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Foto del escritoryumenosubs39

SINoALICE



Dorothy

 

Hace mucho, mucho tiempo había una pequeña chica llamada Alice, en cierto momento Alice estaba jugando en un prado cuando un conejo blanco con ojos rosas pasó frente a ella, pero no era un simple conejo, sacó un reloj de bolsillo real del chaleco que llevaba puesto.

— ¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Llegaré tarde!

Alice sin pensarlo terminó siguiendo a ese conejo y el conejo entró de un salto en un agujero, Alice lo siguió entrando también, ese agujero que parecía un nido desde afuera por dentro era tan profundo como si fuera un poso, continuaba y continuaba cayendo, cuando se dio cuenta Alice se encontraba en una habitación desconocida, era algo que parecía ser una habitación.

Alice buscó el conejo blanco, comenzó a caminar dentro de aquella habitación entonces encontró una bebida que encogía un cuerpo así como unas galletas que hacían crecer el cuello, en verdad que la pasó mal por eso, siendo molestada por un ratón que hablaba, encontrándose con unas aves dodo que daban vueltas, ¿¡Qué clase de habitación era esa!?

Alice salió de la habitación entrando en un bosque, entonces se encontró sobre un árbol al gato de Cheshire que se la pasaba sonriendo.

— Si vas a la derecha llegarás con el sombrerero, si vas a la izquierda con el conejo puedes ir a donde gustes, ambos están locos.

El gato de Cheshire desapareció con una sonrisa, Alice decidió ir hacia la izquierda, se encontró con el sombrerero pero porque no escuchó del conejo, mejor dicho al llegar a la casa del conejo se encontraban en una sorprendente fiesta del té, era un desastre de té y dulces, las conversaciones eran una locura, Alice cansada decidió retirarse.

Después de eso también, siendo arrastrada a un torneo de Croquet con reglas extrañas, siendo involucrada a un juicio del que no entendía nada, estaba cansada de todo, y Alice gritó dentro de su cabeza.

— ¿¡Qué demonios son estas tonterías!?

Al hacerlo una baraja de cartas apareció en el cielo, los soldados atacaron a Alice.

— ¿¡Qué demonios les pasa!? ¡Son simples cartas!

Cuando se quitaba las cartas de encima a la fuerza despertó, cuando Alice se dio cuenta se encontraba en su cama, la habitación gobernaba la habitación, parece que había estado viendo un sueño extraño.

— Parece que ya despertaste

Fue una voz gentil, la voz de un príncipe, cuando Alice intentó responder la gran mano del príncipe cubrió la boca de Alice.

— Silencio.

Alice asintió, después de todo se lo había dicho su querido príncipe.

— Buena chica.

¿Qué estás haciendo? Intentó preguntar pero lo soportó, era una pregunta que no debería de hacer, ¿Qué es lo que estaba haciendo el príncipe? ¿Qué es lo que quería lograr? Lo sabía mejor que nadie, Alice lo sabía mejor que nadie, entonces cuando se dio cuenta Alice ya había cerrado sus ojos de nuevo...

 

 

Cuando abrí los ojos estaba oscuro, abrió los ojos con todas sus fuerzas pero a pesar de eso estaba oscuro, no era como la oscuridad lo comprendió de inmediato, no era eso, lo sabía. ¿Estaba dormida?

No lo sé, no estaba en la cama, ni siquiera estaba recostada, cuando me di cuenta ya me encontraba de pie en medio de la oscuridad, era pesado, en medio de un aroma a tierra, de pronto levanté ambos parpados, así es... no es como si hubiera abierto los ojos, mis parpados se levantaron por su cuenta.

Escuché susurros desde atrás, voces como piano desafinado, dos voces agudas, desagradables, entrecortadas, como el sonido de un reloj, los dueños de esas voces no eran humanos, al darme la vuelta lo que se encontraban allí marionetas, muñecos de un niño y una niña.

