Itsuka Tenma no Kuro USagi Volumen 1 - Capítulo 3
- yumenosubs39
- 14 jul
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Capítulo 03
El relámpago de Gekko.
Dos horas después de eso, la puerta de la escuela ya estaba cerrada, no se veían ni los estudiantes, los maestros, ya no había nadie en la escuela.
— ¡Bésame!
Y una chica dijo eso en aquel lugar, pero en cambio, Kurenai Gekko no levantaba la mirada del libro que estaba leyendo.
— Cállate.
Susurró, tenía cabellos negros, el cuello del uniforme cerrado, sus ojos tranquilos solo se concentraban en el libro siguiendo las letras. Y la mujer continuó hablando.
— ¿Ha? ¿Cállate? ¿¡A que te refieres con cállate!?
Pero él…
—…
Gekko no contestó, continuaba en silencio...
— ¡Ah! ¡Espera! ¿¡Me estás escuchando!?
—…
— ¡Bésame rápido!
—…
— ¡Que me beses!
—…
— Nnn ¡mooo! ¡¡Rápido!!, ¡De lo contrario moriré! ¡Si no me besas moriré!
Estaba haciendo un escándalo cuando Gekko por fin levantó la cabeza, y de ese modo se quedó viendo al frene. Al hacerlo desde el lugar en el que la chica estaba haciendo un escándalo pidiéndole que la besara… no había nada, solo la escuela normal, se trataba del salón del consejo estudiantil de la escuela.
Preparatoria Miyasaki, en el edificio central, en la esquina del quinto piso se encontraba el aula del consejo estudiantil. El lugar no estaba muy ordenado, un pizarrón blanco, libreros, y una grande y larga mesa para las juntas, y en una de las orillas de esa mesa Gekko se encontraba sentado en el asiento especial del presidente, estaba atónito. Apenas habían pasado dos meses desde que entró en la preparatoria, se graduó de la secundaria, e hizo su debut en la preparatoria con 16 años, ¿Cómo es que llegó a ser el presidente del consejo estudiantil? Habían conversaciones como esas, pero por ahora eso da igual, lo que sí se sabe es que la preparatoria Miyasaki no es algo normal. Y más importante que eso…
— ¡Bésame!
Era molesta, la chica seguía levantando la voz hasta que él por fin volteó a verla.
—… Nn.
Pero, parecía como si el contenido del libro que había estado leyendo hasta ahora era divertido, así que por ahora bebió un poco del té que tenía en frente. Y de nuevo volvió a bajar la mirada para leer, cuando…
— ¿¡¡¡Por qué me ignoraaaaaaaaas!!!?
Volvió a escucharse la vos molesta.
— ¡Moo Gekko! ¡Bésame rápido! ¡Moriré! ¡En verdad moriré!!
En la sala del consejo estudiantil una chica estaba haciendo un escándalo, y Gekko volteó a ver a donde estaba con esa voz. Y al hacerlo del otro lado de la mesa se encontraba una chica… pero…
— ¡Uwaaaaa! ¡No! ¡Moriré! ¡Voy a morir! ¡¡¡¡En serio moriré!!!!
Continuaba gritando. Era una chica de baja estatura, una linda cara un poco infantil, pequeños ojos y una larga cola de caballo. Pero detrás de esos ojos dulces y tranquilos había algo teñido con ira, lo fulminaba con la mirada.
Ando Mirai… ese era el nombre de la chica.
Llevaba una falda a cuadros de color azul y camisa de marinera, una chica de preparatoria sin nada en especial, no importa de dónde se viera era normal, corriente, si acaso un poco más baja, pero una chica de preparatoria, pero…
La chica que estaba en frente de Gekko no era solo una chica de preparatoria.
— ¡¡¡¡Morireeee!!!! ¡¡¡¡En serio moriré!!!!!
Era una chica un poco extraña. Ella por algún extraño motivo estaba esforzándose desesperadamente apoyando ambas manos sobre el muro, al verla desde un lado en definitiva no se sabría que estaba intentando hacer, más que eso, estaba inflando de manera linda las mejillas, haciendo que pareciera más extraña.
Pero aun así, la chica continuaba desesperadamente conteniendo el muro mientras gritaba “moriré, moriré” y mientras mantenía las manos en el muro volteó tomando una pose extraña, y dijo con un rostro a punto de llorar.
— Moo, ¡Gekko! ¡Por favor! ¡Bésame! Si no, yo… ¡en serio moriré!
Decía aquello pidiendo un beso. Sus ojos húmedos, un rostro que bien podía decirse que era hermoso, y por su baja estatura la hacían ver aún más infantil mientras pedía que la besaran, ¿no sería eso un delito? Bueno, no llegaba a dar esa sensación de culpa, pero que una chica hermosa le pidiera un beso no debería de haber ningún hombre que la rechazara.
… Pero Gekko le respondió a la chica. Respondió directamente a sus plegarias de un beso, la vio directamente y fríamente le dijo…
—… Cállate debilucha.
En ese instante la expresión de Mirai se congeló ante la respuesta inesperada. Y de inmediato puso una expresión roja de ira.
— ¿¡¡Quien es una debiluchaaaa!!?
— Tu.
— ¡¡¡¡No soy una debilucha!!!!
— Jajaja, los perros débiles suelen aullar mucho.
— Uuu…. Este tipo… este tipo en serio que…
Pero Mirai no pudo continuar, su rostro de pronto hizo una mueca de sufrimiento.
— Ah, esto es malo…
Todo su cuerpo comenzó a temblar, como si estuviera mostrando síntomas de alguna enfermedad comenzó a sudar por todo su cuerpo.
— Uu… Ge,.. ¡Gekko!... ¡por favor!... Ya… ya no seas malo conmigo… en serio…. No puedo… soportar más….
— …
— Así que… por favor… bésame…
Lo dijo con una expresión a punto de llorar.
“Bésame”
Un salón después de clases en donde no había nadie más que ellos.
“Bésame”
Se lo pidió mientras sostenía desesperadamente la pared. Pero lo que significaba era desconocido. Por supuesto, a pesar de que no supiera que era lo que significaba, la podía besar, ella era hermosa, y podría besar a esa chica hermosa durante su primer año durante el primer semestre, con ello estaba la posibilidad de que también las próximas vacaciones de verano las pasara color de rosa. Pero…
—…
Esta historia no avanzará en ese sentido. Gekko lo sabía. Las cosas no avanzarían así, por eso se puso de pie, cerró el libro que estaba leyendo y dejó el té que tenía a un lado. Vio a Mirai con una mirada fría. Ella estaba implorándole que la besara mientras sostenía desesperadamente la pared, se dirigió a esa chica que era una amalgama de excentricidades.
— ¿Quieres que te ayude?
— Si.
— ¿Quieres que te bese?
— Si.
Mirai asintió.
— ¡Bésame rápido!
Lo dijo con fuerza, pero Gekko...
— …
Respondió con una expresión cual si estuviera fastidiado desde el fondo de su corazón.
—… En serio es de lo peor.
Tras decir eso volteó a ver a los documentos que estaban sobre el escritorio, justo antes tenía esos documentos de reportes, peticiones y otras copias. Pero no eran normales…
—…
No eran de la escuela, eran de la organización escondida detrás de la escuela. Cualquiera que la viera le parecería algo normal, sin nada extraño, solo una escuela en la ciudad, pero era el frente de una organización militar, y estos eran documentos con información. Se le quedó viendo a un documento con una mirada afilada. Allí estaba escrito.
“Vampiro” Saitohimea.
“Sacrificio” Kurogane Saito.
Y también con respecto a Kurenai Gekko.
Al ver esos documentos…
—… Maldición, ¿por qué en este momento mi nombre aparece en los documentos de investigación militar?
Lo dijo en un susurro, a pesar de que no quería llamar la atención hasta que ocurriera aquello, pero parece que las cosas no avanzarían sin él, además.
—…
Gekko frunció las cejas, regresó la mirada a la chica ruidosa que sostenía el muro desesperadamente mientras decía “bésame, bésame”.
—…
Comenzó a recordar un paisaje del pasado. Parecía que allí había comenzado toda su historia, enredos molestos, y no podía avanzar tal y como lo deseaba.
— Maldito inicio de mierda de esta historia…
Tras su susurro lo recordó todo. Aquella historia en la que conoció a Mirai.
No, ese día, comenzó la historia tras encontrarse a esa bestia desconocida llamada Ando Mirai.
◆◇◆◇◆◇
Comencemos desde el momento en que la historia en verdad dio inicio. Por supuesto, al tener los recuerdos fragmentados, será un poco difícil traerlo todo de vuelta, pero aun así ese día, todo dio una vuelta de 180 grados, no creo que haya manera en que pueda olvidarlo.
