahora que la veía tranquilamente era una chica bastante atractiva, le dieron ganas de extender su mano hacia ella para acariciarle la cabeza, esa figura abrazando la almohada que suele usar Amane, nació en él un deseo del que no quería hablar, y Shihoko estaba viendo a la chica hermosa novia de su hijo (según ella) de seguro no había manera de que no se emocionara.
—¿Acaso querías que mamá se fuera debido a tu novia? Moo, en serio, en que momento te convertiste en todo un chico.
—¡No es eso! ¡Te equivocas en muchos sentidos! ¡No es mi novia ni nada!
—Ara, no necesitas poner excusas, mamá no tiene la intención de rechazar a la chica que Amane haya elegido.
—¡Que ese no es el problema! ¡No tenemos esa clase de relación! ¡En definitiva no es eso!
—Aunque me digas eso que la tengas escondida en la cama de tu habitación…
—¡Eso es porque llegaste de la nada! ¡Normalmente está en la sala de estar! ¡No lo malinterpretes!
—Dejando de lado el problema principal no dejarías entrar a tu casa a una chica con la que no tienes alguna clase de afecto, y una chica no entraría al departamento de un chico a menos que tenga alguna clase de afecto hacia él.
Al decírselo de esa manera Amane comenzó a buscar algo de material para negarlo, pero es como Shihoko lo estaba diciendo, Amane trataba su espacio como un castillo, no dejaría que cualquier persona entrara, al principio tenía algo de resistencia en dejar que Mahiru entrara a su departamento pero la dejó pasar gracias a que le agradaba la personalidad de Mahiru además de que le estaba ayudando, pero si fuera solo de apariencia no la hubiera dejado entrar, la había visto actuar en la escuela, pero más que eso conocía la contradicción de su fachada en la escuela y su personalidad honesta en privado, buena cuidando de los demás, la forma en que pierde la compostura cuando la tomaba desprevenida, su sonrisa sincera, todo de ella le parecía algo esplendido, es diferente a decir que tenía un sentimiento de amor hacia ella, pero cuando menos era una chica atractiva.
—Hay cierto afecto como amigos pero no hay nada como un sentimiento de amor, para empezar no tengo esa clase de intención.
No era tan ingenuo como para pensar que podría engañar a Shihoko con cualquier cosa así que fue honesto, para empezar de seguro a Mahiru no le agradaría la idea de que pensaran que tenían alguna clase de relación de afecto.
—Ara, ¿No lo entiendes? Deberías de dejar las cosas más claras para que la chica pueda entenderte mucho mejor.
—Sabes bien que esto no tiene nada que ver contigo mamá… Shiina, por favor, ya despierta.
Sin importar lo que le dijera Shihoko continuaría inclinando las cosas hacia el romance, Amane se llevó la mano a la frente, solo quería que Mahiru se despertara pronto.
—Nn…
Allí estaba Mahiru reaccionando ligeramente regresando poco a poco a la realidad, sus parpados pesados comenzaron a moverse dejando salir una voz dulce mientras levantaba la cabeza, sus cabellos color lino se deslizaron sobre sus hombros, sus ojos color caramelo estaban húmedos, se veía bastante indefensa, malo para el corazón al verla de esa manera.
Después de breves segundos Mahiru regresó a la realidad, levantó la mirada para ver a Amane.
—Shiina, realmente no me importa si te quedas dormida pero ayúdame a resolver este malentendido.
—¿Malentendido…?
—Nee, nee novia-san, ¿Como te llamas?
Mahiru aún parecía en las nubes y Shihoko se acercó sin contenerse con una gran sonrisa, al verla de esa manera Mahiru quedó completamente confundida a no seguir lo que ocurría.
—A… este…
—Después de todo es importante presentare cuando nos conocemos por primera vez.
—Ah… soy Shiina Mahiru…
—Ara, Mahiru-chan, ¡Qué nombre tan lindo! Yo soy Shihoko, puedes llamarme por mi nombre sin contenerte.
La presionó a que la llamara sin contenerse y volteó a ver a Amane como si le dijera “Ayúdame Fujimiya-kun” sabía que se trataba de su mamá pero una vez que se emocionaba no había quién la parara, estaba desbordando interés por Mahiru, de seguro intentará comunicarse bastante con ella, mientras que la Mahiru en cuestión parecía confundida y parecía no darse cuenta de eso.
