Itsuka Tenma no Kuro USagi Volumen 1 - Epilogo
- yumenosubs39
- 14 jul
- 12 Min. de lectura

Epilogo
Tenma aún no canta.
—….
Cuando abrí los ojos allí había un techo que conocía muy bien, una lámpara, paredes con papel tapiz blanca, y en una de las esquinas estaba sucio, allí había una mancha amarilla, recuerdo hacer un escándalo cuando era niño porque no podía dormir.
Me le quedé viendo a esa mancha.
—…
Y de nuevo volví a ver la luz del techo.
—….. ¿Todo fue un sueño?
Susurró Kurogane Taito, levantó a parte superior de su cuerpo y se rascó la cabeza.
— Ah, duele.
Gimió y se presionó la cabeza.
— ¿Me habré resfriado después de todo?
Después de decir eso corroboró el lugar en el que se encontraba, después de todo estaba en su habitación, su cama, un escritorio de estudios pequeño que le regalaron en primaria, y sobre este el cargador de su celular, pero allí no estaba su celular.
— ¿He? ¿Y mi celular?
Cuando de pronto sintió algo duro alrededor de sus caderas, al tocarlo sintió su celular dentro del pantalón, mejor dicho, tenía puesto el uniforme, parece que se había metido a dormir así, sus pantalones estaban arrugados.
— ¿He? ¿A qué hora me dormí ayer?
Intentó recordar, pero no logró hacerlo, estaba desconcertado por el sueño que acababa de tener, era algo vergonzoso, era uno tan fantástico que incluso podría convertirse en una película de Hollywood. En verdad fue un sueño realmente vergonzoso.
Una chica con la que había hecho una promesa hace mucho tiempo le decía que le gustaba, una chica de la clase de al lado tenia los cabellos puntiagudos y lanzaba chispas, y el chico más famoso de su escuela era experto en armas como un súper héroe, y pelearon juntos para derrotar a un monstruo…
Fue un sueño vergonzoso.
—…
Pero aun así, le dio la sensación de que fue un sueño divertido, solo al final se sintió bien, había muerto al final, pero para Taito quien siempre había buscado que hacer, fue una muerte satisfactoria. Y ahora que se veía a sí mismo, le parecía un sueño tonto.
—…… ¿Eso fue como resultado de no poder volver a practicar Karate y me quede insatisfecho?
Pero en el instante en que lo susurró.
— Auch.
De nuevo le volvió a doler la cabeza.
— Ah, puede que en verdad me haya resfriado.
Salió de la cama mientras susurraba, se puso de pie y volteó a ver al reloj. Eran las 8 de la mañana con 10 minutos.
Las clases de la mañana comenzaban a las 8:20 y eran 10 minutos corriendo desde su casa a la escuela, por lo que si se preparaba podría llegar a tiempo, bueno, si corría.
—.. Fuwaaaa… tengo mucho sueño, además de que me dormí con el uniforme y me duele todo el cuerpo.
Se estiró mientras decía eso, y después olió la ropa que traía puesta, solo verificaba que no apestara a sudor, pensó que tendría que bañarse y cambiarse de ropa si fuera el caso pero…
— Bueno, estaré bien.
Salió de su habitación de ese modo, bajó por las escaleras y llegó a la sala de estar.
— Mamá, el desayuno.
Intentó decir pero no hubo respuesta.
— ¿He? ¿No está?
Al entrar en la sala de estar la comida se encontraba sobre la mesa con una bolsa cubriéndolo, y a un lado había una nota.
— Para el rebelde que llegó hasta la mañana apenas se convirtió en estudiante de preparatoria, como parecía que no habías dormido no te desperté, fui a acompañar a Yui-chan a la escuela, cuando regrese te prepararé algo, pero cuando menos come este pan que te deje, cuando regrese te preguntaré cómo y en donde estabas jugando anoche, también se lo diré a papá he. Atte mamá.
Eso estaba escrito, por cierto, su hermana menor Yui era lista, asistía a una escuela privada famosa, y de vez en cuando mamá iba a dejarla, eso no era algo extraño, pero Taito volvió a leer lo que le había dejado su madre.
— ¿Ha? ¿Regresé en la mañana?