Me desperté en la mañana, fui a la primaria, recibí mis clases, y pasé todo el día sin hablar con nadie para después regresar a casa. En ese momento no tenía ningún amigo, por eso es que todos los días repetía lo mismo, no hablaba con nadie, no decía mi opinión a nadie, era un mundo en el que nadie me veía.
— Los genios terminaran sus dias sin poder congeniar con las demás personas…
De vez en cuando aparecía eso escrito dentro de los libros, creo que han de estar en lo cierto. Nací como un genio. Desde el instante en que nací, el mundo que veo es diferente al de los demás, me di cuenta de eso cuando estaba en cuarto año de primaria, en el momento en que me di cuenta de ello, un enorme sentimiento de soledad llenó mi corazón.
No podía acercarme a nadie.
Amigos, familiares, no tenía las ganas de hablar con nadie, los veía a todos como unos tontos, y todos me veía como un tonto, el mundo siempre estaba teñido de gris, por eso es que solo se me permitía hablar con una persona, mi hermano menor gemelo, Kurenai Hinata, solo con él. Nacimos del mismo embrión, nuestra apariencia prácticamente era idéntica, cabello negro, ojos negros, la estatura alta, la inteligencia, incluso abrazaba la misma soledad. Ambos vimos rápidamente todo lo del mundo y rápido nos aburrimos de él, temblando de soledad, por eso es que en mi mundo no había nadie más que mi hermano menor y yo, ambos teníamos que vivir uno cerca del otro…
O eso era lo que pensaba.
Gekko, y Hinata.
Noche y día.
Siempre creí que si no estábamos unidos terminaríamos desmoronándonos. Pero… fue un gran malentendido.
El mal entendido del tonto de yo. Mi hermano era un genio más grande que yo, abrazaba una desesperación más grande que la mía, por eso, cierto día, ocurrió lo que tenía que pasar.
Estaba malinterpretándolo todo, y ocurrió aquello que me hizo saber que era incompetente y estúpido. Ese día, comenzó como cualquier otro, sin cambio alguno. Me desperté, fui a la escuela, tomé clases, pasé todo el día sin hablar con nadie y entonces regresé a casa pero…
Mis padres habían sido asesinados.
Después de la entrada está la sala de estar, Ali dentro mi padre y mi madre… realmente no lo entiendo muy bien, pero parecían haber sido devorados por dos monstruos extraños.
—…
No deje salir ni una sola palabra, no, puede que simplemente no entendía lo que estaba ocurriendo justo frente a mis ojos, es que, no debería de ser posible, no debería de haber ocurrido algo como eso, era como alguna escena salida de una película o un manga, monstruos extraños estaban dentro de mi casa., un cuerpo tres veces más grande que el de un adulto, ojos rojos y dos cuernos, piel completamente negra, cola como la de un cocodrilo, le salían de la espalda alas como de murciélago, claramente era “eso”
Demonios.
Qué tontería, eran como los que salen en los cuentos para asustar a los niños, la apariencia de ese demonio era exactamente eso, y esos demonios se habían comido a mis padres, esos monstruos se comieron a mis padres. Y en medio de esos dos demonios, mi hermano menor se encontraba de pie.
—… Hi, Hinata
Dejé salir una voz tonta llamando el nombre de mi hermano, al hacerlo él se dio la vuelta, tenía el mismo cabello que yo, los mismos ojos, el mismo rostro o eso se suponía, pero mostraba una sonrisa que no se parecía nada a la mía.
— Hola onii-san, llegaste temprano.
— ¿Qué demonios… estás haciendo?
Le pregunté.
Era como si no… no entendía nada, mejor dicho no entendía nada, mis padres fueron devorados, por algo que ni siquiera debería de existir, monstruos con apariencia de demonios, era como si la existencia de los demonios hubiese sido únicamente para devorar a mis padres y después comenzaron a desvanecerse. Era una imagen inusual, en serio que era una imagen inusual, ¿que demonios acababa de suceder? Y Hinata contestó con una sonrisa.
— Algo que no entiendes onii-san.
Ciertamente no lo entendía, no había manera de que lo entendiera.
—… Onii-san, ¿puedes verlos?
Tras decir eso levantó un dedo apuntando al cielo.
—…
Pero allí no había nada, no podía ver nada.
— En serio ¿qué demonios acabas de…?
En cuanto comencé a decir eso Hinata tenía una expresión triste, de soledad y sobre todo… como si me estuviera viendo con inferioridad. Al verlo dejé de hablar, al verlo dejé de moverme, y después de todo lo entendí de inmediato.
Él estaba viendo algo que yo no podía ver, algo que no podía entender, pensaba que teníamos las mismas habilidades, que abrazábamos la misma soledad, pero allí entendí que Hinata estaba en una oscuridad aún más grande. Al ver su soledad y tristeza mostró una sonrisa estúpida.
—… Si no puedes verlo… ya no te necesito.
Dijo eso, y después tocó la pata del demonio que devoró a nuestros padres, en algún momento la figura de nuestros padres habían desaparecido… los habían devorado por completo, toda su existencia devorada hasta el fin, Hinata abrazó el cuerpo del demonio y se montó en su espalda.

— Entonces ya va siendo hora de que me vaya, usé a mis padres de sacrificio, para tener un “pacto” por nueve años, parece que será un viaje largo.
El demonio de ese modo extendió sus alas y planeaba volar, pero había techo, era una sala pequeña, no sabía a donde planeaba volar, pero aun así parecía querer hacerlo, por eso yo…
— Espera…
Pero mi hermano volvió a interrumpirme.
— No esperaré, pero… regresaré en nueve años, necesito un sacrificio para el “pacto” de los siguientes nueve años después de todo, así que onii-san, vive, y muere dentro de nueve años siendo devorado por demonios…
Y allí el demonio batió sus halas y levantó su cuerpo ligeramente junto a mi hermano para después desaparecer. Instantes antes de desaparecer Hinata dijo.
— Así que vive divirtiéndote todo lo que puedas durante estos nueve años.
Como si no fuera nada.
—….
Hinata desapareció, el demonio también desapareció. Mis padres ya no estaban, me encontraba solo.
—…
Me encontraba solo en el centro de la sala de estar, me quedé de pie tras haberlo perdido todo, no entendía absolutamente nada, los demonios devoraron a mis padres, mi hermano desapareció, y durante ese tiempo no pude hacer nada, solamente me quedé de pie. Además sintiendo una profunda desesperación, sentí un intenso dolor, pensaba que era un genio, pero no había entendido más que la mitad de lo que había dicho mi hermano menor.
Mi hermano dijo “sacrificio” ¿Pero un sacrificio para quién? ¿Para esos demonios? ¿O es que había hecho algún otro sacrificio para alguien más?
Mi hermano dijo “pacto” ¿Pero pacto con quién? ¿Con esos demonios? ¿O es que había hecho algún pacto para alguien más?
No entendía nada.
—…
Pero, solo había una cosa que si entendía, y eso era que no me quedaban más que nueve años de vida. Tenía siete años en ese momento, así que mi vida solo duraría hasta los 16, mi hermano regresaría trayendo consigo a esos demonios, no podría vivir más que hasta los 16, además…
—…
Volteé a ver al reloj digital barato que estaba sobre la televisión que estaba en una esquina de la habitación, la hora era las 5 con 37 minutos y 30 segundos, 31, 32… el tiempo estaba avanzando, a pesar de que había pasado eso, los números continuaban progresando como si no hubiera ocurrido nada.
—…
El tiempo de vida que me quedaba… se iba reduciendo poco a poco. Me le quedé viendo a la luz tenue del reloj digital dentro de la habitación lúgubre.
—… Uu…
Temblé por primera vez en mi vida, había ocurrido algo increíblemente inusual, y el miedo y terror que sentía salió todo de golpe a la vez después de perder el entumecimiento.
—… Uuu…
Me dieron ganas de llorar, pero las lágrimas no salieron, quise gritar, pero mi voz no salió, solo podía temblar de miedo y desesperación. En un instante lo había perdido todo, no me quedaba nada, y ahora no podía pensar en nada. Pero durante ese tiempo los números del reloj digital continuaban avanzando, mi tiempo de vida iba disminuyendo, aunque llore, aunque me quede atónito, aunque me quede de pie, poco a poco mi vida iba agotándose. Entonces susurré.
—… ¿Qué hago?
La pequeña voz resonó en la lúgubre habitación.
—… No quiero morir.
Una voz temblorosa en una habitación en la que no había nadie más.
—…. ¿Qué debería…?
¿Qué debería hacer? Susurré solo en una casa en la que no me quedaba nada, nadie respondió, Nadie podía responder. Mis padres estaban muerto, y mi hermano quien pensé que era el único que podía entenderme había desparecido.
—…
Por eso es que temblaba solo, temblaba al sentir el miedo a la muerte. Eventualmente volverán a aparecer para robar mi vida, temblé al imaginar la figura de esos demonios.