—Este… mamá-sama.
—Ara, ya soy admitida como su mamá.
—¡Fujimiya-san!
—Si es Fujimiya yo también me llamo así ¿Verdad Amane?
—Mamá, le estás causando molestias a Shiina.
—Amane, si es tu novia tienes que llamarla por su nombre.
Shihoko no escuchaba lo que le decían y Amane frunció las cejas, ella solo sonreía.
—Este, Shihoko-san.
—¿Qué pasa?
—Yo… yo y Fujimiya-sa…
—No sé de quien de los dos te refieres.
—A… Amane-kun… no tenemos esa clase de relación.
Shihoko presionó a propósito y Mahiru se veía claramente afectada, terminó diciendolo porque Shihoko la apresuró, y al haber logrado su objetiovo Shihoko mostró una gran sonrisa.
—Ara, ¿En serio?
—Si… este… no es eso…
—Ah, en serio que terminé estorbando en su buen ambiente.
—Este… ¡Me gustaría explicar como se debe! Yo y Amana…kun… no tenemos esa clase de relación, ¿Cómo decirlo? Solo comemos juntos, Amane-kun no sabe cocinar después de todo.
—Serás una muy buena esposa Mahiru-chan, a pesar de que mi Amane-kun no es capaz de hacer nada en la casa que viva solo, me gustaría que continuaras apoyándolo.
—No, este…
Creo que Mahiru ya se está esforzando, pero Shihoko continuaba presionándose, de seguro sería imposible explicarle bien algo, venía de manera frecuente a su departamento, cocinaba para él, comían juntos, en ese punto la mirada de Shihoko ya estaba brillando, cuando menos Amane no podía detenerla, el único que podría hacerlo estando de esa manera cuando mucho sería su esposo Shuuto.
—… Shiina, ríndete, cuando mamá se pone así no escuchará a nadie.
Amane se cansó de negarlo y Mahiru sin saber que hacer guardó silencio, no era porque lo aceptara sino porque no importa lo que le dijeran no se callaría, ella continuaba viendo a Mahiru con mucho interés.
—¿Qué me dices Mahiru? ¿Crees que Amane podría tener una buena vida sin ayuda?
—E… eso es… si es no morirse…
—Aquí es donde tienes que decir que si puedo.
—Es que, al principio el departamento estaba sucio.
—Que ruidosa, ahora lo estoy manteniendo bien.
—Pero es porque yo te estoy ayudando a limpiar.
—Eso es… estoy agradecido, comida, limpieza… en serio muchas gracias.
En cuanto a eso no podía levantar la cabeza frente a Mahiru, es gracias a ella que ahora podía tener una vida comoda, si se lo pidiera se arrodillaría, no quería que Mahiru lo odiara así que había estado esforzándose con toda clase de cosas en la casa, es solo que las cosas no se irían en una buena dirección si lo dijera.
—Bueno, tal parece que no solo en esta ocasión sino que Mahiru-chan ha estado ayudando siempre a Amane, es un niño sin remedio… ¿Decirlo así provoca algo de simpatía?
—¡No es eso! ¡Ella es solo la vecina!
—Ara, ¡Entonces es el encuentro del destino! Que bueno Amane, que pudieras encontrar a una chica tan buena.
—Tengo mis objeciones del que lo digas como si fuera el destino de una pareja.
—Está bien, suena romántico.
—¡Qué no es eso! ¡Estoy diciendo que no tiene nada que ver con una relación!
—Ara, ara.
No habían dudas que Shihoko lo tomaba como un intento de disimular la vergüenza, por coveniencia terminaba imaginando toda clase de cosas, en serio que le causaba problemas a su iijo, Amane dejó salir el suspiro más pesado de las ultimas semanas, estaba presionando demasiado que Mahiru solo se quedaba callada observando la interacción entre los dos.
—Mahiru-chan, Mahiruru-chan, puede que sea del punto de vista de su madre pero Amane no habla bien y no es nada honesto pero es un caballero a su manera, creo que es un buen partido, aunque podrías enseñarle una que otra cosa ya que no tiene mucha experiencia con las chicas.