Intentó recordar lo que había estado haciendo ayer, durante todo el día había tenido sueño, Haruka lo invitó a que regresaran juntos y la rechazó, cuando estaba regresando a casa un camión lo golpeó mientras salvaba a Ando Mirai… ¿Eso fue un sueño?
— ¿He? ¿Entonces ayer cómo fue que…?
Cuando de pronto se escuchó el sonido de un auto, su madre había regresado, comenzaba a estacionarse, y Taito…
— ¡Esto es malo!
Tomó con prisa el pan, se lo metió a la boca y regresó por ahora a su habitación, buscó su maleta para ir a la escuela, pero no la encontraba.
— ¿¡Por qué no está!?
Mientras se preguntaba eso el motor del auto se detuvo.
— Ah, sí me encuentra mamá será realmente molesto, ¡por ahora escaparé de casa hasta que llegue papá!
Se apresuró para salir de su habitación, bajó las escaleras y abrió la puerta de la entrada saliendo de la casa, al hacerlo vio cómo su mamá se acercaba con una bolsa de las compras.
— Ah, Tai…
— ¡Perdón, voy tarde! ¡Ya me voy!
Taito solo pasó corriendo a un lado de su madre.
— ¡Espera! ¡Taito!
Escuchó esa voz a su espalda pero a Taito no le importó, solo continuó corriendo, después de eso bajó la velocidad y comenzó a caminar. Al final terminó dirigiéndose a la escuela, en medio del camino intentó corroborar en el celular que hora era, pero parecía que se le había acabado la batería por lo que no podía saberlo. Pero casi seguro que llegaría tarde.
La puerta trasera del salón de clases tenía una pequeña ventana, las clases ya habían comenzado, el maestro encargado Kariya se dirigía a los alumnos, asomo la cabeza lentamente dentro del salón y el maestro le hizo una señal para que entrara de una buena vez. Taito asintió y abrió la puerta lentamente para no hacer ningún ruido, pero aun así fue normal que atraería la atención de los demás estudiantes.
Algunos sonrieron, el grupo de dos amigos Saito y Tanaka que se llevaban bien y que había prometido ayer que hoy jugaría con ellos le sonrieron y saludaron con la mano. Taito los saludo levantando dos dedos.
Parece que los recuerdos de ellos dos no era ningún sueño, se sintió un poco más relajado, ¿Qué fue un sueño? ¿Qué fue real? Tomó asiento en su lugar a un lado de la ventana mientras se preguntaba eso, y al hacerlo Haruka a su lado se le quedó viendo.
— Moo, no debes llegar tarde, hubiera ido a recogerte hoy en la mañana.
Haruka le dijo eso y vio su sonrisa gentil de siempre.
— Ayer, pasaron muchas cosas difíciles.
A pesar de que dijera eso, la verdad es que no recordaba que era lo que le fue difícil, y Haruka le preguntó con una expresión un poco preocupada.
— ¿Ayer llegaste muy tarde a casa?
Taito puso una expresión de no entender que había pasado después de todo.
— Ah, creo, parece.
— ¿Parece? ¿Qué ocurrió?
— ¿He? ah, ¿qué habrá pasado? la verdad es que no lo recu…
Pero Haruka al escucharla parecía estar realmente preocupada.
— No… ¿no me digas que te peleaste? Ayer me dijiste que irías a salvar a alguien pero, ¿te peleaste…?
Pero en ese momento
— ¡Oigan! ¡Kurogane! ¡Shigure!... está bien que se lleven muy bien como pareja, ¿pero podrían escuchar lo que estoy diciendo?
Sensei los interrumpió y después todos los estudiantes alrededor comenzaron a reír, Haruka se puso roja, pero por algún motivo parecía feliz. Taito por el otro lado todo eso le daba igual, el problema fue lo que acababa de decir Haruka.
“Iré a salvar a alguien”
Era una frase que se supone había dicho dentro de su sueño de fantasía.
¿He? ¿Entonces ese sueño fue real?
— Que tontería.
Dijo Taito, pero el maestro lo fulminó con la mirada a través de sus lentes.
— No es una tontería, hablo en serio, parece que en verdad tiene sangre real, es de un pequeño país de Europa, su padre es japonés por lo que parece que puede hablar bien el japonés, pero como se crió en aquel lado no conoce el sentido común de nuestra cultura, eso es de lo que estaba hablando, de seguro ha de estar un poco confundida por estar en un lugar nuevo, así que espero que se lleven bien con ella.