Y entonces…
Mientras temblaba por el miedo a la muerte, los nueve años pasaron en un parpadeo, llegó el día prometido...
◆◇◆◇◆◇
Entrada la noche.
Kurenai Gekko se despertó. Se encontraba en la misma casa en la que ocurrió ese incidente hace nueve años. Durante los nueve años que pasaron antes de tener 16 había estado viviendo con un tío, pero en abril, cuando se decidió que ingresaría a la preparatoria Miyasaka se cambió a la casa en la que pasaba los días con Hinata y sus padres.
Era una casa demasiado grande para pasarla solo, y allí había una habitación del segundo piso, usó la habitación que anteriormente usaba con su hermano menor, pero ahora estaba solo. Era una habitación de alrededor de seis Tatamis, una cama un librero y un escritorio para niños de estudio, la luz de los faroles entraban a través de la cortina con patrones de bicicleta que había elegido su madre ya fallecida, Si iba a vivir en ese lugar de ahora en adelante entonces necesitaría cambiar el escritorio, también las luces, las había cambiado en la sala de estar, pero aun no en su habitación, planeaba hacerlo el día de mañana.
Pero si mañana….
—…
Si hay un mañana. Mientras pensaba eso Gekko se le quedó viendo fijamente al techo, habían pasado poco más de nueve años desde ese momento.
Nueve años.
Al pensar en esos nueve años, se dio cuenta que siempre había estado siendo perseguido por el miedo, lo poco que le quedaba terminaba temblando, ¿Cuándo llegará? Gekko había vivido desesperadamente mientras temblaba por la muerte. Avanzo más listo que cualquiera, más fuerte que todos, seguía avanzando, pero aun así ese miedo no desaparecía. Durante estos nueve años había continuaba temblando de miedo, en verdad era para reírse, y estaba en una soledad increíble, todos los días eran dolorosos, se despertaba muchas veces por las noches al ver a esos demonios venir por él y devorarlo. Despertó muchas veces tras ver a su hermano menor reírse de él.
—…
Era como un infierno, un infierno sin fin, tanto como para pensar que moriría incluso antes de que viniera su humano. Y hoy también se despertó de la peor manera al soñar como unos demonios lo asesinaban.
Cuando de pronto, en la habitación en la que se supone que no había nadie más, de pronto…
Se escuchó un sonido.
—…
Solo con escuchar eso Gekko sabía que era lo que estaba ocurriendo, mejor dicho, había estado esperando este día todo el tiempo. El día en que lo asesinarían, el día en que unos demonios lo matarían, por eso es que decidió vivir solo, no quería darle más molestias a su tío, por eso fingió para poder mudarse a esta casa. Y hoy, era justamente la noche tras pasar nueve años, el día en que su hermano desapareció y perdió a su padres.
Gekko cerró los ojos de nuevo una vez y después los abrió, levantó la parte superior de su cuerpo y volteó a ver hacia aquello que había hecho un ruido, era en dirección de la ventana. Las cortinas azules estaban abiertas, y del otro lado… estaba la figura del dominio que Gekko había continuado temiendo, era la figura de la desesperación. El demonio por fin había venido a matarlo.
Abrió las cortinas, abrió la ventana y entonces, puso las manos sobre el barandal del balcón afuera, se le quedó viendo al demonio.
—…
Ese demonio era pequeño… tenía la figura de una chica. Y era una chica muy linda, pero claramente no era una humana, tenía unos ojos dorados, cabellos dispersos a los alrededores como si fueran cuernos, no usaba ropa, pero su pequeño cuerpo emitía un pequeño sonido, parecía estar siendo rodeada por rayos.
La chica de los rayos de cabellos dorados se le quedaba viendo, y entonces habló.
—… ¿Eres Gekko?
Asintió.
— ¿Entonces tú eres el demonio enviado por Hinata?
— Si.
— ¿Viniste a matarme?
— No, a devorarte, Hinata te dio a mi como “sacrificio” así que tu vida ahora es mía.
La chica de los rayos infló su pecho diciéndolo alegremente.
……… Hinata te dio a mi como “sacrificio”………
Eso fue lo que dijo, después de todo su hermano la había enviado, y ella continuó.
— Para mí eres mi primer sacrificio, te comeré, y mis rayos serán más grandes.
Era como si estuviera mostrando su pequeño cuerpo mientras se mantenía de pie, después de eso los rayos a su alrededor se dispersaron, rompieron la ventana de la habitación y la cortina comenzó a incendiarse.
Claramente no era humana, tenía un poder inusual.
Gekko se le quedó viendo.
—… Sorprendente.
Susurró eso y la chica de los rayos sonrió con felicidad.
— ¿¡Es sorprendente cierto!?
Infló su pecho y disparó más rayos, Gekko asintió honestamente.
— Asombroso
— ¿Estás preparado?
— ¿Preparado? Es cierto… mejor dicho, he estado preparado para morir desde hace mucho tiempo.
Susurró Gekko.
—…
Y entonces pensó, por fin había llegado el día, había estado temiendo por esto durante nueve años y por fin había llegado, seria asesinado en este lugar, sería un “sacrificio” por el bien de Hinata. Ya, se había cansado de haber estado temiendo durante todo este tiempo por este día, en verdad desde la noche de ese incidente, nunca había sonreído desde el fondo de su corazón, todo era oscuro, se sentía como si hubiera continuado viviendo en un infierno, pero…
—…
Pero todo terminaría este día, el infierno por fin terminaría, seria asesinado por un demonio después de todo, su vida terminaría. El sufrimiento por el que había pasado por tanto tiempo por fin llegaría a su fin, por eso es que…
—…
Por primera vez en nueve años Gekko pudo hacer una sonrisa. Después de eso metió la mano en el espacio que había entre la cama y la pared, allí se encontraba lo que había preparado desde hace tiempo, una espada afilada. Era delgada y larga. No tenía filo, era una hoja negra forjada para dar estocadas, tenía una figura de la luna adornada, Es decir, un estoque para esgrima, un arma. Pero era diferente, no era solo una espada delgada, para empezar…
—…
Para empezar no era un arma forjada para hacerles frente a los humanos, y Gekko tomó esa espada con su mano derecha, la tomó con fuerza y comenzó a hablar con felicidad.
— Ah, maldición… por fin llegó este día, ya me había cansado de esperar.
Se quedó de pie en ese lugar y puso la espada en posición, y la chica de los rayos comenzó a reír.
— Jajaja ¿Qué es eso? ¿Qué planeas hacer? ¿En verdad crees que me va a afecta…?
Pero Gekko no la escuchó hasta el final, dio un paso hacia adelante pisando con fuerza y de acortando distancia. La chica parecía sorprendida, pero no la dejaría esquivar, siempre había esperado este día, siempre había estado temiéndole, y continuaba con el miedo, y continuaba, y continuaba, eventualmente se cansó de ello, “no bromeen, no me jodan, maldito Hinata, solo eres mi hermano menor ¿qué demonios te crees que eres? está bien, hagámoslo, me enfrentaré a tus demonios, los asesinaré” y así continuo entrenando su fuerza una y otra y otra vez.
—…
Y de inmediato decidió el arma que usaría para ello, un arma que pudiera responder sin importar las circunstancias, un arma ligera y afilada, no, se juró que obtendría un arma que incluso podría asesinar a los dioses. Además de pulir sus habilidades para poder usar esa arma. Para cuando terminó la secundaria, sus habilidades eran muy superiores como para que nadie de secundaria pudiera hacerle frente, pero pensó que eso no era suficiente, aun no era nada suficiente, eso era porque su rival no serían humanos, estaban a un nivel que ni siquiera podría imaginar, un monstruo. Pero ese problema también…
— Jajaja, estúpido humano, ¡quedaras chamuscado por mis rayos!
La chica dijo eso apretó las manos y una pare de los rayos de la chica se separó de ella dirigiéndose hacia Gekko, pero…
— Exorciza Spell error.
Gekko llamó el nombre de su espada, y golpeo los rayos, al hacer eso los rayos se dispersaron para desaparecer al final. Además…
— ¿¡Hee!?
La expresión de la chica cambió, estaba claramente sorprendida, pero Gekko no se detendría, retrocedió su espada y de ese modo la dirigió al pecho de la chica.
— Ah, ¡¡Espera!! ¡Eso es injusto! ¡Tiempo! ¡Espera un poco!
Pero Gekko no esperó.
— Cállate debilucha.
Spell error se dirigió al pequeño pecho de la chica, y en ese momento.
— ¡¡Kyaaaaaaa!!
La chica dejo salir un alarido, pero Gekko no se detuvo, continuó presionando su espada derribando a la chica, y terminó enterrando la espada contra el suelo. La expresión de la chica se contorsiono por el miedo. Al verla Gekko comenzó a halar.