—¿Qué estás diciendo mamá? Cállate.
En serio que estaba diciendo cosas innecesarias.
—Pero es verdad, nunca has tenido novia, creo que eres bastante bueno desde que te pareces a Shuuto, bueno, aunque un poco barbaro.
—No te metas.
—¿Qué tal si le muestras tu lado genial a Mahiru?
—Estás siendo molesta, no le enseñaré nada.
—Ah, ¿entonces podría preguntarle sus gustos a Mahiru-chan? Entonces podrías arreglarte a su gusto.
Shihoko tenía una gran sonrisa mientras que Mahiru solo mostró una ligera sonrisa estando en problemas, la existencia de Shihoko presionando a esa Tenshi-sama en cierto modo era sorprendente.
—Mamá, en serio le estás causando problemas, mejor dicho, ya vete a casa.
—En serio que te has vuelto la gran cosa para decirle a tu mamá que se vaya.
—En serio por favor, no importa como lo veas solo le causas problemas.
—¿En serio Mahiruc-han?
—No le preguntes a Shiina, será considerada, solo ahora vete, puedes venir después.
—Bueno, bueno, si insistes tanto entiendo, es verdad que interrumpí el momento dulce con tu novia… no me gustaría continuar interrumpiendo su momento a solas.
—Ya piensa lo que quieras pero vete rápido.
Estaba cansado de negarlo con fuerza, Mahiru de seguro también estaba cansada de intentar seguir su energía, era un esfuerzo, acompañó a Shihoko con una expresión un poco de insatisfacción, no lo diría pero parece que en verdad era considerada al dejarlos solos, aunque claramente en un sentido diferente.
—Ah, ¿Intercambiamos números de contacto Mahiru-chan? Después déjame escuchar como le está yendo a Amane con su vida viviendo solo.
—¿Eh? A… ¿si?
Al final Amane terminó empujando a su madre por la espalda, Mahiru estaba cansada sin saber que hacer y dejandose llevar por el ritmo de Shihoko terminó pasándole su numero de contacto, no habían dudas de que Mahiru también estaba confundida por eso, Shihoko la tomó de las manos diciéndole en voz baja “Te encargo a Amane” y Amane se decidió a enviarle a Shuuto un mensaje “Por favor, no le sueltes la correa”
—Estoy cansada….
—Lo siento, apareció una tormenta.
No se quedó demasiado tiempo pero fue suficiente para que ambos se cansaran, al final estaban los dos sentados en el sofá, Amane dejó salir un profundo suspiro mientras que Mahiru parecía contenerse en una orilla, tenía la espalda un poco más doblada hacia delante de lo usual, ¿Cómo se suponía que debería de enfrentarla? ¿Cómo debería de interpretar eso?
—En serio, siento mucho por hacer que se fuera llevándose un malentendido.
—No, bueno, no es como si causara problemas…
—No, en serio causa problemas… de esa manera parece que le agradarás bastante… creo que continuará buscándote…
En cuanto a eso en serio se sentía mal por causarle molestias a MAhiru, la novia de su hijo (así lo interpretó) además de que le gustan las cosas lindas, de seguro le ha de haber gustado bastante e intentará cuidar de ella.
—Parece que Shihoko-san en verdad quiere con aprecio a Fujimiya-san.
—Si te escuchara se volvería bastante insistente.
Era diferente a decir padres tontos, pero lo cuidaba con cariño, de seguro Amane no podría quejarse al respecto pero a pesar de eso pensaba que lo cuidaban demasiado, en cuantos a sus papás es cierto que los quería, les tenía mucho aprecio y sentían una gran deuda hacia ellos, pero Amane es de las personas que prefieren dejar algo de distancia.
—… Que envidia.
Susurró Mahiru en voz baja, Amane volteó a verla.
—¿Qué cosa?
—Mamá-sama, parece gentil y alegre.
—Eso puede interpretarse como ruidosa y molesta.
—… A pesar de eso… que envidia.
