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Genjitsubanare Bishoujo Volumen 1 - Capítulo 1

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Capítulo 1

 

Como el cuarto hijo de una gran empresa familiar estaría en una posición en la que la vida sería fácil, sin tomar muchas responsabilidades pero con un flujo de dinero, el modo fácil de la vida, Iriya Takeru pensaba que así sería... pero fue hace un mes atrás cuando su ingenuo plan de vida se vino abajo, ocurrió un escandalo dentro de la familia y sus tres hermanos mayores se retiraron de la casa, pasaron muchas cosas y dejaron de desear la herencia, bueno, más que eso no lo necesitaban... y de esa manera tomó la batuta como el siguiente Jefe de la empresa... pero hubiera estado bien si solo fuera eso.

—¿Es en serio...?

Vacaciones de verano después de haber entrado en el segundo año de preparatoria, Takeru se encontraba en la sala de estar del departamento donde vivía solo, dejó salir un gran suspiro sentado en el sofá, desde la mañana se habían puesto en contacto con él y había estado así todo el día, no es como si las hubiera contado pero en definitiva había suspirado más veces de las que podría contar con ambas manos.

Takero vivía en un departamento tamaño 2LDK demasiado grande para vivir solo, se trataba del departamento que le había preparado su papá, desde que entró en la preparatoria y durante un año había pasado el tiempo libremente en el departamento, pensaba que su vida continuaría de manera tranquila como lo había hecho hasta ahora y solo al recordar que no sería así volvió a suspirar de nuevo, fue cuando el timbre de la entrada sonó, no es como si pudiera dejar a esa persona esperando así que levantó sus caderas con pesadez, fue a la entrada y al abrir la puerta...

—Buenos días.

Allí se encontraba una chica con una belleza que no había visto antes.

—Ha pasado un tiempo Iriya Takeru-san.

No sentía que estuviera pasando de verdad, solo pudo reaccionar como si se encontrara dentro de un sueño, pero aquella chica con hermosa voz acababa de decir su nombre.

—Cuento contigo a partir de hoy como tu prometida.

La chica le dijo eso con una sonrisa estando frente a Takeru quien no podía decir nada, inclinó la cabeza en un gesto tan hermoso como para quedar fascinado.

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—A.... si...

Observó como sus cabellos color lino caían por sus hombros, Takeru no pudo decir nada más que eso.

Iriya Takeru, no solo sería el siguiente jefe de la compañía familiar sino que incluso le esperaba una prometida. La primera vez que habló con ella fue hace una semana, le dijeron que regresara a la casa principal pero después de estar huyendo dándole vueltas a las cosas a base de escusas su prometida por fin había venido a verlo personalmente, ese era el motivo por el que Takeru había estado suspirando todo el día.

(Si viene directamente a casa no podría huir...)

Volteó a ver a su prometida sentada en el sofá y ella le sonrió con una hermosa postura, sobre su blusa negra usaba un cárdigan de colores claros que se veía bastante bien junto a su falda larga.

(Es tan linda como para no entenderlo)

Su nombre era Amamiya Reina, tercera hija de una familia con historia, una chica de la misma edad que Takeru, buenas facciones, largas pestañas, grandes ojos color ámbar cual si fueran a absorberlo, su figura estaba bien definida, además de que en sus esbeltos dedos las uñas estaban bien cuidadas, bien podría decirse que no había ninguna apertura de su parte, era una belleza casi cual si fuera una obra de arte, sus labios rosados estaban haciendo un arco agregándole calidez a su piel blanca que parecía un poco fría, entre su belleza emanaba el ambiente gentil de una chica de su edad y no dejaba una sensación extraña, no solo su físico, era capaz de hablar japonés, inglés y francés... parece que tiene las mejores calificaciones a nivel nacional. Es decir, la chica llamada Amamiya Reina era un genio.

(Si fuera solo mi novia y no mi prometida estaría realmente feliz... aunque no podría ser).

La belleza de Amamiya estaba a un nivel de que no importa a quien le preguntara diría que es hermosa, además de que le daba justo en los gustos de Takeru, incluso podría decir que era demasiado buena para él, tanto que se sentiría demasiado pesado solo el tenerla como pareja, no se diga de estar comprometidos.