— ¿Y? ¿Quién devorara a quién?
La chica lo fulminaba con la mirada.
— ¡Maldito humano!... ve, ¡biri biri!
Tras decir eso movió la mano intentando lanzarle algo, pero no salió nada, y no solo eso, los rayos que estaban envolviéndola hasta hace poco habían desaparecido. La chica exclamó sorprendida.
— ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué no tengo fuerzas!?
Gritó, y en sus ojos comenzaron a aparecer lágrimas de miedo.
— Ma, ¡Maldito! ¿¡Qué me hiciste!?
Preguntó pero Gekko no le respondió nada. Era una noche despejada, la luna y las estrellas podían verse claramente, pero solo eso, solo había la luz de la luna. No había ningún otro demonio, no se veía Hinata. Parece que pensaron que ella sería suficiente para asesinarlo, además…
—… ¿Qué fue eso? ¿Será que me volví demasiado fuerte?
Dijo Gekko con un tono de voz fastidiado, había temido, le temió a su hermano que era un genio.
—… Jaja, parece que superé las expectativas de Hinata.
Lo dijo un poco satisfecho, y se volvió para ver hacia abajo, a la chica de los rayos que había derribado..., no, ya no era la chica de los rayos, solo una chica cuyo poder fue sellado por Spell error, había perdido su poder de los rayos, aquellos que envolvían su cuerpo habían desaparecido, y entonces el color de su cabello y sus ojos también cambiaron a ser negros, era como si fuera alguien diferente. Ya no era la chica de los rayos, solamente una normal, pequeña un poco linda pero solo una chica desnuda, además…
— ¿He? ¿¡¡Desaparecieron mis rayos y ahora estoy desnudaaaaaa!!?
La chica terminó gritando, se apresuró a intentar esconder sus pechos y sus mejillas se ruborizaron.
— Pe… ¡Pervertido! ¡Descarado! ¡Hentai!
Comenzó a gritar pero a Gekko eso le daba igual, solo había una cosa que quería preguntare.
—… Oye. Mocosa, te tengo una pregunta.
— ¡¡No soy una mocosaaaaa!!
— Cállate, solo contesta.
— ¡No soy una mocosa! ¡Ya tengo 14 años! ¡Los demonios somos adultos a los 14 años…!
— Ruidosa.
Y tras decir eso Gekko presionó más la espada, y al hacerlo, la expresión de la chica hizo una mueca.
— ¿¡¡Dueleeeee!!?
— Es evidente que dolerá, pero puedo hacer que ese dolor aumente 2400 veces, responde tranquilamente a mis preguntas de lo contrario aumentare el dolor.
Y tras decir eso…
— ¿¡Uu…!?
La chica se le quedó viendo temblando de miedo con una expresión a punto de llorar.
— ¡Demonio!
— ¿El demonio eres tu verdad?
— Entonces, ¡brabucón!
— Te equivocas, soy un genio.
— ¿He?
— Que importa, cállate y dame información, ¿dentro de los demonios que tiene Hinata eres alguien fuerte? ¿Débil?
De seguro dependiendo de su respuesta le acusaría más dolor, si era débil, entonces debería prepararse aún más para el siguiente ataque del siguiente demonio, pero si esta mocosa era de las fuertes, ya no había necesidad de hacer nada, solo reír, basta con que le dijera que su hermano se mostrara, durante estos nueve años siempre había estado temiéndole, basta con que le dijera eso.
“… Oye Hinata, al final terminé siendo superior…. Jajajaja”
En ese momento terminó sonriendo, Gekko comenzaría reír, pero no odia mostrar esa risa, aun no, tenía algo que hacer, continuó presionando la espada en la chica.
— Vamos, responde, ¿eres débil o fuerte?
— ¡Ya no lloro cuando me caigo! Mamá dice que soy una chica súper fuerte…
— ¡No te estoy preguntando eso!
— ¡¡¡¡Dueleeee!!!! ¡Duele, duele!
— Responde con una valoración y comparación como se debe, escucha, lo que te estoy preguntando es si eres más fuerte o más débil entre los demonios que tiene Hinata.
Y ante esas palabras.
—…
La chica guardó silencio, pero Gekko continuó de inmediato.
— Ya veo, así que después de todo eras solo una debilucha.
— ¡No! ¡No es eso! ¡Vine a través de un círculo mágico de Hinata! ¡Solo que no lo conozco bien!
— Fum, ¿entonces estas diciendo que casi no lo conoces?
— Si
— Entonces cambiaré mi pregunta, ¿de entre todos los demonios eres fuerte o una debilucha?
Se lo preguntó, pero no había necesidad de hacerlo, no había manera de que fuera alguien fuerte, si los demonios tenían una fuerza como esa entonces a los tres años podría ir al baño de noche sin temerle a los demonios.
Se acabó, la conversación había acabado, a mataría y entonces se prepararía para el siguiente… pero, la chica comenzó a hablar con la espada enterrada en su pecho, aun con su poder sellado, por algún motivo mostró una sonrisa desbordante de confianza.
— Soy fuerte Gekko.
Gekko volvió a ver a la chica, que había perdido su poder, se le quedó viendo a sus ojos negros.
— ¿Hoo? ¿Con esto eres fuerte?
— E, eso es… yo aún no he hecho el pacto con nadie, por eso es que no puedo sacar mucho poder en este mundo.
— He, ¿entonces si hicieras un pacto serias más fuerte?
Y al preguntarle la chica le mostró una sonrisa.
— ¡Cuando mucho no podrías hacer nada ante mí! tengo la sangre de Indra[1] Ando.
Lo dijo con una expresión llena de confianza.
Indra, Ando… Gekko recordaba esos nombres, Indra era el nombre de alguna clase de demonio o dios del trueno de alguna religión, Ando era… ¿Qué cosa? No, para empezar, ¿también era el mismo Indra? Bueno, pero aun así… Gekko habló.
—… ¿Hiciste un intercambio verdad?
Y en ese instante.
—… Uu…
La expresión de la chica rayo comenzó a mostrar nerviosismo, Gekko continuó.
— Intentabas presumir que podrías matarme aquí y en este lugar, ¿para cumplir tu deber y demostrar que eres un demonio fuerte…?
— ¡Es cierto que soy fuerte!
— Mentirosa.
— ¡Es verdad! ¡Te digo que soy Ando Mirai, soy famosa del otro lado!
Ando Mirai, ¿El nombre de la chica era Mirai? Gekko se le quedó viendo al lindo rostro de Mirai, y respondió.
— ¿Y? ¿No quieres morir?
Y ella movió la cabeza de arriba a abajo.
— Ya veo, así que por eso te convertirás en mi esclava
— E, ¿¡esclava!? ¿¡Por qué tendría que convertirme en una esclava!? ¿¡Quien crees que so….!? ¡¡¡¡¡Duele!!!!!
— Basta, solo responde, ¿si haces un pacto conmigo podrías ganarle a los demonios de Hinata?
Cuando preguntó eso Mirai se le quedó viendo con oídio a la espada enterrada en su pecho y después respondió.
— Si, si hago un pacto, no perderé ante nadie.
Levantó la vista y fulminó a Gekko con la mirada, y después le mostró una sonrisa.
— Ya veo, está bien, entonces te dejaré con vida y haremos un pacto.
— ¿¡En serio!?
— En serio.
— Entonces, ¿me darás un “sacrificio”?
— Si, lo haré.
Tras decir eso Gekko recordó la información que tenia de los pactos y los demonios tras investigar durante los últimos nueve años.
“Pactos con demonios” La persona que haga un pacto deberá darle al demonio algo que le sea realmente apreciado para el humano, al hacerlo, el demonio que devora el “sacrificio” obtendrá poder, y usará ese poder para la persona con la que hizo un pacto en este mundo. Pero en la mayoría de los casos, los humanos no tienen nada más apreciado que ellos mismos, por lo que suelen hacer un pacto ofreciendo sus propias almas. Pero con Hinata fue un caso especial, más que él mismo, sus padres… Y también Gekko.
—…
“Pensaba en mi como en alguien apreciado”
Gekko sonrió por la ironía y eso no ha cambiado a pesar de que han pasado nueve años, Hinata amaba a su hermano gemelo y hermano mayor, por eso es que fue elegido como “sacrificio” para los demonios, por eso es que ese demonio estaba aquí, por eso es que Mirai se encontraba aquí…
— Vamos, rápido, rápido, ¡dame el sacrificio! ¡Dame lo que es más importante para ti y has un pacto conmigo! Si haces un pacto conmigo no perderé ante nadie.
Mirai comenzó a apresurarlo, para los demonios casi no obtenían méritos con la formación de los pactos según lo que investigó, pero al ver su alegría debería de tener algún gran beneficio.
