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Genjitsubanare Shita Bishoujo Tenkousei ga, Oya no Kimeta Doukyo Aite de Komaru - Vol 1


Capítulo 1

 

Como cuarto hijo de una gran empresa familiar estaría en una posición en la que la vida sería fácil, sin tomar muchas responsabilidades pero con un flujo de dinero, el modo fácil de la vida, Iriya Takeru así lo pensaba... pero fue hace un mes atrás cuando su ingenuo plan de vida se vino abajo, ocurrió un escandalo dentro de la familia y sus tres hermanos mayores se retiraron de la casa, pasaron muchas cosas y dejaron de desear la herencia, bueno, más que eso no lo necesitaban... y de esa manera tomó la batuta del siguiente Jefe de la empresa... pero hubiera estado bien si solo fuera eso.

— ¿Es en serio...?

Vacaciones de verano después de haber entrado en el segundo año de preparatoria, Takeru se encontraba en la sala de estar del departamento donde vivía solo, dejó salir un gran suspiro sentado en el sofá, desde la mañana se habían puesto en contacto con él y había estado así todo el día, no es como si las hubiera contado pero en definitiva había suspirado más veces de las que podría contar con ambas manos.

Un departamento tamaño 2LDK demasiado grande para vivir solo, se trataba del departamento que le había preparado su papá, desde que entró en la preparatoria y durante un año había pasado el tiempo libremente en el departamento, pensaba que su vida continuaría de manera tranquila como lo había hecho hasta ahora y solo al recordarlo volvió a suspirar de nuevo, fue cuando el timbre de la entrada sonó, no es como si pudiera dejar a esa persona esperando asi que levantó sus caderas con pesadez, fue a la entrada y al abrir la puerta...

— Buenos días.

Allí se encontraba una chica con una belleza que no había visto antes.

— Ha pasado un tiempo Iriya Takeru-san.

No sentía que estuviera pasando de verdad, solo pudo reaccionar como si se encontrara dentro de un sueño, pero aquella chica con hermosa voz acababa de decir su nombre.

— Cuento contigo a partir de hoy como tu prometida.

La chica le dijo eso con una sonrisa estando frente a Takeru que no podía decir nada, inclinó la cabeza en un gesto tan hermoso como para quedar fascinado.

— A... si...

Observó como sus cabellos color lino caían por sus hombros, Takeru no pudo decir nada más que eso.

Iriya Takeru, no solo sería el siguiente jefe de la compañía familiar sino que incluso le esperaba una prometida.

La primera vez que habló con ella fue hace una semana, le dijeron que regresara a la casa principal pero después de estar huyendo dándole vueltas a las cosas a base de escusas su prometida por fin había venido a verlo personalmente, ese era el motivo por el que Takeru había estado suspirando todo el día.

(Si viene directamente a casa no podría huir...)

Volteó a ver a su prometida sentada en el sofá y ella le sonrió con una hermosa postura, sobre su blusa negra usaba un cárdigan de colores claros, junto a su falda larga se le veía bastante bien.

(Es tan linda como para no entenderlo)

Su nombre era Amamiya Reina, tercera hija de una familia con historia, una chica de la misma edad que Takeru, buenas facciones, largas pestañas, grandes ojos color ámbar cual si fueran a absorberlo, su figura estaba bien definida, además de que en sus esbeltos dedos las uñas estaban bien cuidadas, bien podría decirse que no había ninguna apertura de su parte, era una belleza casi cual obra de arte, sus labios rosados estaban haciendo un arco agregándole calidez a su piel blanca que parecía un poco fría, entre su belleza emanaba un ambiente gentil de una chica de su edad y no dejaba una sensación extraña, no solo su físico, era capaz de hablar japonés, inglés y francés... parece que tiene las mejores calificaciones a nivel nacional. Es decir, La chica llamada Amamiya Reina era un genio.