Después de dejar salir un suspiro y rascarse la cabeza su mirada se topó con la de Reina, por un instante ella se quedó con los ojos bien abiertos y después parpadeó mostrándole una sonrisa, en la puerta se preguntó si era un sueño y ahora volvía a preguntárselo.

—Ah... siento no haberte ofrecido té.

Cuando menos ya había traído a su departamento a algunos amigos pero no es como si tuviera que preocuparse con ellos, por ahora sacó una botella de té y sirvió un vaso, era mejor que no tener nada pero en serio que sentía que le hacía falta mucho como para recibir a su prometida con esto, además de que Reina le había traído un regalo... no importa como se vean parecían ser dulces bastante caros... como ella se había preparado se sintió aún peor.

—Está bien, al contrario, avise que vendría apenas ayer, siento mucho haber venido tan de pronto.

Pero Reina no parecía preocuparse por eso, al contrario, fue ella quien bajó la cabeza.

—No, no te preocupes.

Fue el día de ayer que se puso en contacto con su familia y le dijeron a Takeru apenas esta mañana, el motivo es porque anoche ignoró las llamadas que sabía venían de su familia, fue culpa del mismo Takeru por intentar escapar de la realidad todo el tiempo.

—Muchas gracias.

Después de la ligera reverencia mientras estaba sentada ahora volteó a ver a los alrededores dentro del departamento.

—Lo había escuchado pero parece que te has alejado de la familia ¿Será que vives con la persona que te gusta?

—Claro que no, vivo solo.

Se apresuró a mover la cabeza a los lados, no se imaginaba viviendo con alguna chica que le gustara, ella se quedó con los ojos bien abiertos.

—¿No es complicado vivir solo?

—No es como si no hubieran cosas molestias pero es más sencillo estando solo.

Obtenía lo suficiente para los gastos por lo que realmente no batallaba.

—Si se te permitió vivir solo desde la preparatoria ha de ser por la mucha confianza que tienen tus papás en ti.

—... Solo se quitaron la responsabilidad, no esperaban mucho de mí.

Mientras sonreía movió la cabeza a los lados.

—Algo como eso...

Pero su rostro cambió tener una expresión nublada “Maldición” pensó que lo había arruinado así que se apresuró a hablar con un tono de voz más ligero.

—Pero aun así, es demasiado apresurado hablar de compromiso.

—Es cierto.

Takeru intentó cambiar el tema de conversación y Reina bajó las cejas sonriendo ligeramente.

—Parece que ambos pasamos por cosas difíciles gracias a nuestras familias.

Así es, no sabía que intenciones tendrían pero parece que este compromiso se había decidido por conveniencia de ambas familias, por supuesto que Takeru no estaba de acuerdo con ello y de seguro sería lo mismo para Reina, al contrario, ella debería de desear estar con alguien tan esplendido como ella, debería de sentir que esto era alguna clase de tabú. Al pensar de esa manera se preguntaba si podrían deshacer el compromiso, Takeru como estudiante de preparatoria le era difícil ir contra las decisiones de su familia pero si ninguno de los dos estaba de acuerdo...

—¿Cosas difíciles?

Pero era como si no entendiera lo que le estaba diciendo, inclinó la cabeza con sus palabras.

—Vamos, algo como comprometernos de pronto a conveniencia de nuestras familias cuando apenas somos estudiantes de preparatoria.

—En mis alrededores algo como esto no es realmente extraño, aunque es cierto que puede que sea demasiado pronto desde un punto de vista normal.

Un punto de vista normal sería no comprometerse sin siquiera antes haber sido pareja, pero aún así ella estaba sonriendo como si lo tuviera fácil, para ella fuera es que fuera posible o no, de seguro era algo que ocurriría tarde o temprano ¿Será que por eso no le desagradaba? No pudo preguntárselo.

—Pero es un tema que salió de pronto, puede que en ese sentido podría decirse que nos hacen pasar cosas difíciles.

Con sus palabras bajó las cejas ligeramente por ahora parecía entender a que se refería, aunque más bien parecía que estaba siendo considerada.

—¿Verdad?

—Si.

—No sabíamos nada y que de pronto me digan “Ya tienes prometido” en verdad es un problema

—Es cierto, aunque sea algo oficial creo que primero deberían de hablar con nosotros, preguntarnos al menos.