— Bueno, hagamos ese pacto
— ¡Hagámoslo! ¡Hagámoslo rápido! ¿Y? ¿Qué será? ¿Qué me darás? ¿Tu alma? ¿O la vida de algún familiar amado? ¿Qué es lo más apreciado para ti?
Gekko comenzó a pensar con esa pregunta, algo apreciado, algo que él apreciara, había varias de esas cosas que no quería dejar ir…
— Vamos, dilo, ¡Di que es lo más apreciado para ti! ¡Dilo y has un pacto conmigo!
Mirai lo decía mientras mostraba una expresión llena de emoción, y Gekko…
— Lo más apreciado…
— ¡Si!
— Lo más apreciado….
Y entonces Gekko por fin respondió.
— Eres tú… Mirai.
Tras decirlo, Mirai asintió.
— ¡Soy yo! Entonces el sacrificio… ¿he? ¿Qué acabas de decir?
— Acabo de decir que eres tú.
Ante las palabras de Gekko, Mirai puso una expresión de sorpresa y de pronto comenzó a ruborizarse poniéndose completamente roja como si hubiera recordado algo.
— ¿He? ¿¡Hee!? ¿¡A que te refieres!? este... ¿eso quede decir que…? Gekko… ¿Te gusto...?
Pero le respondió de inmediato.
— No te emociones niña tonta.
— ¡¡¡No me digas niña tontaaa!!! ¿He? ¿¡Entonces a que te referías!? ¿No harás un pacto conmigo?
— Haré el pacto.
— Entonces te estoy diciendo que me des rápido lo que es apreciado para ti.
— Te estoy diciendo que eres tú.
— ¿¡¡Que por qué yoooooo!!? ¿¡Harás un pacto conmigo verdad Gekko!? ¿Pero aun así que harás con el “sacrificio”? ¡No entiendo nada!
La chica ya estaba gritando de ira por el desconcierto, a Gekko no le importó eso y continuó hablando.
— Tú eres la tonta por no entenderlo, solo piensa en esta situación, ¿Quién es la que está a punto de ser asesinada? ¿Eres tu cierto? ¿Entonces no deberías ser tú la que implorara por su vida? entonces te venderé a ti, te estoy dando la vida que podría quitarte en este instante, si lo aceptas tómalo como parte del trato y has un pacto conmigo.
Tras escuchar eso Mirai ahora se quedó con la expresión que hizo cuando le acababan de decir tonta.
— ¡No hay manera de que pueda hacer un pacto por un motivo tan ridículo como ese! ¡Las reglas para los pactos son bastante estrictas! Si en verdad no das algo apreciado para ti, el pacto no…
Pero en ese momento Gekko habló con una expresión seria mientras observaba a Mirai fijamente.
— En verdad pienso que eres alguien apreciada para mí.
Pero Mirai por algún motivo parecía sorprendida, como si estuviera en problemas, como si estuviera avergonzada.
— Po, por eso, ¿¡Que estás diciendo con una expresión tan seria!? ¡No puede ser cierto! ¡Apenas nos acabamos de conocer! ¿¡Pero aun así ya soy una persona apreciada para ti!?
La respuesta a esa pregunta…. Prefirió decírselo directamente.
— Eso solo en el caso de que seas fuerte, un demonio que puede hacerle frente a aquellos que controla Hinata, si eso es verdad, entonces eres realmente apreciada para mí, si en verdad eres de utilidad, entonces tiene valor en volverte mi esclava, por eso eres muy apreciada para mí.
Pero Mirai respondió a esas palabras llenas de cariño.
— ¡¡¡No me jodas!!!
Gritando.
Pero entonces no tendría sentido, ella no tenía derecho de elegir, y Gekko bajó la mirada a verla.
— La verdad me da igual, si no podemos hacer el pacto te asesinaré en este lugar, vamos, elige, ¿Qué quieres hacer? ¿Vivir como mi esclava? ¿O morir en este lugar en soledad?
Matarla seria sencillo, la espada era para eso. Además…
—…
Mirai lo fulminaba con la mirada mientras dejaba salir un gemido de “uu…” con una expresión a punto de llorar, y entonces respondió.
— No se puede hacer un pacto tan irrazonable, tengo que hacer un “sacrificio” con lo que en verdad aprecias, de lo contrario el pacto no saldrá bien, si no sale bien… el demonio que devore el “sacrificio” mentira…… morirá.
Pero respondió fácilmente.
— Morirás ahora mismo.
— Uu…
— De cualquier manera vas a morir ¿en verdad necesitas preocuparte ahora por eso?
— Uuu…
— Pero cuando menos, creo que vale la pena intentar hacer el pacto, los sentimientos que tengo de que eres alguien apreciada no son mentira.
— ¡Mentiroso!
— No estoy mintiendo, en verdad si eres de utilidad para matar a mi herma… a Hinata, entonces para mi eres alguien más apreciada que mi propia vida.
Eso fue lo que dijo Gekko, y no era mentira, durante estos nueve años casi en lo único que había pensado era en sobrevivir, para el día en que volviera a encontrarse con su hermano, vivió pensando en cómo hacer que su hermano pagara.
— Vamos, decídelo, ¿morirás? O el sacrifico será tu vida, vamos, ¿cuál quieres?
Tras esas palabras Mirai pareció estar pensando.
— Moo, ¿Por qué la primera persona con la que tengo un pacto tiene que ser alguien tan molesto como este….?
Lo dijo cansada, y después pareció llenarse de determinación viéndolo hacia arriba.
— Pero… pero… está bien, lo entiendo, intentaré hacer el pacto.
— ¿Ya te decidiste?
— ¡Es que no tengo otra elección!
— Es cierto.
— ¡Entonces no tengo de otra más que hacerlo!
— Es cierto.
— ¡¡Tonto!!
Mirai gritó con lágrimas en sus ojos, pero eso daba igual, Gekko le dio la mano izquierda.
— Termina con el pacto de una buena vez.
— Uuu…. ¿Por qué se cree tanto este tipo? Y eso que en verdad soy un demonio sorprendente…
Mientras decía eso sacó la mano y sujeto la de Gekko, después de eso con una expresión de algo de miedo…
— Yo… puede… puede que muera en este lugar…
—….
— Si, si en verdad no soy apreciada para ti…. Puede que muera de inmediato.
—…
— ¿Es mentira verdad? No puede ser posible, en definitiva es imposible, Uuuu tengo miedo.
— Hazlo de una vez.
— Uuuuuu.
— De lo contrario morirás ahora.
Tras decir eso Gekko puso fuerza en la espada.
— ¡Espera! entendido, lo haré, ¿entonces es eso? En verdad, en verdad soy apreciada para ti.
— Si.
— ¿En serio?
— Si, ya te entendí, así que hazlo rápido.
— Uuu… en definitiva este tipo no piensa que soy alguien apreciada…
Y mientras decía eso con una expresión a punto de llorar ella asintió sujetando con fuerza la mano de Gekko.
— Haré el pacto.
— Si.
— Uu… tengo miedo… bastante miedo... pero… no quiero morir…. uuuu, lo haré…
Tras decirlo la chica cerró los ojos, y todo su cuerpo comenzó a brillar con una luz azul, la luz cruzó su mano y se desplazó hacia él. Entonces esa luz parecía estar buscando dentro de Gekko, comenzando a envolverlo por completo, y de nuevo la luz regresó a donde Mirai, de la mano izquierda de Gekko a la mano derecha de Mirai, después a su brazo, hombro, cuello, pecho izquierdo, se deslizo a donde estaba su corazón y la luz desapareció, entonces…
—…
—…
Mirai abrió los ojos, y después comenzó a hablar con una voz temblorosa
—… No… ¿no me morí?
— Eso parece ¿El pacto está completo?
— Um, sí.
— No has muerto.
— Si… mejor dicho… parece mentira, en serio piensas que soy alguien apreciada..
— Como una útil esclava.
Pero…
—…
Mirai no respondió a eso, tenía el rostro extrañamente rojo por la vergüenza, estaba viendo a todas partes desviando la mirada. Pero Gekko no parecía tener interés, solo había un lugar que le interesaba.
— Entonces muéstrame tu poder, ¿ya que hicimos un pacto no soy tu enemigo verdad? Muéstrame ese poder.
Y al decirlo…
— Ah, ¡es cierto!
Mirai por fin reaccionó mostrando repentinamente una cara llena de energías.
— Te sorprenderás al ver mi poder.
— Ha, me gustaría verlo.
— Aunque me tomes por tonta, solo será por ahora ¡¡¡¡Kyaaaa!!!!
Mientras lo decía la chica sujetó la espada enterrada en su pecho con ambas manos, y después….
— Mu mu mu mu mu mu.