No fue solo cordialidad, parecía que en verdad le tenía envidia, fue una voz pequeña que parecía a punto de desaparecer, no importa como la viera, parecía una expresión algo melancólica y de añoranza, cual si se le tocara fuera a desmoronarse, parecía débil, en definitiva no era solo el cansancio, parecía frágil, pero en cuanto sintió la mirada de Amane levantó la cabeza mostrando una ligera sonrisa, es como si dijera que no era nada, inusualmente se recargó por completo en el sofá.
—Así que Mahiru-chan.
—… ¿Qué pasa tan de pronto?
—No… ha pasado mucho tiempo desde que alguien me llamó por mi nombre, siempre es por mi apellido.
Siendo tan popular no la llaman por su nombre, eso fue algo inesperado pero por el contrario le de seguro no le agradaría si muchas personas le llamaran por su primer nombre, en la escuela es la ángel perfecto sin mostrar una sola apertura, habla con los demás a la ligera.
—Bueno, si no tienes amigos cercanos de seguro tus papás te llamarían así.
—Mis papás en definitiva no me llamarían así.
Respondió enseguida con un tono de voz frio, sin querer volteó a verla a la cara, tenía una expresión diferente, vacía, como si le hubieran quitado todo, inexpresiva, ¿Será debido a su belleza? Más bien parecía una muñeca, pero eso solo duró un instante, al darse cuenta de la mirada de Amane bajó las cejas como si se encontrara en problemas.
—… Como sea, es algo in usual.
Susurró eso dejando salir un suspiro, de alguna manera Amane ya se había dado cuenta que la relación de Mahiru con sus papás no era del todo buena, siempre que tocaba el tema de los padres ponía una expresión fría, no ha salido a comer con sus papás, detesta su cumpleaños, con esas palabras podría imaginar con facilidad que había alguna clase de problema con su ambiente familiar… pero que sus papás no la llaman por su nombre, era algo que no podía imaginar.
“… Que envidia”
Esas palabras ¿Con que sentimientos las dijo?
—Mahiru.
De manera natural dijo su nombre, ella solo alcanzó a parpadear, ¿Será que la tomaron desprevenida? Es como si estuviera atónita, pero había logrado hacer un cambio en sus expresiones.
—¿Cualquiera podría llamarte por tu nombre verdad?
—… Es cierto.
Un poco más tarde dejó salir una sonrisa, fue una sonrisa de tranquilidad.
—… Amane-kun.
Susurró su nombre en voz baja e hizo que el corazón de Amane se acelerara, ¿Fue por la insistencia de su mamá hace poco? No le había preocupado cuando lo llamó así antes pero… que se lo dijera a solas frente a frente hizo que sintiera alguna clase de cosquilleo, se creó un torbellino dentro de su cabeza.
—Solo no me llames así afuera por favor.
—… Ya sé algo como eso, para empezar casi no hablamos afuera.
—Entendido… es un secreto.
Mahiru sonrió pero Amane no pudo voltear a verla, solo respondió con un “Si…” de manera un tanto agria, cambió la postura de su cuerpo como si quisiera escapar de su sonrisa.
Desde el sábado en que llegó la mamá de Amane con un ataque sorpresa ambos comenzaron a llamarse de manera diferente, además de eso no hubo ningún cambio en especial, no es como si de pronto hubieran comenzado a llevarse mejor, simplemente se llamaban de manera diferente, si acaso Mahiru parecía ser un poco más suave.
—… Este, Amane-kun.
Atardecer del domingo, un poco más temprano de lo usual parecía un poco incomoda, con una expresión como si estuviera en problemas, está bien que haya ido a visitarlo pero su actitud era un poco extraña, pensó que era porque tenía algo de resistencia a llamarlo por su nombre pero parecía ser otra cosa, por ahora ambos tomaron asiento en el sofá, vio como se encontraba Mahiru cuando ella sacó un pañuelo del bolsillo de su falda, cuando pensaba que pasa tan de pronto comenzó a desdoblar el pañuelo, allí se encontraba una llave envuelta, recordaba haberla visto antes, era la llave que le había entregado el día anterior.
—Te regreso la llave, al final de cuentas no la usé, este… se me había olvidado regresártela antes, lo siento mucho.
—Ya veo.