A pesar de que los muñecos hablaran no lo sentí extraño ¿Por qué? A pesar de que normalmente los muñecos no hablan, ¿por qué lo estaba aceptando como si eso fuera normal? Cuando menos en el mundo de la realidad los títeres no hablan. Es que, vivo en el mundo de la actuación, en una historia creada donde los conejos hablan, donde hay un conejo que desaparece de la nada con una gran sonrisa, estaba en ese mundo por lo que no me sorprendió que unos títeres hablaran.

Poco a poco, poco a poco recuperaba mis recuerdos, los recuerdos extraños de aquella historia, en el instante en que alejaba a las cartas que me atacaban la aventura terminó, yo... yo...

Sentí dolor en mi pecho como si me apretaran, se me dificultaba respirar, lo recordé fue algo bastante triste, a pesar de que no quería recordarlo... no, no quería olvidarlo, tenía que recordarlo pero no quería olvidarlo, dos pensamientos contradictorios que me desgarraban.

— Estás amarrada.

— Está amarrada.

— ¿O tal vez maldita?

Los títeres se acercaron mientras hablaban con diversión, sus caras no tenían un fragmento de lindura, se acercaron directamente viéndome hacia abajo, sus cuerpos eran pequeños, y me daba la sensación de que podría destrozarlos solo con las fuerzas de mis brazos.

— Bienvenida a la librería.

— Este es el lugar en donde se cumplen los deseos.

¿Deseos? No, no puedo tomármelo en serio, esta clase de cosas siempre tienen un motivo oculto, aquellos que se manejan con palabras dulces siempre tienen un lado oscuro, diluyendo la verdad a la del tamaño de la punta del dedo usando una montaña de mentiras haciendo la bebida más sabrosa, si lo bebo por accidente seré envenenada en poco tiempo...

— ¿Ella también tendrá un deseo que quiera cumplir?

— No tengo nada como eso.

— ¿En serio?

— Deberías de tener un deseo.

— Por ejemplo... revivir a tu autor.

¿Se puede revivir? ¿Un human muerto puede regresar a la vida?

— Mira, mira, es eso, ese es su deseo.

La persona apreciada para mí, la persona que tanto quiero ya está murta, es alguien a quien no volveré a ver... ¿Podría volver a verlo? ¿Es en serio?

— No creo en lo que unas marionetas dicen.

Ya estoy harta de bestias capaces de hablar, los objetos y herramientas que se mueven solo llaman la desgracia, por eso es que creo que las marionetas deberían de dejar de hablar.

— ¿Oya, oya? No lo piensas en verdad.

— ¿Quieres volver a verlo verdad?

¿Por qué es que saben algo como eso? Desde hace rato es como si fueran capaces de ver dentro de mi corazón, nada de “Ki, ki, ki” “Ke, ke, ke” Que risas tan desagradables tienen estos títeres.

— Esta es la librería.

— El lugar en donde se reúnen las esperanzas y los deseos.

Intenté voltear a ver a los alrededores, es extraño, la oscuridad alrededor comenzó a cambiar a pesar de que cuando abrí los ojos estaba completamente oscuro. En medio de la oscuridad había libreros que se apilaban hasta tener que levantar la mirada, uno tras otro, todo el lugar estaba lleno de una cantidad incontable de libros... Ah... se parece mucho a la librería de mi príncipe...

“Vamos mi linda Alice, ven conmigo”

Recordé su voz desde mi corazón, siempre había querido escuchar aquella voz, las palabras de esa persona se encontraban en este lugar, pude escucharlo por más leve que fuera, aunque esté bastante lejos no había manera de que dejara escapar su voz, cuando se encontraba con otras personas por primera vez guardaba silencio como si fuera una piedra, se divertía hablando solo, le encantaba jugar con palabras, y cuando hablaba conmigo lo hacía rápido, también tenía una extraña costumbre de alargar las palabras de forma siniestra al final, sus palabras ambiguas también, todo, todo lo recuerdo, no hay manera de que pueda olvidar las palabras que dijo frente a mí incluso ahora que ya ha muerto.

— En serio... ¿En serio se cumplen los deseos?