A pesar de que ambos estaban sonriendo con el mismo tema de conversación le dio la sensación de que no estaban hablando de lo mismo, a diferencia de Takeru Reina no parecía estar confundida con la situación.

—Pero me alegra que haya sido con Takeru-san, después de todo nos llevábamos bien cuando éramos pequeños.

—... ¿En serio?

Reina se rascó la mejilla con una mirada como si le fuera nostálgico, no era de extrañar que Takeru estuviera confundido, debido a las relaciones que tienen sus familias Takeru y Reina ya se habían encontrado de manera temporal pero a diferencia de Takeru cuyos recuerdos de ese entonces eran difusos Reina parecía recordarlo.

(Pero aún así está siendo bastante positiva).

Puede que sea mejor que con un completo extraño pero era un motivo demasiado débil como para aceptar el compromiso.

—No es como hubiéramos estado juntos por mucho tiempo pero son recuerdos esplendidos.

La expresión de Reina comenzó a cambiar de manera suave como si estuviera viendo algún álbum de fotografías.

— ¿Recuerdas la fiesta en la que nos conocimos? Es algo vergonzoso pero en ese entonces era un poco retraída, me llevaste contigo y hablamos de muchas cosas.

Susurró con una sonrisa cual si estuviera tocando gentiles recuerdos...

— E... es cierto...

 Su corazón dolió un poco, Reina tenía hermosos recuerdos de felicidad pero Takeru quien se supone los compartía con ella no recordaba nada, no es como si la hubiera olvidado por completo pero sus recuerdos de ese tiempo eran ambiguos.

—... ¿Takeru-san?

Se dio cuenta de cómo se encontraba y volteó a verlo inclinando la cabeza

—Ambos hemos cambiado.

Al final de cuentas no era demasiado importante, era cierto que la recordaba más pequeña de lo que es ahora.

—No nos hemos visto en mucho tiempo después de todo.

—Si...

Reina agregó eso haciendo una sonrisa frágil, de seguro para ella su figura se estaba apilando con la de él en aquel entonces.

—... Pero.

Fue ella quien rompió con el silencio, levantó el rostro y sus miradas se toparon, Takeru bajó un poco la mirada, hacia sus manos, sus dedos estaban temblando ligeramente.

(Ha de estar decepcionada).

Pero cuando pensaba que estaban en medio de un silencio incomodo le mostró una sonrisa, emanaba un ambiente tranquilo, sus dedos habían dejado de temblar.

—Ambos hemos crecido, ¿No podemos quedarnos igual que en aquel entonces verdad? me gustaría que tuviéramos una buena relación de ahora en adelante.

Se enamoró de sus sentimientos al igual que por sus palabras y sonrisa.

—Además de que estaremos viviendo juntos desde el día de hoy.

—¡Espera un poco!

Esas palabras hicieron que el cerebro de Takeru reaccionara.

—... ¿Vivir juntos?

—Si.

—¿Quién y quién?

—Takeru-san y yo... ¿No te lo habían dicho?

¿Se dio cuenta de la situación al ver su reacción? Reina frunció las cejas.

—Es la primera vez que lo escucho... ¿Es broma verdad?

Si viviera con ella podría ser que su relación se fortaleciera dificultando más el romper con su compromiso, aún sin eso era un problema que desapareciera la libertad que tenía hasta ahora por vivir solo.

—Este...

Reina había estado tranquila todo este tiempo pero claramente estaba confundida, ¿Qué es lo que estaba diciendo? Al final no continuó hablando, parecía como si solo estuviera buscando una manera de ser considerada.

—... Lo siento ¿Podrías decirme todo lo que te dijeron?

—... Si.

Dejó salir un pequeño suspiro y sonrió mientras bajaba las cejas.

—Desconozco todos los detalles, pero quien decidió el compromiso ha sido el papá de Takeru-san e hizo la sugerencia de que viviéramos juntos.

—... Eso quiere decir que papá a pesar de que lo decidió por su cuenta no me dijo nada... lo siento.

—No, estaba un poco sorprendida pero no es algo de lo que tengas que disculparte.

Sonrió gentilmente, no importa como lo pensara tenía que disculparse, pero a pesar de eso llegó a la conclusión de que eso solo la metería en más problemas así que se rindió bajando la cabeza ligeramente.