El maestro comenzó a hablar de algo que no comprendía.
— ¿He? ¿De que hablaban?
Y los estudiantes volvieron a reírse, y después el maestro le dio seguimiento con una expresión como si estuviera en problemas.
— Te estaba diciendo que escucharas lo que estoy diciendo ¿Quieres que vuelva a decirlo todo desde el principio?
Pero Haruka lo ayudo hablando en voz baja.
— Dice que vendrá una estudiante transferida, vamos, ¿hay pocos estudiantes en nuestra clase verdad? Así que dice que habrá alguien más, parece que es medio hermosa.
Taito se le quedó viendo a Haruka.
— ¿Medio hermosa?
— ¿He? ¿Reaccionas a eso?
— ¿Nn? Ah, no, no es eso, ¿Cómo decirlo? Mi corazón hizo ruido por extraño que parezca.
Tras decir eso Taito se presionó su pecho, en verdad su corazón estaba haciendo un escándalo, por algún motivo desde el fondo de su corazón sentía alguna clase de alegría, esa sentimiento comenzaba a fluir, cuando de pronto dentro de su cabeza resonó una voz, aun le dolía la cabeza.
Viene, ya viene, ya viene, ya viene, tu ama ya viene.
—… ¿Qué demonios pasa?
Taito terminó gritando y todos voltearon a verlo, y el maestro.
— No, esa es mi frase.
Le dijo viéndolo con sospechas, pero ya no tenía la libertad de responder, eso fue porque vio en el pizarrón algo que no terminaba de creer, en el pisaron estaba el nombre de la estudiante transferida…
Saito Himea.
Si, Taito leyó aquello.
Saito Himea.
Saito Himea.
Saitohimea.
—…
En ese instante comenzó a dolerle el corazón, y de nuevo resonó la voz.
Viene, ya viene, ya viene, ya viene, ya viene, tu ama ya viene, ¿estás feliz verdad? ¿Te vuelves loco de alegría cierto? Tú ama esta justo a un lado
Y en ese momento la puerta se abrió con impulso, y una chica entró en el salón de clases, tenía un moño rojo y uniforme de marinera, hasta allí en apariencia era una chica linda, le quedaba demasiado bien el uniforme de la preparatoria Miyasaki. No, era una chica tan hermosa que incluso su uniforme se veía inferior.
No podía pensarse en ella como una japonesa, mejor dicho, ni siquiera parecía una humana normal, cabellos largos color lavanda, una piel blanca sin una sola mancha, labios hermosos y rosados, buena figura y cuerpo esbelto, y lo que llamaba más la atención eran sus ojos, unos ojos carmesí que brillaban con una luz traviesa. Esa mirada volteó a ver a los alrededores del salón de clases con extrañeza, los estudiantes al verla…
— ¡Uwaa!
— Es hermosa.
— ¿Es humana?
Comenzaron a hablar, y el maestro.
— Ah, ya llegaste, Espero que se lleven bien con ella a partir de ahora, su nombre es Saito…
Pero en ese momento Himea posó su mirada sobre Taito, tenía el mismo rostro que en su sueño, no, era identica a lo que recordaba y ella al verlo sonrió.
— ¡¡Taito!!

La chica gritó, y de ese modo de pronto comenzó a correr, no, a volar, pisó sobre el primer pupitre frente a ella y continuó impulsándose, después pateó el pupitre de Saito que se encontraba en el centro y volvió a saltar, todos se le quedaron viendo, pero a ella no pareció importarle, no le importó nada, solo lo veía directamente.
— ¡¡Te extrañé!!
Saltó para abrazar a Taito mientras gritaba eso, y él retrocedió un poco, pero no le importó, lo abrazo con mucha fuerza.
— Te extrañé, te extrañé.
Susurró pero Taito....
— ¿He? este… ayer… ¿lo de ayer no fue un sueño? ¿¡Eso quiere decir que todo fue real!? Lo que hice ayer…
Pero dentro del campo de visión de Taito apareció Haruka, vio la expresión que puso al recibir el impacto del suceso, y Taito se apresuró.
— A este… ¡no es eso Haruka! ¡Espera un poco! Hi, ¡Himea! Espera, ¡aléjate por ahora…!