Quiero verlo, si pudiera desear poder ver a esa persona una vez más entonces me gustaría pedirlo.

— Pero.

— Si quieres revivir al autor.

— Tendrás que hacer eso.

— Un sacrificio es necesario.

Así que después de todo era eso.

— ¿Oya? ¿Ocurre algo?

La marioneta de la niña inclinó la cabeza, volteó a verme, era una marioneta sin carne en su rostro y sin expresiones, pero no hay dudas de que se me quedaba viendo con una mirada de sospechas.

— Nada.

Creo estoy sonriendo, eso es porque me sentí más tranquila al saber que los títeres pedían condiciones, para cumplir un deseo un sacrificio es necesario, es algo bastante evidente, al contrario, si me dijeran que me cumplirían mi deseo incondicionalmente entonces no hubiera aceptado, no hay manera de que exista algo tan conveniente como eso.

— ¿Y? ¿Qué tengo que sacrificar? ¿Qué tanto debería sacrificar?

Las marionetas dejaron salir de nuevo aquella sonrisa siniestra.

— Robar vidas.

— Vidas que valgan tu deseo.

Se escuchó un sonido desde los libreros, sentí un instinto asesino.

— Vamos, mata bastante.

— ¡Acábalos por favor!

¿En que momento? Cuando me di cuenta estaba rodeada por monstruos, ¿Debería de alegrarme de que aquellos a quien tengo que quitarles sus vidas no sean humanos? ¿Debería de llorar? Más importante ahora hay un problema, esas bestias mostraban sus colmillos y garras afiladas, ¿Cómo se supone que debería de matarlas? Soy una chica humana sin ninguna clase de poder, no tengo ninguna clase de arma para poder acabar con los monstruos...

— Ku, ku, ku, Podrías ser asesinada.

Sentí algo de peso en la mano que se supone que tenía vacía, al voltear a ver ya estaba sujetando una espada, parece que es como si dijeran que la usara para matar a los monstruos frente a mí, una promesa en un mundo ficticio, el problema y la solución que aparecen casi simultáneamente.

Obtuve una herramienta pero esta siempre surgen con un problema para su uso, o al contrario se crea un problema difícil para poder solucionarlo, ahora se me ha otorgado la tarea de “Toma las vidas de la biblioteca” y se me ha prometido una recompensa.

De seguro este mundo, esta biblioteca ha de tener algunas clases de reglas extrañas parecidas a las de mi mundo, igual que el mundo que preparó para mí mi príncipe... entonces no hay nada que temer.

Blandí la espada cortando al monstruo frente a mí.

 

 

El primer monstruo contra el que pelé tenía dos cuernos creciéndole de la cabeza, un gran garrote en manos, dentro de la biblioteca de mi príncipe había el dibujo de un monstruo como ese, si mal no recuerdo su nombre era un orco... en ese libro los orcos eran derrotados por fuertes espadas, los monstruos eran seres malvados que les ocasionaban problemas a los humanos.

¿De que manera los guerreros mataban a los orcos? Evité el garrote que bajaba hacia mi cabeza y antes de que viniera un segundo ataque atravesé el estomago del orco con mi espada... ya veo, los movimientos del orco son lentos, está moviendo un garrote bastante pesado por lo que no podrían moverse con velocidad.

Las bestias rugían mientras derramaban sangre, la sensación de la sangre cálida y su olor era desagradable, no solo era su sangre, habían cosas extrañas mescladas, apestaba, me dieron ganas de vomitar, intenté contener mis nauseas mientras continuaba blandiendo la espada, todo estaba lleno de sangre, volaban pedazos de carne y entrañas, los fuertes guerreros que aparecían en las historias no terminaban de esta manera, después de cortar a varios lanzaba un ataque final derrotándolos a todos.

A pesar de que aún quedaban cuatro la hoja de mi espada ya estaba mellada, era un desastre, con esta espada ya no podré pelear... pero cuando pené en eso la espada brilló, esa espada llena de sangre cambió a tener una hoja completamente blanca y sin rasguños, con esto podré continuar peleando.