Y comenzó a quitársela, al mismo tiempo los rayos alrededor de la chica comenzaron a resurgir, saltando chispas, su cabello y sus ojos comenzaron a teñirse de dorado. Pero eso era algo imposible, la Spell error enterrada en su pecho debería de estar conteniendo cualquier poder, esa era su habilidad. Sin importar cual fuera el poder del demonio, no, incluso podía sellar el poder de los dioses, era un arma con un gran poder… el anterior dueño de su espada era un hombre que vivía en la cima de las montañas de Andora, de un padre, pero estaba quitándosela.
— Muuuu…. ¡¡Oooooo!!
Se estaba quitando a la fuerza la espada, la chica tenia rayos en ambas manos se la había quitado poco a poco y en el proceso su poder regresaba cada vez más, los rayos se reunieron en todo su cuerpo, y su poder ya era mucho más grande que la primera vez que la había visto, además…
—…
Gekko comenzó a reír sin pensarlo, puede que lo que la chica le hubiera dicho no fuera una mentira, lo hizo sonreír. Un gran demonio con la sangre de Ando de Indra, Su nuevo demonio con el que Hinata planeaba hacer un pacto, pero le dio la vuelta y la hizo su esclava, le había golpeado en la nariz.
— Jajajaja.
Gekko dejo salir una pequeña risa. ¿Sera que al verlo lo mal interpretó? Mirai lo fulminó con la mirada.
— ¡Solo ahora vas a poder reírte! ¡Una vez que me quite esta espada extraña, cuando lo haga, te mataré!
— ¿He? ¿Me mataras? ¿Eso va contra el pacto verdad?
— ¡Lo sé!
— Eso es un problema, un esclavo que no escucha órdenes necesita un castigo
Pero aun así.
— ¡El chico malo que será castigado serás tú!
Dijo eso y se sacó la espada con todas sus fuerzas, ciertamente, al quitarse la espada puede que lo quemara hasta dejarlo negro, pero.
— No lo harás.
Tras decir eso Gekko continuó en voz baja.
— El Eluelt.
Comenzó a entonar un conjuro y al hacerlo, la Spell error mostró su verdadera apariencia, la hoja negra comenzó a teñirse de sangre… y Mirai al verla.
— ¿He? ahora que vas a…
Pero después de todo Gekko ignoró lo que la chica estaba diciendo, continuó con su conjuro, no, continuó con el siguiente conjuro.
— Toris Ilumire.
Ese conjuro se activaba con un beso, con la espada enterrada y el conjuro, aquel que fuese besado lo perdería todo.
—…
Gekko tomó la mano de Mirai, la jaló y la acerco a él, entonces, de ese modo la toco con sus labios…
— ¡Espera! ¿¡He!? ¿¡Por qué me besas tan de pronto!? Aún es demasiado rapi…
Pero las palabras de la chica fueron detenidas, en el instante en que tocó sus labios el conjuro se activó, la espada roja teñida de sangre volvió a entrar en el pecho de Mirai.
— Pfhaa
La chica dejo salir una voz de sufrimiento, al hacerlo su cuerpo comenzó a regresar, los rayos desaparecieron, sus ojos, su cabello, de nuevo volvieron a perder su color, regresando a ser negros, la espada que había sacado también había vuelto a enterrarse profundamente en su pecho. La chica volteó hacia arriba a verlo habló con una expresión de dolor…
—… ¿Qué…? ¿Ahora qué hiciste?
En esta ocasión Gekko le contestó.
— Una maldición, sellé el 70% de tu poder para que no seas tan ruidosa, si quieres volver a usar tu poder verdadero, necesitaras pedir mi permiso, a menos que no te de un beso eliminando la maldición, no obtendrás tu poder de regreso.
Y tras escuchar eso Mirai en esta ocasión puso una expresión de ira.
— Po, po, ¿¡Por qué con un beso!?
— ¿Nn? ¿Lo primero que dices al respecto es eso?
— Si… ¡Es normal! Es algo muy escuchado que hay quienes les ponen maldiciones a los demonios para poder controlarlos, ¿¡pero por qué un beso para eliminar la maldición!?
— Como si supiera.
— ¡Deberías saberlo!
— El poder de la espada parece ser insuficiente, ¿no había nada que hacerle verdad?

— ¿¡Como que no había nada que hacerleeeeee!? Es qu… es que…. Yo aún… ¡Aún tengo 14 años! Nunca…. ¡Nuca antes había besado! Pero aun así, con un beso... si no beso no podré usar mis poderes… algo como eso…. Algo como eso…
La chica estaba intentando decir toda clase de cosas, pero no podía hacerlo muy bien, así que Gekko solo dejó salir un suspiro y dejó de escucharla.
— ¡¡Escucha lo que te digooooo!!
Estaba gritando, pero no tenía necesidad de escucharla Sacó su propia espada, y la chica continuó con sus cabellos y ojos negros, al no poder sacar bien sus rayos continuaba completamente desnuda.
— Um.
Asintió y Gekko quien estaba sobre una rodilla se puso de pie. Se dio la vuelta y escucho detrás de él.
— ¡¡Naaaaaaaaaaaa!! ¿¡Por qué me dejas así!? ¿¡Me robas el poder a la fuerza y me dejas sin más!?
Comenzó a hacer un escándalo, y cuando Gekko se estaba dando la vuelta…
— ¡No te volteeeees! ¡Pervertido! ¡Hentai! ¡¡Sin mis rayos estoy desnuda!! ¡Cierra los ojos!
—…
Gekko ya se había cansado.
— ¿Entonces que debería hacer?
— E, espera un poco, ropa, ropa…
— ¿No tienes?
— ¡No tengo!
— ¿Entonces qué vas a hacer?
— ¡No importa, cierra los ojos! ¡Si los abres te diré Ero pervertido de ahora en adelante! ¡En serio lo haré!
Con eso Gekko volvió a cerrar los ojos, y allí se arrepintió de hacer el pacto con ese demonio solo un poco, se arrepintió pensando que se había equivocado. Podía escuchar cómo estaba dando vueltas desesperadamente dentro de la habitación, después de eso escuchó el sonido del ropero abriéndose, “¿¡Por qué no tienes nada!?” la escuchó gritar con ira, y después de eso escuchó como la chica abrió la maleta que había traído con sus cosas al regresar a la casa, y de nuevo continuó gritando “¡todo es enorme!” pero al final por fin…
— Ya, ya está bien.
Haciendo que Gekko por fin abriera los ojos, al hacerlo, dentro de la habitación había una linda chica, no importa cómo se viera, era una chica con una cola de caballo con una liga para el cabello, tenía una de las camisas blancas de Gekko que le quedaba grande, su rostro estaba rojo por la vergüenza, pero aun así esos ojos contenían fuerza estando humedecidos “¿qué tal? ¿Se me vera bien? ¿Soy linda?” parecía que su expresión quería preguntarle eso.
Era una chica linda no importa por donde se le viera, no se veía como un demonio, no se veía para nada poderosa, eso fue lo que pensó Gekko, pero de inmediato se desechó de esos sentimientos.
— Ya me arto tu escándalo, tal vez deba anular el pacto…
— ¡¡¡Tu eres me hartaste mas!!!
Básicamente así fue como se conocieron, desde ese momento ambos comenzaron a vivir bajo el mismo techo e incluso fueron a la misma escuela, solo han pasado dos meses, pero aun así es una historia del pasado.
Gekko volvió a abrir los ojos volvió a ver el mismo salón del consejo estudiantil de siempre, después de la clases y la escuela ya estaba cerrada. En el momento en que tuvo 16 años se convirtió en presidente del consejo estudiantil. En esa escuela loca en la que aceptaron a Mirai a pesar de que no tenía más que 14 años y de procedencia desconocida.
En ese salón del consejo estudiantil se encontraba Mirai gritando con su uniforme escolar mientras presionaba el muro con ambas manos, estaba desesperada.
— Aaaaaa ¡¡ya no puedo!! ¡Es imposible Gekko! ¡No puedo contenerlos más con mi poder sellado! Rápido, ¡bésame rápido! ¡Libera mi poder!
Y Gekko se le quedó viendo a Mirai que mantenía la pared desesperadamente, cuando el muro comenzó a distorsionarse levemente, doblándose como si conectara a otra dimensión. Y Mirai desesperada…
— ¡Uwaa!
Dejó salir una voz, en ese momento podía entenderse como algo del otro lado de la pared intentaba atravesar a este lado, algo inusual, sabía que algo estaba ocurriendo en el aula del consejo estudiantil, pero Gekko…
— ¿Incluso con tus poderes sellados puedes hacerlo verdad? ¿O qué? ¿Era mentira todo eso que eres un gran demonio?
Dijo eso sin intenciones de moverse, bueno, era el día a día en el consejo estudiantil, una abertura dimensional abriéndose en la pared. Agujeros que conectaban a otros mundos, esta era una instalación para poder administrarlos, además de que solo niños de hasta los 18 años podían atravesarlos, por eso fue que se construyó en forma de una escuela. La milicia había construido la escuela para que los niños pudieran controlar esas fisuras. Creando las instalaciones y reuniendo a niños con poderes especiales, una escuela especial.