Tal parece que se sentía un poco incomoda por haberse llevado la llave sin querer, Amane ahora entendía el por qué de su actitud extraña, observó la llave sobre el pañuelo, ahora que lo pensaba bien ella había estado viniendo casi todos los días para hacer la cena, Amane siempre salía a recibirla a la entrada pero en alguna ocasión cuando tardaba terminaba haciéndola esperar afuera, en esta época con el frio de seguro sería difícil para una chica estar de pie afuera, había escuchado que el frio es el gran enemigo de las mujeres y aún si no fuera el caso Amane no se sentiría bien dejándola esperando afuera, casi todos los días venia, entonces debería de ser más sencillo si ella tuviera una copia de las llaves.
—Puedes quedártela.
—¿Eh?
—Puedes regresármela cuando ya no quieras relacionarte conmigo.
Bueno, dársela sería lo mismo que pedirle que cuidara de él por más tiempo, pero Mahiru al escucharlo continuó con esa expresión de inseguridad.
—Pe… Pero…
—Es una molestia tener que salir a la entrada cada vez.
—Tus verdaderos pensamientos se desbordaron.
—¿No la usarás de mala manera verdad?
—Claro que no pero…
Cuando menos ha pasado más de un mes desde que viene casi todos los días, se suponía que la misma Mahiru entendía a qué se refería, ella es buena con el sentido común, una personalidad con la que no se permitiría hacer mal uso de la llave, no haría algo como dejar entrar a un tercero o entregarle la llave a alguien más, podía confiar en ella.
—¿Para ti también es cansado tener que llamar a la puerta y esperar todos los días verdad?
—Aunque así sea me da la sensación de que no tienes suficiente sentido de alerta.
—Creo que te la estoy dando solo porque confío en ti.
En cuanto dijo eso Mahiru se quedó con los ojos bien abiertos, como si quisiera decir algo, estaba confundida, con una expresión como si no lo entendiera bien, bueno, realmente no pensaba que fuera algo malo que tuviera su propia llave, pero si a ella no le gustaba la idea no había nada que hacerle. Mahiru se le quedó viendo un rato a la llave y a Amane.
—… Entendido, la tomaré prestada.
—Nn.
—Amane-kun, en serio que ocaciones eres bastante torpe y no te entiendo.
“Maldición” dijo un poco atónita con una voz que lo apuñaló, Amane solo pudo sonreir con amargura.
—¿Típico de mí verdad?
—No es algo para que lo digas tu,
“Fum” Lo regañó volteando a otra parte, Amane profundizó su sonrisa.
Amane se acostumbró a las conversaciones sin importancia, para empezar se permitieron llamarse por sus nombres, sería extraño que no se acostumbraran, en muchas ocasiones Mahiru se le quedaba viendo medio atónita como si quisiera decirle “No tienes remedio” pero esa mirada más que ser fría era algo cálida, ahora Amane entendía que era un poco en broma.
—Usaré la llave como quiera, no sé nada si le pasa algo a la casa.
—¿Cómo qué?
—¿Sorprenderte porque de la nada limpié algo?
—Eso sería de agradecer.
—Que haya mucha comida en el refrigerador ya preparada.
—La felicidad de la cena se extenderá hasta el desayuno.
Mahiru era demasiado pacifica con sus bromas, al contrario, todo eso era para agradecer y más que bien recibido, Mahiru al ver que no le importaba parecía insatisfecha, aunque quisiera no lograba amenazarlo, solo lograba hacerlo sonreír.
—¿No te estás burlando de mí?
—Claro que no.
Si se burlara se enojaría así, no quería verla de mal humor así que Amane intentó dejar de sonreír.
Capítulo 11
La recompensa para Tenshi-sama.
En el pasillo de la escuela se encontraban muchos anuncios pegados en la paredes, y al verlos Amane susurró “Bueno, algo como eso” los resultados de los exámenes de la semana pasada fueron publicados, además de Amane otros compañeros de clases se acercaron para ver, como resultado Amane terminó como siempre, posición 21, una posición relativamente buena, pensó que le iría un poco peor en esta ocasión y al ver que era como siempre se sintió más aliviado, por cierto, Mahiru como siempre ocupaba el primer lugar, en serio era una chica genio, pero más que eso sabía bien que era gracias al esfuerzo que estaba invirtiendo en ello, aunque claro que no podía hablar al respecto, la había visto mucho estudiar todas las noches después de la cena, desde antes era alguien lista, pero su esfuerzo era la que la ponía en primer lugar.