(Si fuera solo mi novia y no mi prometida estaría realmente feliz... aunque no podría ser)

La belleza de Amamilla estaba a un nivel de que no importa a quien le preguntara diría que es hermosa, además de que le daba justo en los gustos de Takeru, incluso podría decir que era demasiado buena para él, tanto que se sentiría demasiado pesado solo el tenerla como pareja, no se diga de estar comprometidos.

Después de dejar salir un suspiro y rascarse la cabeza levantó la mirada y su mirada se topó con la de Reina, por un instante ella se quedó con los ojos bien abiertos y después parpadeó mostrándole una sonrisa, en la puerta se preguntó si era un sueño y ahora volvía a hacerlo.

— Ah... siento no haberte ofrecido té.

Cuando menos ya había traído a su departamento a algunos amigos pero no es como si tuviera que preocuparse con ellos, por ahora sacó una botella de té y la puso en un vaso, era mejor que no tener nada pero en serio que sentía que le hacía falta mucho como recibir a su prometida con esto, además de que Reina le había traído un regalo... no importa como se vean parecían ser dulces bastante caros... como ella se había preparado se sintió aún peor.

— Está bien, al contrario, avise que vendría apenas ayer, siento mucho haber venido tan de pronto.

Pero Reina no parecía preocuparse por eso, al contrario, fue ella quien bajó la cabeza.

— No, no te preocupes.

Fue el día de ayer que se puso en contacto con su familia y le dijeron a Takeru apenas esta mañana, el motivo es porque anoche ignoró las llamadas que sabía venían de su familia, fue culpa del mismo Takeru por intentar escapar de la realidad todo el tiempo.

— Muchas gracias.

Después de la ligera reverencia mientras estaba sentada ahora volteó a ver a los alrededores dentro del departamento.

— Lo había escuchado pero parece que te has alejado de la familia ¿Será que vives con la persona que te gusta?

— Claro que no, vivo solo.

Se apresuró a mover la cabeza a los lados, no imaginaba viviendo con alguna chica que le gustara, ella se quedó con los ojos bien abiertos.

— ¿no es complicado?

— No es como si no hubiera cosas molestias pero es más sencillo estando solo.

Obtenía lo suficiente para los gastos por lo que realmente no batallaba.

— Si se te permitió vivir solo desde la preparatoria ha de ser por la mucha confianza que tienen tus papás en ti.

—... Solo se quitaron la responsabilidad, no esperaban mucho de mí.

Mientras sonreía movió la cabeza a los lados.

— Algo como eso...

Pero su rostro cambió tener una expresión nublada “Maldición” pensó que lo había arruinado así que se apresuró a hablar con un tono de voz más ligero.

— Pero aun así, es demasiado apresurado hablar de compromiso.

— Es cierto.

Takeru intentó cambiar el tema de conversación y Reina bajó las cejas sonriendo ligeramente.

— Parece que ambos pasamos por cosas difíciles gracias a nuestras familias.

Así es, no sabía que intenciones tendrían pero parece que este compromiso se había decidido por conveniencia de ambas familias, por supuesto que Takeru no estaba de acuerdo con ello y de seguro sería lo mismo para Reina, al contrario, ella debería de desear estar con alguien tan esplendido como ella, debería de sentir que esto era alguna clase de tabú. Al pensar de esa manera se preguntaba si podrían deshacer el compromiso, Takeru como estudiante de preparatoria le era difícil ir contra las decisiones de su familia pero si ninguno de los dos estaba de acuerdo...

— ¿Dando vueltas?

Pero era como si no entendiera lo que le estaba diciendo, inclinó la cabeza con sus palabras.

— Vamos, algo como comprometernos de pronto a conveniencia de nuestras, familias, apenas somos estudiantes de preparatoria.

— En mis alrededores algo como esto no es realmente extraño, aunque es cierto que puede que sea demasiado pronto desde un punto de vista normal.

Un punto de vista normal sería no comprometerse sin siquiera antes haber sido pareja, pero aún así ella estaba sonriendo como si lo tuviera fácil, no era si para ella fuera posible o no, de seguro era algo que ocurriría tarde o temprano ¿Será que por eso no le desagradaba? No pudo preguntárselo.