—Ah, ya veo ¿Entonces el tema de vivir juntos ya está completamente decidido?

—No, dijeron que al final seriamos nosotros los que decidiríamos una vez que nos conociéramos...

—Ya veo...

Reina hablaba con su expresión un poco nublada, por lo que acababa de decir parecía que ya tenía toda la intención de que vivieran juntos, pero con esto de seguro ha de pensar que no le agradaba la idea, no es como si la hubiera rechazado directamente pero por algún motivo al verla reaccionar así le era difícil rechazarla, para empezar es algo que decidió su papá por lo que ya era algo complicado ir en su contra.

—Por ahora dejemos el tema del compromiso para otro día y tomémoslo como el primer día en que nos conocemos, después de todo no siento que esto sea real, ¿Es demasiado repentino hablar de vivir juntos verdad?

No solo era el tema de estar comprometido con una chica de preparatoria al igual que él, por más que Amamiya Reina sea la mujer que daba justo en sus gustos si aceptaba que vivieran juntos entonces ya no tendría escapatoria.

—¿Te gustaría que lo dejáramos así de momento? Para ambos es el ingreso al nuevo año escolar, creo que deberíamos dejarlo para cuando se calmen las cosas un poco.

No le gustaba la idea del compromiso pero desde que era algo que había decidido su familia no era algo que pudiera negarse con tanta facilidad, incluso si lo hiciera no pensaba que pudiera oponérseles, y si lo hiciera de seguro le causaría molestias a muchas personas, por ahora si aceptaba no había dudas de que las cosas avanzarían, así que pensó en apartarse por ahora,

—Ya veo... es cierto.

Después de un poco de tiempo Reina mostró una sonrisa, era frágil, débil.

—Es cierto, ha de ser repentina la idea de vivir juntos cuando apenas acabas de escuchar del compromiso... es algo normal...

Reina estaba agachada con ambas manos sobre sus piernas, parecía que estaba poniendo un poco de fuerzas en ella haciendo que su falda se arrugara ligeramente.

—... Lo siento.

—¿Por qué te disculpas Takeru-san?

Era una visita no esperada y terminó de esta manera, pero ella no parecía que le molestara, se puso de pie de pronto.

—No, aunque diga que otro día no me refiero a que te tengas que ir de inmediato...

—Muchas gracias por la consideración pero es cierto que he venido de pronto, me retiraré por hoy.

—... Ya veo, entonces déjame acompañarte abajo.

En cuanto le dijo eso Reina movió la cabeza a los lados.

—Muchas gracias por la consideración pero está bien solo hasta la puerta.

—... Entendido

Asintió y Reina comenzó a moverse hacia el pasillo con sus cosas en mano, Takeru la siguió con sus pasos pesados, frente al pasillo desde la entrada se encontraba la sala de estar y la cocina, a un lado una habitación con el cuarto de baño y para lavar la ropa, también dos dormitorios, allí se encontraba la habitación de Takeru, en si no era demasiado grande pero a Takeru se le había olvidado cerrar la puerta.

—Ah.

—Discul... ¿eh?

A Reina le dio la sensación de que escuchó un sonido extraño, volteó hacia el otro lado de la puerta y se quedó con los ojos bien abiertos.

—......... Takeru-san.

—Si...

Al ver el interior de su habitación volteó a verlo con un tono de voz tranquilo, a pesar de eso le dio la sensación de que era fría, su hermoso rostro estaba haciendo una sonrisa... no, puede que lo mejor sería decir que su sonrisa se le quedó pegada, era una sonrisa hermosa pero... honestamente daba un poco de miedo.

—... ¿Qué es esto...?

—Mi habitación.

—......... ¿Cambio la pregunta?

Inclinó su cuerpo hacia él mostrándole una sonrisa, en verdad que daba miedo.

—¿Por qué está tan sucio?

No hacía falta decirlo, la habitación de Takeru era un desastre.

—......... No la uso más que para dormir, no es ningún problema.

En la cama parecían haber novelas y mangas, las cubiertas se encontraban en otra parte, botellas pet tiradas fuera del contenedor de basura, incluso alguna que otra botella ya abierta, de alguna manera entendía que era lo que preguntaba Reina.

—No hay manera de que esta situación no cause problemas.