Por supuesto, la mayoría de los estudiantes no sabía qué clase de escuela era, mejor dicho ni siquiera los maestros sabían la verdad, los que sabían acerca de ello eran los militares que se encontraban en las instalaciones subterráneas de la escuela y los estudiantes que controlaban las fisuras, solo ellos.
En un momento Gekko dejo medio muerto al anterior presidente del consejo estudiantil, además de que despidió a todos los demás integrantes del consejo que no tenían poderes, sentándose en el puesto del presidente del consejo, dejando de lado la escuela, el presidente tenía un gran poder y derecho, más que los demás estudiantes, más que los mismos maestros, un poder aplastante. Por supuesto, eso era porque tendría la posibilidad de ver el poder del mundo que se encontraba al otro lado, sus herramientas, bestias, así como el poder de ese país. Podía administrar todo, ese era el papel del presidente del consejo estudiantil. Por eso todos querían ser el presidente, aquellos que sabían la información en esta escuela desearían serlo. Posición, prestigio, todo lo obtendrían, pero…
—…
Pero para Gekko todo eso le daba igual, ¿Qué había en la otra dimensión? ¿En que estaban pensando los militares? ¿Por qué se abrían las hendiduras entre dimensiones en ese lugar? Que pudiera obtener derechos al ser el presidente del consejo estudiantil, a Gekko todo eso le daba igual, lo que necesitaba era solamente fuerza, poder, solo quería el poder para poder asesinar a Hinata en cuanto apareciera, si era eso haría lo que sea, es poder parecería que podría obtenerlo en ese lugar, solo por eso estaba allí.
Y del otro lado del muro que contenía Mirai.
— ¡¡Graaaaaaaaaaaaaaa!!
Se escuchó un rugido, y un monstruo extraño comenzó a entrar, era diferente a los demonios, un monstruo extraño era el que estaba saliendo. Y Mirai…
— Uuuuu, ¡ya es imposible! Es imposible Gekko, ¡sálveme!
Pero Gekko.
— En serio es un problema que seas una debilucha.
Mientras decía eso comenzó a acercarse a Mirai.
— ¡No soy una debilucha!
Respondió pero parecía estar sufriendo mientras competía con fuerza contra la pared, del otro lado había algo contra lo que la chica parecía estar perdiendo, Gekko dejó salir un pequeño suspiro, y comenzó a caminar en dirección a su espalda y de ese modo acercó sus labios al cuello de Mirai como si se tratara de una película de vampiros.
— Entonces muéstrame tu verdadero poder, muéstrame que eres un monstruo peor que aquel que está del otro lado.
Tras decirlo Gekko tocó con sus labios el cuello de Mirai. En ese instante…
—… La maldición, ¡¡esta rotaaaaaa!!
Comenzó a desbordar de poder, el color de su cabello cambió, la liga de su cabello salió volando y los rayos comenzaron a volar por el aire, sus ojos dorados afilados estaban llenos de confianza.
— ¡Entonces mírame Gekko! ¡Mataré a este monstruo de inmediato, soy sorprendentemente fuerte! Mírame…
Pero para ese momento Gekko ya se había dado la vuelta regresando a su escritorio.
— ¡¡Volteaaaaaaaaaa!!
La linda demonio en uniforme de marinera gritó mientras era envuelta en rayos, pero no la vio, no había necesidad de verla.
— Como sea, solo acaba de una vez, tienes un minuto, cuando acabes iremos al otro lado, iremos por el tonto que envió ese monstruo…. Iremos a atrapar a Saitohimea.
— ¡Espera un poco! ¡No es eso! ¡Tienes que ver como soy genial derrotando a este monstruo…!
Pero en ese momento.
— ¡Uwaa! ¡Espera maldito! ¿¡Por qué me atacas cuando estoy hablando!?... Uwaa, ¡está babeando! ¡Es acidooooo!!
Y comenzó su batalla. Y cuando por fin volteo a ver, Mirai estaba peleando con un monstruo baboso que había salido de la pared, Mirai en su forma de rayos y cabellos dorados apuñalaba con sus rayos al monstruo, y tras golpearlo con fuerza con los rayos que tenía en un puño el monstruo dejó de moverse.
— Fum.
Gekko asintió y se sentó en su silla, tomó un poco de té rojo y volvió a leer el libro que tenía antes… pero después volteó a ver a los documentos sobre el escritorio.
“Vampiro – Saitohimea”
“Sacrificio – Kurogane Saito”
Y entonces, acerca de Kurenai Gekko.
Al verlos recordó el contenido. Era molesto como la mierda, lo había dejado de lado tanto como pudiera pero la situación era mala. El contenido del documento desea lo siguiente.
“Acerca de Bahlskra, el antiguo vampiro que creó la peor de las magias “Bendición” y su ex amante “Saitohimea” Esta “Saitohimea” traicionó a los vampiros, y selló a Bahlskra. Pero Saitohimea así como otros vampiros han cometido varios crímenes contra la magia, y la “iglesia” la ha estado persiguiéndolos por el mundo. La mayoría de las ubicaciones de los vampiros era completamente desconocida, y la iglesia no podía encontrarlos, pero nueve años antes se encontró a la más importante “Saitohimea” nuestro ejército no habíamos podido encontrarla.
Saitohimea había sido capturada por un adorador del dios demonio y experimentado con ella, pero escapó al borde de la muerte, fue cuando fuimos capaces de capturarla. Y entonces planeábamos continuar con los experimentos, pero desafortunadamente ella ya no mostraba poseer poderes. ¿Fueron robados por los adoradores del dios demonio? ¿O los está escondiendo en alguna parte? Al ser el poder de la raza de demonios más peligrosa, los vampiros, puede que la haya escondido en alguna parte, llegamos a esa conclusión, la torturamos para que dijera la ubicación, pero no decía nada.
Solo continuó llorando diciendo que quería ver a “Taito”
Ella solo continuaba llorando diciendo querer volver a ver a “Taito”
¿Después de todo en verdad perdió sus poderes? Se decidió detener la tortura.
Eventualmente comprendimos que ese “Taito” se trataba de Kurogane Taito, se comprendió que era un joven que vivía en la ciudad que era administrada por nosotros la milicia, pero, parece que ese joven no tenía ninguna clase de poder, era bueno en Karate cuando era niño, pero se decidió que no hacía falta investigarlo más. Por supuesto, se mantuvo bajo vigilancia, Saitohimea había dicho su nombre, pero se decidió que nosotros la milicia nos dedicaríamos a investigaciones más importantes.
Así que nosotros la milicia, consideramos la eliminación de Saitohimea.
Se decidió venderse a la asociación llamada “la iglesia” conocida por temerle a su amo Bahlskra.
Así que se vendió en un precio muy alto y fue encerrada en la otra dimensión, se trata de un lugar especializado de la iglesia, un lugar sin sonido, sin luz, cualquiera que entra se vuelve loco. Al no tener poderes, de seguro no podría escapar de un lugar como ese, Con esto, el asunto se dio por cerrado.
Y entonces pasaron 9 años, durante ese tiempo no ocurrió nada.
Pero hace poco… De pronto ocurrió un cambio en la otra dimensión, Saitohimea de pronto mostró señales de querer escapar, no solo eso, superó la otra dimensión con facilidad y desapareció de la vista de la iglesia, haciendo que ellos pidieran nuestro apoyo.
Al mismo tiempo que Saitohimea comenzó a mostrar sus poderes, alguien pareció entrar en el mundo en el que ella estaba cautiva, también se nos solicitó capturar a ese intruso, según la información de la iglesia, alguno de los adoradores del demonio buscaba capturarla para poder liberar el sello de Bahlskra. Esa persona que intentó secuestrar a Saitohimea…. ¿No sería aquel que está en nuestras filas, el presidente del consejo estudiantil de la escuela…Kurenai Gekko?
Eso fue lo que dijo la iglesia”
— …
Eso era lo que estaba escrito en los documentos. Además, Gekko aparecía en el final. Volvió a leer la parte final una vez más.
“¿No sería aquel que está en nuestras filas, el presidente del consejo estudiantil de la escuela…Kurenai Gekko? Eso fue lo que dijo la iglesia, si es cierto, tendremos que revocar a Kurenai Gekko de su cargo y decidir su castigo”
— Jaja…
Terminó dejando salir una sonrisa tonta, y al mismo tiempo.
¡PAM!
Se escuchó un sonido fuerte, volteó a ver a un lado, en dirección a la pequeña ventana de la puerta de la sala del consejo estudiantil, allí había una pistola golpeando el vidrio como si quisiera romperlo, Gekko pudo ver a varios soldados armados tal vez una docena queriendo entrar a la fuerza a la habitación. Cuando el hombre del arma comenzó a hablar.