— ¡Ya no me alejare de ti! ¡Te dije que no volvería a alejarme de ti!
Al estar en esa situación los demás estudiantes comenzaron a hacer cada vez más escándalo, mejor dicho, sintió como el ambiente empeoraba, bueno, entendía que los hombres lo vieran mal, pero también las chicas.
— A pesar de que tiene a Haruka…
— Es de lo peor, ¿qué le pasa a ese tipo…?
Y por último Haruka.
— Taito… ¿Qué pasa? ¿Se conocen?
Haruka le preguntó con los ojos llenos de lágrimas,
“Uwaa”
Pensó Taito, “esto es realmente malo” Cuando de pronto…
— ¿¡Se encuentra Taito!?
Escuchó la voz de alguien conocida, su voz resonó por todo el salón, y todos dirigieron su mirada a ella, Taito por supuesto, también volteó a ver, era la chica más linda de la clase de al lado, Ando Mirai se le quedó viendo.
— ¡Oh! ¡Sorprendente! ¿¡En verdad volviste a la vida!? ¡Qué bueno!
Eso fue lo que dijo la chica.
— Nee ¿esa chica también?
— ¿He? ¿Saliendo con tres?
Y Haruka de nuevo.
— Ta, ta, ta, ¿¡Taito!?
¡Que no es eso! Pasaron muchas cosas… Cuando Himea de pronto tocó el cuello de Taito con felicidad.
— Me gustas, Taito.
—…
Y Taito volteó a ver en dirección na Haruka, pero ella…
— Ah, este… ¡Tengo que ir al baño!
Y se fue corriendo con lágrimas en los ojos.
— ¿¡Heeeeeee!?
Taito gritó, pero ya era demasiado tarde, y varias chicas…
— ¿Estás bien? ¡Haruka!
Fueron detrás de ella saliendo del salón de clases, e inmediatamente después…
— Kurogane-kun, eres de lo peor.
Otras chicas lo fulminaron con la mirada, además, la chica que acababa de entrar, Mirai, comenzó a acércasele y comenzó a tocar el cuerpo de Taito como si nada.
— ¡Ho! ¡Sorprendente! En verdad estas vivo.
“No, espera, estas malentendiéndolo”
—…
Pero ya no había un ambiente en el que pudiera explicar algo, el maestro lo fulminó con la mirada.
— Bien, Kurogane, no necesitas asistir a la próxima clase, ¿podrías venir al salón de profesores a explicarme que es lo que pasa?
—… ¿He?... ah… si…
Suspiró, pero vio como otra persona molesta apareció, del otro lado de la puerta por la que había aparecido Mirai un joven de cabellos negros y uniforme bien arreglado se encontraba de pie, ese hombre comenzó a hablar.
— No, sensei, yo me llevaré a ese hombre, a partir de hoy lo haré trabajar como esclavo para el conejo estudiantil, ya no es regido por las reglas escolares.
El maestro puso una expresión de sorpresa por lo que acababa de decir, y volteó a ver a la entrada, el hombre que estaba de pie, era el súper man de la escuela, Kurenai Gekko. .
— Ah, ¿Es tu amigo Kurenai-kun?
— No, mi esclavo.
— Entonces puedo estar más tranquilo.
— ¿¡De que hablan!?
Taito gritó al escucharlo, pero aunque le fuera frustrante la situación ya había cambado, las chicas que lo estaban viendo hasta hace poco con una expresión de “Muérete maldito”…
— Ku, ¡Kurogane-kun! ¿¡Eres amigo de Gekko-sama verdad? ¡Sorprendente!
— Ahora que lo pienso Kurogane-kun, te ves genial.
— Haruka tiene buen ojo.
“¿Acaso son estúpidas? ¿O Tontas?” Taito pensó en responderles, pero Gekko lo interrumpió.
— Vamos Himea, Mirai, Taito, el trabajo espera.
— ¿¡Por qué de pronto me llamas por mi nombre y sin honoríficos!?
Pero Al escucharlo. Gekko lo vio con inferioridad.
— Cállate esclavo.
— ¡Quién demonios es tu esclavo!
— Tu, no importa como lo veas eres inferior ¿cómo un esclavo verdad? ¿O qué? ¿Si se lo enseño a tu cuerpo lo admitirás?