— Pero es un tema que salió de pronto, puede que en ese sentido podría decirse que nos hicieron dar vueltas.

Con sus palabras bajó las cejas ligeramente por ahora parecía entender a que se refería aunque más bien parecía que estaba siendo considerada.

— ¿Verdad?

— Si.

— No sabíamos nada desde antes que de pronto me digan “Ya tienes prometido” en verdad es un problema

— Es cierto, aunque sea algo oficial creo que primero deberían de hablar con nosotros.

A pesar de que ambos estaban sonriendo con el mismo tema de conversación le dio la sensación de que no estaban hablando de lo mismo, a diferencia de Takeru Reina no parecía estar confundida con la situación.

— Pero me alegra que haya sido con Takeru-san, después de todo nos llevamos muy bien cuando éramos pequeños.

—... ¿En serio?

Reina se rascó la mejilla con una mirada como si le fuera nostálgico, no era de extrañar que Takeru estuviera confundido, debido a la relaciones que tienen sus familias Takeru y Reina ya se habían encontrado de manera temporal pero a diferencia de Takeru cuyos recuerdos de ese entonces eran difusos Reina parecía recordarlo.

(Pero aún así está siendo bastante positiva).

Puede que sea mejor que con un completo extraño pero era un motivo demasiado débil como para aceptar el compromiso.

— No es como hubiéramos estado junto por mucho tiempo pero son recuerdos esplendidos.

La expresión de Reina comenzó a cambiar de manera suave como si estuviera viendo algún álbum de fotografías.

— ¿Recuerdas la fiesta en la que nos conocimos? Es algo vergonzoso pero en ese entonces era un poco retraída pero me llevaste contigo y hablamos de muchas cosas.

Susurró con una sonrisa cual si estuviera tocando gentiles recuerdos...

— E... es cierto...

 Su corazón dolió un poco, Reina tenía hermosos recuerdos de felicidad pero Takeru quien se supone los compartía con ella no recordaba nada, no es como si lo hubiera olvidado por completo pero sus recuerdos de ese tiempo eran ambos.

—... ¿Takeru-san?

Se dio cuenta de cómo se encontraba y volteó a verlo inclinando la cabeza

— Ambos hemos cambiado.

Al final de cuentas no era demasiado importante, lo que en verdad era cierto es que ella en sus recuerdos se veía más pequeña que su edad real.

— No nos hemos visto en mucho tiempo después de todo.

— Si...

Reina agregó eso haciendo una sonrisa frágil, de seguro para ella su figura se estaba apilando con la de él en aquel entonces.

—... Pero.

Fue ella quien rompió con el silencio, levantó el rostro y sus miradas se toparon, Takeru bajó un poco la mirada, hacia sus manos, sus dedos estaban temblando ligeramente.

(Ha de estar decepcionada)

Pero cuando pensaba que estaban en medio de un silencio incomodo le mostro una sonrisa, emanaba un ambiente tranquilo, sus dedos habían dejado de temblar.

— Ambos hemos crecido, ¿No podemos quedarnos igual que en aquel entonces verdad? me gustaría que tuviéramos una buena relación de ahora en adelante.

Se enamoró de sus sentimientos al igual que por sus palabras y sonrisa.

— Además de que estaremos viviendo juntos desde el día de hoy.

— ¡Espera un poco!

Esas palabras hicieron que el cerebro de Takeru reaccionara.

—... ¿Vivir juntos?

— Si.

— ¿Quién y quién?

— Takeru-san y yo... ¿No te lo habían dicho?

¿Se dio cuenta de la situación al ver su reacción? Reina frunció las cejas.

— Es la primera vez que lo escucho... ¿Es broma verdad?

Si viviera con ella podría ser que su relación se fortaleciera dificultando más el romper con su compromiso, aún sin eso era un problema que desapareciera la libertad que tenía por vivir solo.

— Este...

Reina había estado tranquila todo este tiempo pero claramente estaba confundida, ¿Qué es lo que estaba diciendo? Al final no continuó hablando, parecía como si solo estuviera intentando la manera de ser considerada.