— ¡Kurenai Gekko! ¡Estás rodeado! ¡Si te entregas no te quitaremos la vida, abre la puerta y sal!
Esa voz resonó, pero al verlos.
—…
Gekko solo sonrió, se estaba burlando de los tontos soldados que intentaban abrir la puerta a la fuerza.
— Esta puerta no se abrirá con algo como eso, está sellada con un hechizo, a menos que tengas un Curse Breaker especializado, no importa cuánto grites, la puerta no se abrirá.
Y al decirle eso el hombre de afuera continuó hablando.
— Ya tenemos con nosotros a un Curse Breaker, es solo cuestión de tiempo para que abramos la puerta, pero puedes rendirte si aprecias tu vi…
Pero Gekko dejó de escuchar al hombre, bajó la mirada a ver los documentos, la última parte lo que se encontraba en lo más bajo de la página.
“¿No sería aquel que está en nuestras filas, el presidente del consejo estudiantil de la escuela…Kurenai Gekko?”
—…
Pero toda información acerca de esa existencia llamada Bahlskra era confidencial para Gekko al igual que para cualquier otro en la escuela Miyasaka, ni siquiera sabía del “sacrificio” Kurogane Saito quien estaba siendo vigilado por los militares. Es decir, Gekko no había pensado en lo absoluto en revivir un monstruo como ese. Pero los militares y la iglesia habían malinterpretado que Gekko estaba intentando revivir a Bahlskra. A pesar de que ni siquiera lo sabía, ¿Entonces por qué estaban pensando eso?
¿Por qué?
¿Por qué el ejército y la iglesia creían que Gekko querría hacer algo como revivir a Bahlskra?
—…… Hinata…
Después de decirlo hizo una sonrisa, tenía la misma apariencia que él.
— Así que Hinata está intentando revivir a Bahlskra…
Y rio aún más después de decir eso. Pensó que era realmente divertido, un monstruo legendario, el peor de los monstruos como para que el ejército hiciera un escándalo, el peor de los monstruos como para que la iglesia le temiera tanto. Hinata estaba intentando obtener su poder, lo estaba intentando desesperadamente, entonces… si es el caso…
—… ¿Qué pasaría si yo obtuviera ese poder antes?
Decía eso felizmente y se puso de pie.
— Mirai ¿Aun no?
Frente a él, en medio de la habitación se encontraba Mirai peleando contra el monstruo.
— ¡¡Lo derroteeeeee!!
Levantó la voz, pero Gekko la ignoró, y de nuevo revisó el lugar en donde estaban los documentos.
— ¿Nn? ¡Ah! ¡Gekko! ¡Ya lo derroté!
—…
— Derroté al monstruo…
—…
— Nee, nee, lo derrote fácilmente…
—…
— ¿¡¡¡¡Por qué me ignoras!!!!? ¡¡¡¡No me ignores cuando me esforcé tanto!!!!
—…
— ¡Oye! Oye ¡Gekko! ¿¡Me estas escuchando!?
Mirai gritaba. Pero Gekko continuó ignorándola por un tiempo, había terminado de leer las partes importantes del documento, y levantó la mirada.
— ¿Terminaste?
— ¡Terminé bastante bien!
— Tardaste.
— ¡El que tardó fuiste tú!
— No pongas excusas.
En ese instante Mirai estaba atónita.
— ¿¡Heeeeee!? ¿¡Qué le pasa a este tipo!? Ah!!! ¿¡¡Contra que debería desquitar mi ira!!?
Continuaba gritando, pero eso daba igual. Gekko volteó a ver el reloj de la habitación, eran las 20 horas con 52 minutos, tardaría un tiempo antes de que la escuela volviera a abrir, posiblemente los militares intentarían terminar con todo antes de que los estudiantes comenzaran a llegar.
—… Es más que suficiente.
Susurró Gekko. Al parecer ellos tenían la confianza de poder terminar con todo el problema antes de que amaneciera, volteó verlos, y después a la abertura dimensional que Mirai estaba conteniendo, estaba conectado con otro mundo.
Actualmente Kurogane Saito quien estaba bajo vigilancia de seguro corroboraría inmediatamente el otro mundo donde estaba Saitohimea, y primero intentaría abrir o encontrar un lugar que conectara con ese mundo, después de eso, si él fuera Saitohimea, entonces le ayudaría abriendo una abertura en un lugar que ambos conocieran. Distorsionaría el espacio doblaría las dimensiones y abriría una puerta que conectara ambos mundos.
—…
Si pudiera hacerlo entonces seria en esta escuela, no, en la llamada “región sagrada” que era el lugar en donde estaba construida la escuela, un lugar especial, Los niños de 18 años o menos tenían un poder especial para conectar los espacios entre dimensiones sin problemas y moverse entre ellos. Y todas las dimensiones de todos tamaños y formas estaban conectadas en este lugar. También el espacio confinado que creó la iglesia para tener a Saitohimea capturada.
Había mundos mucho más grandes que este… es decir, más grande que toda la tierra, pero aun así solitario, en donde solo vive un dragón. O tal vez un mundo en el que solo habían tres pueblos y las bestias que vivían en ellas se las pasaban en guerra. Había una cantidad incontables de mundos, grandes y pequeños, algunos más grandes que la misma tierra, y todos estaban conectados a la escuela, se podía cruzar a todos ellos desde la escuela, era un poder tan especial, que la milicia sin pensarlo construyo la escuela, era un poder tan atractivo para incluso esconderlo de otros países.
Por supuesto, en cambio tenía su riesgo.
Mientras estaba conectado todo lo que quisiera con otros mundos, conectándose con lugares completamente extraños, estaba la posibilidad de que los monstruos que habitaban esos lugares los atacaran, incluso habían lugares sellados que no se les permitían llegar y se les daba un castigo si siquiera se intentaba, incluso habían lugares que tenían maldiciones y estaba la posibilidad de que eventualmente murieran son solo estar algo de tiempo en esos lugares. Había otros que conectaban con lugares nunca antes vistos de donde aparecían atacando monstruos desconocidos, todos los estudiantes en la escuela podrían morir, también habían muchas otras infinitas posibilidades…
—…
No, no era solo una posibilidad, había ocurrido algo parecido una vez hace 18 años, el incompetente presidente del consejo estudiantil en ese tiempo no pudo contener la brecha, y los habitantes de otros mundos terminaron entrando, pero aunque se tome ese riesgo, valía la pena mantener ese poder.
—…
Gekko se le quedó de nuevo a la puerta que estaba sellada, los adultos sin poderes del país, estaban intentando detener a Gekko al mismo tiempo de manera inútil, al verlos terminó sonriendo.
— Es imposible para ustedes controlar mi poder.
Tras decir eso de nuevo volvió a ver la fisura entre dimensiones que estaba conteniendo Mirai, de seguro esa fisura estaba conectando al lugar en donde estaba Saitohimea, así lo presintió.
— Parece que acerté.
Dijo, el camino conectado posiblemente fue hecho por Saitohimea pensando que no podría atravesarla enviando solo a monstruos, pero…
— No escaparás Saitohimea.
Mientras decía eso tomó la espada que estaba a un lado del escritorio y se puso de pie dirigiéndose a la fisura inter dimensional. Y le habló a Mirai a un lado.
—… Bien, ¿Entonces nos vamos al otro lado?
— No quiero.
— La debilucha no tiene ningún derecho para negarse.
— ¡Uwaaaaa! ¡Uwaaaaa! ¡¡¡¡Que no quiero ir!!!!...
Pero ignoró lo que estaba diciendo y Gekko tomó a Mirai de la cabeza, ella pareció sorprendida con la acción.
— ¿He? ¿He? Espera…
Sin embargo la ignoró, y la lanzó tomándola de la cabeza a la fuerza al otro lado de la fisura.
— ¿¿¡¡¡Por qué tengo que ir yo primero!!!??...
— Cállate.
— Kyaaa.
Y Mirai desapareció del otro lado de la pared.
— ¿Qué tal? ¿Es seguro?
Preguntó, y Mirai asomó la cabeza de este lado desde la fisura dimensional con una expresión llena de ira.
— ¡¡Te mataré!!
— Fum, parece que es seguro, entonces vámonos.
Tras decirlo el también puso un pie dentro de la fisura comenzando entrar… y entonces, ambos desaparecieron, se fueron hacia el otro lado. Hacia el lugar en donde se llevaría a cabo la historia, ¿Qué será lo que les depara?
El sonido del reloj resonó dentro de la habitación. Su aguja apuntaba las nueve, y la campana resonó por toda la escuela, una hora en la que normalmente no sonaría, una campana nocturna.
Y entonces, la forma de la historia volvió a correr hacia su destino.
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