Gekko apretó ligeramente el puño y Taito se puso de pie.
— No podría pedir más, terminemos con lo que empezamos ayer en la noche… ¿He? ¿Himea? No puedo lucirme, ¿Podrías alejarte un poco?
— No.
— Este… co, como sea, no planeo obedecerte…
Pero lo volvieron a interrumpir, se escuchó un gran estruendo y la escuela tembló, el maestro gritó “¿Qué pasa?” y los estudiantes comenzaron a hacer un escándalo, pero Gekko se mantenía tranquilo, viendo hacia arriba, en dirección al salón del consejo estudiantil que se encontraba en el quinto piso.
—… Fum, del otro lado, ven a ayudarme.
Y Taito le respondió.
— No.
— ¿No?
— No.
— Fum, bueno, no importa pero…… si esta misión falla el mundo será destruido.
— ¿He?
— Si vas a ayudar entonces ven, Mirai, vámonos.
— ¡Si!
— No, no, espera un poco ¿Cómo que el mundo? ¿De qué estás hablando? ¡Ah! ¿Gekko? ¿Kurenai-kun?
Pero Gekko no volvió a darse la vuelta solo continuó avanzando, Taito solo lo vio atónito.
—…
Se quedó un tiempo en silencio solo viendo cómo se alejaba.
—……………… ¡¡Haaaaaaa!! ¿¡Qué demonios le pasa!? ¡¡¡Esta claro que me va a dar curiosidad!!!
Mientras decía eso comenzó a caminar, pasó frente al maestro y a la vista de los demás estudiantes que ya no pudieron decir nada más. Y entonces Himea lo siguió como si estuviera siendo llevada por él.
— ¡Himea! Aléjate de una vez.
— Ha ha ha ha.
— No, nada de “ha ha ha”
— Bueno, no importa, Taito, yo detendré la destrucción del mundo.
— ¿¡Que personaje eres ahora!?
— ¿Quién sabe? Pero me estoy divirtiendo, después de todo estar contigo es divertido, es divertido hablar con las personas.
La chica veía a Taito mientras sonreía, y entonces pensó, posiblemente en estos nueve años no había sonreído ni una sola vez, si ella que había sufrido tanto puede sonreír, entonces los detalles dan igual.
Pasaron muchas cosas de las que no terminaba de convencerse, pero con su sonrisa… bueno, todo daba igual… no, espera, solo había algo que no le agradó, era acerca de Haruka, pero bueno…
—… Por ahora vamos al salón del consejo estudiantil.
Tras decir eso volvió a caminar por el pasillo.
Entonces todo comenzó.
Mi historia acababa de comenzar, la historia molesta que conectaba mundos.
Ese día se estableció por fin “el consejo estudiantil – Gekko” de la 12ava generación.
Fue el inicio de toda la historia.
Movámonos a un lugar lejano, bueno, aun diciendo lejano era un lugar en otra dimensión a través de la distorsión del espacio.
— ¿Eso significa que la chica ya despertó?
— Si.
— Todo va como se esperaba.
— Si.
— Fum, ¿Ya usó “los seis deseos de Tenma” que robó de mí?
— Aun no… lo que uso fue a Tenma.
— ¿A Tenma? ¿He? ¿Esas llamas de Itachi que se supone no podían usar?
— Si.
— Jajaja, a veo, ¿Aun le quedaba algo de cordura? Incluso la bruja más antigua. Ramiel Lilith. Saitohimea, La loca, la calamidad… no importa, lo que debemos evitar es que esa bruja complete el hechizo secreto “bendición”
— Si.
— Solo por eso fue que naciste, además…
— Lo sé.
— ¿En serio? En verdad eres especial, entonces está bien, ya puedes retirarte, continua vigilando.
— Si.
— “Bendiciones” a ti
— “Bendiciones” a ti…
Y tras decir eso ella se dio la vuelta, su rostro inexpresivo hizo una pequeña mueca, era triste como si estuviera por llorar, y entonces susurró.
—…
Fue un susurro demasiado bajo, como si intentara que nadie la escuchara, nadie, ni siquiera su amo, ni siquiera ella misma pudo escucharse.
—…… Estoy sufriendo, Taito.
Eso fue lo que susurró Shigure Haruka.
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