—... Lo siento ¿Podrías decirme todo lo que te dijeron?

—... Si.

Dejó salir un pequeño suspiro y sonrió mientras bajaba las cejas.

— Desconozco todos los detalles pero quien decidió el compromiso ha sido el papá de Takeru-san e hizo la sugerencia que viviéramos juntos.

—... Eso quiere decir que papá a pesar de que lo decidió por su cuenta no me dijo nada... lo siento.

— No, estaba un poco sorprendida pero no es algo de lo que tengas que disculparte.

Sonrió gentilmente, no importa como lo pensara tenía que disculparse, pero a pesar de eso llegó a la conclusión de que eso solo la metería en más problemas así que solo se rindió bajando la cabeza ligeramente.

— Ah, ya veo ¿Entonces el tema de vivir juntos ya está completamente decidido?

— No, dijeron que al final seriamos nosotros los que decidiríamos una vez que nos viéramos...

— Ya veo...

Reina hablaba con su expresión un poco nublada, por lo que acababa de decir parecía que ya tenía toda la intención de que vivieran juntos, pero con esto de seguro ha de pensar que no le agrada la idea, no es como si la hubiera rechazado directamente pero por algún motivo al verla reaccionar así le era difícil rechazarla, para empezar es algo que decidió su papá por lo que ya era algo complicado ir en su contra.

— Por ahora dejemos el tema del compromiso para otro día y tomémoslo como el primer día en que nos conocemos, después de todo no siento que esto sea real, ¿Es demasiado repentino hablar de vivir juntos verdad?

No solo era el tema de estar comprometido con una chica de preparatoria al igual que él, por más que Amamiya Reina sea la mujer que daba justo en sus gustos si aceptaba que vivieran juntos entonces ya no tendría escapatoria.

— ¿Te gustaría que lo dejáramos así de momento? Para ambos es el ingreso al nuevo año escolar, creo que deberíamos dejarlo para cuando se calmen las cosas un poco.

No le gustaba la idea del compromiso pero desde que es algo que había decidido su familia no era algo que pudiera negarse con tanta facilidad, incluso si lo hiciera no pensaba que pudiera oponérseles, y si lo hiciera de seguro le causaría molestias a muchas personas, por ahora si aceptaba no había dudas de que las cosas avanzarían, así que pensó en apartarse por ahora,

— Ya veo... es cierto.

Después de un poco de tiempo Reina mostró una sonrisa, era frágil, débil.

— Es cierto, ha de ser repentina la idea de vivir juntos cuando apenas acabas de escuchar del compromiso... es algo normal...

Reina estaba agachada con ambas manos sobre sus piernas, parecía que estaba poniendo un poco de fuerzas en ella haciendo que su falda se arrugara ligeramente.

—... Lo siento.

— ¿Por qué te disculpas Takeru-san?

Era una visita no esperada y terminó de esta manera, pero ella no parecía que le molestara, se puso de pie de esa manera.

— No, aunque diga que otro día no me refiero a que te tengas que ir de inmediato...

— Muchas gracias por la consideración pero es cierto que he venido de pronto, me retiraré por el día de hoy.

—... Ya veo, entonces déjame acompañarte abajo.

En cuanto le dijo eso Reina movió la cabeza a los lados.

— Muchas gracias por la consideración pero está bien solo hasta la puerta.

—... Entendido

Asintió y Reina comenzó a moverse hacia el pasillo con sus cosas en mano, Takeru la siguió con sus pasos pesados, frente a pasillo desde la entrada se encontraba la sala de estar y la cocina, a un lado una habitación con el cuarto de baño y para lavar la ropa, también dos dormitorios, allí se encontraba la habitación de Takeru, en si no era demasiado grande pero a Takeru se le había olvidado cerrar la puerta.

— Ah.

— Discul... ¿eh?

A Reina le dio la sensación de que escuchó un sonido extraño y volteó hacia el otro lado de la puerta quedó con los ojos bien abiertos.

—......... Takeru-san.

— Si...