¿Será que mi olfato se acostumbró? Fui más capaz de soportar el asqueroso olor, no movía la espada sin sentido, la bajé con un objetivo claro, fue a un lugar en el que no debería de salir tanta sangre, además de evitar los huesos para que la espada no resultara dañada, pero aún diciendo eso de esta manera era más complicado, al estar peleando con cuatro al mismo tiempo no podía darme el lujo de apuntar a lugares específicos,

Poniéndome en desventaja, haciendo que los enemigos teman, hacer eso es más complicado, derroté al segundo y al tercero casi al mismo tiempo cuando mi espada crujió rompiéndose, pero está bien, la espada rota desapareció como si fuera humo y en mi mano apareció una nueva espada, era ligeramente más pesada pero parecía ser una espada resistente.

Tras mover mi nueva espada la cabeza del enemigo cayó, no le ocurrió nada a la espada pero mi brazo estaba gritando, ¿Se me dislocó el hombro? ¿El codo? Al mismo tiempo en que llegó el dolor apareció el entumecimiento, aún quedaba uno, sostuve mi mano derecha con mi mano izquierda y de esa manera llevé la punta de la espada hacia el enemigo.

 Aquellos que portaban una lanza y parecieran ser un soldados, aquellos soldados carta que estaban con la reina roja, si uso una posición parecida a la de ellos podría pelear con una sola mano, de esa manera empuñe la espada cual si fuera una lanza. Fue lo correcto, después de apuñalar varias veces el monstruo cayó, su barriga inflada de manera patética estaba llena de agujeros.

—... Con esto es todo.

Tenía la respiración entrecortada, sostuve mi cuerpo usando la espada cual bastón, el suelo de la biblioteca estaba sucia por toda la sangre por lo que no tenía ganas de caer sobre una de mis rodillas.

 

 

— Esto no es el final.

— ¿Pensaste que terminaría con solo esto?

— Aún no es suficiente.

— Son necesarios muchos, muchos más sacrificios.

“Lo sé” contesté, solo con matar a cinco monstruos una persona no reviviría, su existencia para mí es demasiado pesada, puedo imaginar fácilmente que su vida vale mucho más que esto.

— Bueno, esos eran unos debiluchos después de todo.

— Si, ¿Necesitaría una montaña?

— ¿Quieres que te enseñe una manera más efectiva de matar?

— ¿Es como si con uno solo sería un boom?

Los muñecos comenzaron a moverse haciendo sonar sus extremidades con sus risas, ¿Tenían la intención de aplaudir? ¿De bailar? Realmente no lo entiendo.

— No los entiendo ¿A qué se refieren? Explíquense.

— Es decir, basta con que mates a las personas de otras historias.

— Hay... ¿Hay otros?

— Por supuesto, ¿No habrás pensado que eras especial verdad?

— Claro que no.

— En serio que tienes una buena intuición.

Esa persona me dijo que era “especial” pero no era tan especial, solo esa persona que me creó era especial, justo por ser él que era especial, por ellos las historias que creó son especiales, solo las palabras de esa persona son especiales, pero a pesar de eso ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que morir? A pesar de ser una persona especial ¿Por qué tuvo que desaparecer del mundo? No puedo perdonarlo, en verdad, en verdad era una persona especial, es un error que esa persona haya muerto.

Quiero volver a verte mi príncipe, nee vuelve a llamarme Alice, vuelve a acariciarme la cabeza diciendo que soy una buena chica, de nuevo abrázame al punto de que deje de respirar, de nuevo con la mano de mi príncipe...

— ¿Si mato a los personajes de otras historias mi deseo se volverá realidad?

— Si.

— ¿En dónde se encuentran?

— Quien sabe...

— Ve a buscarlos por tu propia cuenta.

— Y solo esto porque podrías estar malentendiéndolo.

— Un solo personaje de otras historias no será suficiente.

Ya veo, así que son varios a los que tengo que matar, si hablamos de lo más efectivo no serían monstruos, si no que a varias personas humanas.