—Shiina-san de nuevo en primero…
—Como se esperaba de Tenshi-sama, su inteligencia está en un nivel diferente.
Escuché esas voces en medio del escándalo, Amane hizo una mueca con los labios.
—… ¿Qué pasa Amane? Haciendo esa cara, ¿Estás en una mala posición?
Itsuki a su lado le preguntó eso al ver como se encontraba. Por cierto, debido a que solo se mostraban los primeros 50 lugares Itsuki cuando menos venía acompañando a Amane.
—No es nada, terminé en 21.
—Oh, ahora te fue mejor que antes.
—Un poco, ¿Dentro de los limites normales verdad?
—Oh, si una persona sorprendente lo dice no hay dudas de eso.
Mostró una sonrisa maliciosa “Si, si” Dejandolo pasar como si nada, y Amane regresó la mirada a la tabla de posiciones, en serio que se esforzaba, no se veía mucho pero ella se esforzaba cuando nadie la veía, y de seguro ahora continúa haciéndolo como si ya fuera de lo más normal, las personas en los alrededores la alagaban diciendo que es sorprendente pero nadie hablaba acerca del esfuerzo que necesitó, ¿Será que eso era doloroso para ella?
—… Cuando menos yo.
—¿Nn? ¿Dijiste algo?
—Nada, regresemos al salón.
—Si.
—¿Are? ¿Qué es eso Amane-kun?
Regresaron a cambiarse, fueron al supermercado y Mahiru estaba guardando las cosas en el refrigerador, tal parece que le llamó la atención una caja blanca inusual.
—¿Nn? Ah, es un pastel.
El contenido de la caja blanca era un pastel, de seguro ella también se habría dado a la idea al ver la forma de la caja pero preguntó por si acaso, por cierto, lo compró en la tienda que Chitose sugería mucho por las redes sociales.
—… ¿Te gustan los pasteles?
—No realmente, lo compré para ti.
—¿Por qué?
—Cuando menos pensé que podríamos celebrar el que hayas obtenido el primer lugar en la escuela.
Mahiru se quedó parpadeando, de seguro en verdad le fue inesperado.
—Siempre saco el primer lugar, no creo que sea tanto como para celebrar.
—Siempre te estás esforzando, ¿Estaría bien que tuvieras una recompensa de vez en cuando verdad? ¿No te desagradan los pastelillos verdad?
—¿Eh? No me desagradan pero…
—Entonces que bueno, cómelo después.
Por el ambiente parecía atónita, Amane dejó la conversación, parecía en problemas sin saber que hacer pero esa actitud era la mejor, es de la clase de personas que lo dan todo por las demás personas, de seguro sería de las que no suelen ser muy consentidas en cambio, cualquiera debería de ser recompensado por sus esfuerzos, pero Mahiru ni siquiera se tomaba un respiro, no es como si hubieran pasado mucho tiempo juntos pero de alguna manera entendía su personalidad, pensaba en querer regresarle un poco de lo mucho que había echo por él. Amane sonrió con amargura desde la cocina y volvió a verla después de dejar un ligero suspiro, después de comer, al notar su reacción Amane no pudo evitar reír.
—¿De qué te ríes?
—Ah, no, no es nada.
—Me da la sensación de que es algo.
—No te preocupes.
Es solo que le parecía divertido lo tensa que estaba siendo, pero si se reía de ella demasiado podría hacer que estuviera de mal humor y ese no era su objetivo, lo dejó limpiándose, cuando menos trajo algo de café para acompañar al pastel, tras dejarlos en la mesa tomó asiento a un lado de Mahiru, ella parecía extrañamente incomoda lo que le hizo querer reír, pero teniéndola a un lado se contuvo, Mahiru levantó la mirada para verlo de manera contenida.
—Nn, felicidades.
—… Muchas gracias… pero…
—Está bien, solo se honesta y acéptalo, déjate ser consentida de vez en cuando.
Ya lo compré, agregó y Mahiru asintió ligeramente sintiéndose un poco mal, tomó el tenedor que estaba en el plato con el pastel.
—Muchas gracias.