Al ver el interior de su habitación volteó a verlo con un tono de voz tranquilo, a pesar de eso le dio la sensación de que era fría, su hermoso rostro estaba haciendo una sonrisa... no, puede que lo mejor sería decir que su sonrisa se le quedó pegada, era una sonrisa hermosa pero... honestamente daba un poco de miedo.

—... ¿Qué es esto...?

— Mi habitación.

—......... ¿Cambio la pregunta?

Inclinó su cuerpo hacia él mostrándole una sonrisa, en verdad que daba miedo.

— ¿Por qué está tan sucio?

No hacía falta decirlo, la habitación de Takeru era un desastre.

—......... No la uso más que para dormir, no es ningún problema.

En la cama parecían haber novelas y mangas, las cubiertas se encontraban en otra parte, botellas pet tiradas fuera del contenedor de basura, incluso alguna otra botella ya abierta, de alguna manera entendía que era lo que preguntaba Reina.

— No hay manera de que esta situación no cause problemas.

— Es mi habitación así que no importa si esta desordenada, limpio lo mínimo necesario para poder vivir.

— No está bien.

Pero Reina le respondió dando un paso para acercarse a Takeru “¿Entendiste?” Mientras decía eso se acercaba a su rostro.

(¡Estás demasiado cerca!)

Su corazón comenzó a latir deprisa, pudo percibir un dulce aroma, estaba lo más cerca que había estado el día de hoy, incluso podía notar el largo de sus pestañas.

 — Para empezar una situación con las botellas en el suelo, no es seguro ya que podrías llegar a tropezar.

—... E.. estaré bien si tengo cuidado.

— También el polco, si no limpias bien tu ropa se ensuciará, no es nada higienico.

No pudo responder a eso mientras que ella continuaba hablando aun bastate cerca, no podía tranquilizarse.

— Además de que si dejas agua en las botellas destapadas podrían comenzar a aparecer insectos.

— Uu...

Pensó que no debería de haber problemas ya que no solía comer en la habitación pero tenía algo de resistencia con la idea de tener que dormir con insectos.

— Takeru-san.

Corrigió su postura retrocediendo un paso y se le quedó viendo con una expresión seria.

— No puedo dejar las cosas así.

— Puedo limpiar mi propia habitación... eventualmente.

La verdad es que había limpiado su habitación hace como un mes, pero ella movió la cabeza a los lados haciendo que sus cabellos color lino se balancearan.

— Al ver la cocina desde la sala no parecía que haya sido usada, no es como si las comidas instantáneas sean algo malo pero necesitas tener los nutrientes necesarios, siento si me estoy metiendo demasiado pero es más que evidente que no has pasado mucho tiempo cocinando.

No pensaba que incluso hubiera visto la situación en la cocina, si se había dado cuenta de tanto de seguro no serviría de nada intentar disimular.

— Has cambiado a como eras en aquel entonces, creo que es une lastima pero no hay nada que hacerle.

Es como lo había dicho, era una lástima, desvió la mirada de reina pero ella continuó “Pero...”

— No creo que esta manera de cambiar sea buena.

—... Aunque me digas eso....

¿Qué podría hacer? ¿Cuándo mucho amentar la cantidad de veces que limpiaba su habitación?

— ¿Qué me estás pidiendo que haga?

Desvió la mirada mientras le dolían los oídos por las palabras de Reina, pero esperaba que le respondiera como lo hizo.

— Después de todo déjame vivir en esta casa a partir de hoy.

—... ¿Eh?

Se le olvidó la incomodidad y regresó la mirada, frente a él se encontraba Reina con la mano en su pecho, no era un ambiente en el que pareciera estar diciendo una broma.

— No, dijimos que hablaríamos del tema otro día...

— También lo pensé pero lo siento, no puedo dejarte así.

— ¿Tiene algo que ver con vivir juntos?

— Para empezar soy buena con la cocina, creo que podrías cambiar tu estilo de vida Takeru-kun.

El que estuviera atónita solo era en superficie, levantó un dado frente al rostro de Takeru y después levantó otro.