— ¿Ocurre algo?

— ¿Tienes miedo ahora que sabes que serán humanos?

Esos títeres eran bastante siniestros escupiendo palabras siniestras con cada cosa...

— No tengo miedo.

No tenía la intención de actuar como una buena persona, después de todo frente a mí tenían una recompensa bastante atractiva, problema, resolución y recompensa, es la promesa del mundo ficticio.

— De seguro será hasta después que te encuentres con los personajes de otras historias.

— Primero ve y acaba con los debiluchos.

—... Entendido.

Es decir, basta con que mate, un trabajo sencillo como matar a todo lo que se me ponga enfrente.

Haa.. príncipe ¡Mi príncipe! ¡Te quiero mucho mi príncipe! Haré lo que sea para poder volverte a ver, tomaré cualquier camino difícil si con ello mi príncipe vuelve a la vida, aunque estas manos se manchen, aunque tenga que bajar al infierno, si es por la persona que amo puedo hacer lo que sea...

 

 

“Mi amada Alice, vamos, ven”

“Si, mi príncipe”

“Eres una chica buena”

“Muchas gracias mi príncipe”

“Eres la más linda de todas, hermosa, un tesoro apreciado”

“Yo también te quiero mucho mi príncipe”

Fue una conversación que se repitió varias veces, un ritual para corroborar nuestro amor, sus palabras permitían mi existencia, con su mano conocía mi contorno, de no ser por las palabras de mi príncipe no me encontraría aquí, si no fuera por la mano del príncipe no sabría en donde comienzo y termino yo y en donde comienza el mundo.

Por eso esto es lo correcto, lo que me hizo mi príncipe en la oscuridad fue algo necesario, fue doloroso duro y asfixiante pero... justo porque fue doloroso duro y asfixiante ¿Puedo esperar una recompensa verdad? ¿Está bien si pienso que mi príncipe es mío cierto?

 

 

Vomité por la peste de los monstruos que parecían perros, sus lenguas cual entrañas colgaban, sus salivas caían de manera patética, estaba sorprendida por la existencia de esta clase de criaturas, si hubiera sido mi príncipe incluso si fueran monstruos hubiera creado algo mucho mejor, pero no podría hacer algo como destruir una creación de mi príncipe aunque fuera un monstruo, aunque apestara no podría matarlo, no podría hacer algo como cortar sus cabezas con mi espada y atravesar sus corazones.

Los monstruos de la librería no son cosas creadas por mi amo por lo que puedo matarlas fácilmente, robar sus vidas sin dudarlo, a pesar de que comprenda el pecado que esto significa.

 

 

El monstruo que se le parecía mucho a un ave tenía un llanto bastante cruel, resonaba en mis oídos de manera desagradable, era aguda y alta, un escándalo, sus alas sucias estaban dispersas, pesé que se le parecía a las mujeres desagradables de mi príncipe. Un rostro enterrado en adornos de plumas de mal gusto, una capa de polvo en su cara que pareciera que se caería en cualquier momento, de sus brillantes labios rojos salían gritos como si fueran gansos siendo estrangulados, sus brazos temblaban y parecía que al tocarlas la grasa escurriría, cada vez que se movían podía sentirse su peste corporal mezclada con colonia, dentro de sus cabezas solo habían cosas como “la ultima moda” ropa, joyería, teatro, rumores, les encantaba hablar mal de los demás, cosas idiotas y sin sentido, los monstruos tenían el nombre de mujer ¿Por qué los monstruos que salían en la librería se les parecían? Eran ruidosas, apestaban tontas, mi príncipe estaba cansado de corazón por tener que ser perseguido por ellas...

Si en ese momento yo hubiera tenido esta espada en mis manos hubiera podido eliminarlas, a pesar de que pude haber eliminado con esta espada a aquellos monstruos que molestaban a mi príncipe pero era impotente, solo era una pequeña niña, no solo no podría matar a las mujeres monstruos, ni siquiera podría alejarlas.

Después de que mi príncipe fuera liberado lo más que podía hacer era consolarlo.