—Adelante.
Mahiru tomó un pequeño pedazo de pastel con movimientos cuidadosos y se llevó un poco a la boca, tenía la imagen de que a las chicas les gustaban las cosas dulces, no debería de haber problemas tomando en cuenta que Chitose suele comer mucho esto, Mahiru casi no tenía cambios en sus expresiones ero poco a poco había comenzado a ver a través de sus pequeños cambios, una expresión suave mientras comía lentamente, solo por comer podría hacer de la imagen un cuadro.
—… ¿…? ¿Pasa algo?
—Ah, no es nada.
Mahiru se dio cuenta que se le quedaban viendo e inclinó la cabeza pareciéndole extraño, esa expresión era más infantil de lo usual que Amane se le quedó viendo sin querer, Mahiru volteó a verlo y como si recordara algo tomó otro pedazo de pastel y lo llevó en dirección a Amane, es decir, le estaba dando de comer a la boca.
—¿Eh? Ah, no, no es porque quisiera…
—¿Me equivoco?
—… No, bueno, este… si me das entonces lo aceptaré, pero…
Era algo que no había imaginado que pasaría, quería quejarse pero no podía, terminó aceptando, a esta edad, con una chica, una chica hermosa que le daba de comer a la boca, en cierto sentido podría decir que era muy afortunado pero… no podía desechar la vergüenza como para sentir esa felicidad.
—Es algo que Amane-kun compró desde antes, tienes el derecho de comerlo.
Mahiru quien era la de la sugerencia no parecía ser consciente de lo que estaba haciendo, tenía una expresión normal mientras le ofrecía del pastel, lo normal sería que fuera consciente de lo que estaba haciendo, pero más que eso le parecía extraña la reacción de Amane, era amabilidad inocente, no había manera de que pudiera rechazar eso, Amane se acercó tomando el pastel, lo que se extendió en su boca fue un sabor dulce.
—… Que dulce.
—Claro, es un pastel.
En definitiva no era solo por eso pero Mahiru no se había dado cuenta, Amane masticaba sintiendo la dulzura, pero más que eso el efecto psicológico era mayor.
—… No parece que esté pensando en nada.
A pesar de que él sentía vergüenza, un cosquilleo y la dulzura del pastel Mahiru estaba actuando como si nada, eso le hizo sentir extrañamente frustrado y entonces le robó el tenedor de la mano a Mahiru “Préstamelo un momento” entonces tomó algo de pastel, claro, planeaba regresársela.
—Nn.
—… Este…
—Come.
¿Será que se lo dijo con un tono de voz un poco fuerte? Mahiru parecía confundida, ¿Pero fue porque ella también lo hizo? No parecía negarse, comenzó a acercarse temerosamente como si fuera una pequeña ave siendo alimentada, entonces comió, se le quedó viendo fijamente y pudo notar un cambio en Mahiru, al principio la confusión se apoderaba casi por completo de ella, pero conforme iba masticando se ponía cada vez más roja, para cuando tragó el pastel ya tenía una expresión de vergüenza que no podía esconder, su piel blanca como la leche ahora parecía una manzana, sus ojos estaban húmedos por la vergüenza.
—¿Y? ¿Qué tal?
—E… Es delicioso…
—No me refiero a eso ¿Qué se siente que te den de comer?
Le preguntó con la intención de que supiera lo que sintió hace poco y el cuerpo de Mahiru tembló ligeramente.
—…. Es bastante incomodo.
—¿Verdad? Las personas podrían llegar a malinterpretar eso, si lo vas a hacer que sea solo entre chicas.
“¿Ahora entiendes como me sentí?” agregó volteando a otra parte, Mahiru respondió con una voz a punto de desaparecer “Si” de seguro hizo eso porque sabe que es una persona con la que puede estar segura que no se diera cuenta era un problema a su manera pero bueno, no podía decirle nada ya que no es como si tuviera malas intenciones, es solo que en su boca permanecía el sabor dulce.
(Esto pasa por bajar la guardia)
Estaba feliz porque creyera en el, pero no era poca cosa que actuara inconsciente e indefensa de esa manera, con eso como conclusión dejó salir un suspiro y volteó a ver a una Mahiru que se encogía.
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