— Segundo, puedes dejarme la limpieza a mí, no puedo decir que sea buena con ello pero cuando menos a un nivel normal, las áreas comunes las limpiaré yo así que con el tiempo libre por favor limpia tu propia habitación.

A Takeru le dio la sensación de que no estaba respondiendo a su pregunta, pero cuando menos entendía que no es como si lo estuviera ignorando y estaba pensando seriamente en su estilo de vida.

— Tercero, no es algo especifico pero déjame apoyarte, además de que creo que será beneficioso para ambos.

Le mostró una gran sonrisa al mismo tiempo en que levantaba el tercer dedo.

— ¿Qué me dices?

— Aunque me preguntes eso...

Si es como lo estaba diciendo entonces el tiempo y esfuerzos en su vida diaria disminuirían, es solo que para Takeru ese no era el problema, de alguna manera quería evitar el tema del compromiso pero aceptarla en esa situación, solo de pensarlo comenzó a dolerle el estómago.

— Amamiya-san ¿No te desagrada la idea de tener que vivir a solas con un hombre?

— Desde antes esa era mi intención, es cierto que no me gustaría si se tratase de un extraño pero si es Takeru-san realmente no me importa.

Respondió a su pregunta con facilidad sin dejar de sonreír.

— Déjame preguntarte al revés, ¿Hay algún motivo por el que no quieras que vivamos juntos Takeru-san?

Ahora su expresión cambió, ¿Estaría preocupada que Takeru solo estuviera siendo considerado con ella? ¿Podría decirle que era debido a que no le agradaba la idea del compromiso? Pero al ver su expresión se sintió culpable.

—...... Sería un problema que la libertad de vivir solo desapareciera.

Lo que más le desagradaba era tocar el tema del compromiso pero eso tampoco era una mentira, aunque el departamento fuera grande y cada quien pudiera tener su habitación privada no quería que se molestaran en su vida diaria.

— Si es el caso entonces prometo no molestar más de lo necesario así que puedes estar tranquilo.

Dejó salir un suspiro de alivio sonriendo con la mano en el pecho.

—... ¿Pero la tendrías más fácil quedándote en casa verdad? además de que tendrías que hacer más labores del hogar...

— ¿Es lo mismo para ti verdad Takeru-san?

— Bueno, es cierto pero se tiene más libertad.

— Es lo mismo para mí, la verdad es que desde antes añoraba poder vivir sola, creo que es una buena oportunidad.

— ¿Pero estarías viviendo con alguien cierto?

— Es verdad.

Tras decir eso comenzó a reír, volteó a verlo hacia arriba.

— ¿Qué me dices?

A diferencia del asunto del compromiso parecía no querer retroceder con el tema de vivir juntos, tomando en cuenta lo que se ofrecía a hacer por él le sentía mal echar por tierra su consideración, abrió la boca aún con sentimientos de querer negarse.

— Bueno, ya se ha hablado con nuestras familias... después me avisas del día de la mudanza.

— ¡...! ¡Si!

La expresión de Reina cambió de ser un poco rígida a mostrar una gran sonrisa mientras asentía, su voz fue hermosa mientras mostraba una adorable sonrisa.

(¿También es capaz de hacer esa cara?)

Era la primera vez que la veía de esa manera y le pareció bastante linda, era la expresión más linda que había visto en ella durante el día, su corazón se aceleró y sintió una calidez extraña.

— Ah, perdón, terminé mostrándote una parte descuidada.

— Ah, no, está bien.

Se puso roja intentando esconderse con las manos, en serio que eso también era malo para su corazón, una linda sonrisa, una figura hermosa y buenos modales, a primera vista Amamiya Reina era una chica perfecta y al ver una nueva expresión en ella sintió que su rostro se calentaba un poco.

— Necesitaré preparar algunas cosas así que necesitaré algo de tiempo, cuento contigo a partir de ahora.

— Ah... si...

A estas alturas se preguntaba sin en verdad estaría bien que vivieran juntos pero Takeru no pudo decir nada más.

 

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