 

 

“Mi linda Alice, nunca cambies”

“Príncipe, nunca cambiaré”

“Continua siento una linda chica por siempre”

“Por supuesto príncipe”

“Por toda la eternidad”

“Te lo prometo”

Repitiéndolo y repitiéndolo, fue la promesa que hicimos, las palabras de mi apreciado príncipe que tanto aprecio, ¿Será que pelear contra monstruos y volviéndome fuerte sería ir en contra de la promesa que tengo con él? Prometí que no cambiaría por toda la eternidad, el volverme fuerte para robar la vida de los monstruos ¿Sería traicionar a esa persona? No, lo que mi príncipe odia es a esas mujeres, siendo desechado cambiando a ser cosas desagradables, yo no soy así, no le haría nada desagradable, no rompería mi promesa con mi príncipe, además de que lo sé, lo que estoy haciendo es algo malo, algo que no debería de hacer, nunca me volveré como esas mujeres.

— Es una contradicción.

— Es una compensación.

Los títeres comenzaron a reír, eran risas siniestras.

— ¿Qué pasa?

— ¿Estás en problemas verdad?

Les di la espalda a los títeres, no tengo problemas, es algo bastante sencillo, me volveré fuerte, no seré una chica impotente, no me convertiré en una mujer adulta cruel, tomaré las vidas de los monstruos seré alguien fuerte, mi príncipe no es alguien malo, soy una niña, mi príncipe me amará si no me convierto en alguien como esas mujeres ¿Lo ves? Es alguien bastante simple, fácil de entender, no hay ninguna contradicción, si me vuelvo fuerte es para poder ver a mi príncipe lo más pronto posible.

 

 

Simplemente no encontraba a personajes de otras historias, los que aparecían frente a mí eran solo monstruos, monstruos perros, monstruos ave, monstruos serpiente, monstruos hormiga... así está bien, aunque no sea muy eficaz estoy robando muchas vidas, entre más vidas robe más fuerte me volveré.

— ¿Está bien?

Los títeres aparecieron, eran ruidosos, molestos, ¿Ahora que es lo que quieren?

— ¿Los monstruos apastan y son detestables verdad?

— ¿Está bien que hagas tu fuerza a esos monstruos apestosos?

¿Qué están diciendo? A pesar de que soy tan fuerte y hermosa, soy capaz de blandir una espada más grande que el tamaño de un adulto, habiendo volar las cabezas de los perros y haciendo caer al suelo a los monstruos ave. Las uñas afiladas desgarraron las cabezas de los monstruos serpiente, no son uñas adornadas de colores de manera inútil como las de aquellas mujeres, eran uñas fuertes que servían para algo, si las cadenas largas se mueven es por el poder de la magia, así es, obtuve magia poderosa, al mover las cadenas puedo destazar a los monstruos araña, encerrándolas en jaulas y lanzando la llave, todos los monstruos hierva se marchitaban.

Quiero ser más hermosa, quiero ser más y más fuerte para mi amado príncipe, para poder protegerlo, ya no necesito ser protegida, yo protegeré a mi príncipe, él tiene un corazón débil después de todo.

Me había dado cuenta desde hace mucho pero dentro de mi príncipe se encuentra un joven frágil fácil de romperse, alguien puro, gentil, hermoso, amo todo de mi príncipe, y solo yo lo conozco, lo protegeré todo, el mundo que ve mi príncipe soy solo yo, soy la única que puede comprenderlo, está bien, ya no soy una niña pequeña, ya no soy una débil Alice que blandía la espada al azar con ganas de vomitar.

Rápido, quiero que mi príncipe vea como soy ahora.

— Fu, fu, esa es la oscuridad.

— Hi, hi, hi, esto es XXXXX

Se escuchó a voz de los títeres, ¿Ahora que están diciendo? ¿Con quién están hablando?

— Jajajaja

— Hahahaha.

Los títeres rieron ¿De qué se están riendo? No, eso da igual, es que yo... yo soy......

... ¿Quién soy?

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