—Es mi habitación así que no importa si está desordenada, limpio lo mínimo necesario para poder vivir.

—No está bien.

Pero Reina le respondió dando un paso para acercarse a Takeru “¿Entendiste?” Mientras decía eso se acercaba a su rostro.

(¡Estás demasiado cerca!)

Su corazón comenzó a latir deprisa, pudo percibir un dulce aroma, estaba lo más cerca que había estado el día de hoy, incluso podía notar el largo de sus pestañas.

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— Para empezar las botellas en el suelo, no es seguro ya que podrías llegar a tropezar.

—... E.. estaré bien si tengo cuidado.

—También el polvo, si no limpias bien tu ropa se ensuciará, no es nada higiénico.

No pudo responder a eso mientras que ella continuaba hablando aun bastante cerca, no podía tranquilizarse.

—Además de que si dejas agua en las botellas destapadas podrían comenzar a aparecer insectos.

—Uu...

Pensó que no debería de haber problemas ya que no solía comer en la habitación pero tenía algo de resistencia con la idea de tener que dormir con insectos.

—Takeru-san.

Corrigió su postura retrocediendo un paso y se le quedó viendo con una expresión seria.

—No puedo dejar las cosas así.

—Puedo limpiar mi propia habitación... eventualmente.

La verdad es que había limpiado su habitación hace como un mes, pero ella movió la cabeza a los lados haciendo que sus cabellos color lino se balancearan.

—Al ver la cocina desde la sala no parecía que haya sido usada, no es como si las comidas instantáneas sean algo malo pero necesitas tener los nutrientes necesarios, siento si me estoy metiendo demasiado pero es más que evidente que no has pasado mucho tiempo cocinando.

No pensaba que incluso hubiera visto la situación en la cocina, si se había dado cuenta de tanto de seguro no serviría de nada intentar disimular.

—Has cambiado a como eras en aquel entonces, creo que es une lastima, pero no hay nada que hacerle.

Es como lo había dicho, daba lástima, desvió la mirada de Reina pero ella continuó “Pero...”

—No creo que este cambio sea algo bueno.

—... Aunque me digas eso....

¿Qué podría hacer? ¿Cuándo mucho amentar la cantidad de veces que limpiaba su habitación?

—¿Qué me estás pidiendo que haga?

Desvió la mirada mientras le dolían los oídos por las palabras de Reina, pero esperaba que le respondiera como lo hizo.

—Después de todo déjame vivir en esta casa a partir de hoy.

—... ¿Eh?

Se le olvidó la incomodidad y regresó la mirada, frente a él se encontraba Reina con la mano en su pecho, no era un ambiente en el que pareciera estar bromeando.

—No, dijimos que hablaríamos del tema otro día...

—También lo pensé pero lo siento, no puedo dejarte así.

—¿Esto tiene algo que ver con vivir juntos?

—Para empezar soy buena con la cocina, creo que podrías cambiar tu estilo de vida Takeru-kun.

El que estuviera atónita solo era en superficie, levantó un dedo frente al rostro de Takeru y después levantó otro.

—Segundo, puedes dejarme la limpieza a mí, no puedo decir que sea buena con ello pero cuando menos estoy a un nivel normal, las áreas comunes las limpiaré yo así que con el tiempo libre por favor limpia tu propia habitación.

A Takeru le dio la sensación de que no estaba respondiendo a su pregunta, pero cuando menos entendía que no es como si lo estuviera ignorando y estaba pensando seriamente en su estilo de vida.

—Tercero, no es algo especifico pero déjame apoyarte, además de que creo que será beneficioso para ambos.

Le mostró una gran sonrisa al mismo tiempo en que levantaba el tercer dedo.

—¿Qué me dices?

—Aunque me preguntes eso...

Si es como lo estaba diciendo entonces el tiempo y esfuerzos en su vida diaria disminuirían, es solo que para Takeru ese no era el problema, de alguna manera quería evitar el tema del compromiso pero aceptarla en esa situación, solo de pensarlo comenzó a dolerle el estómago.

—Amamiya-san ¿No te desagrada la idea de tener que vivir a solas con un hombre?

—Desde antes esa era mi intención, es cierto que no me gustaría si se tratase de un extraño pero si es Takeru-san realmente no me importa.

Respondió a su pregunta con facilidad sin dejar de sonreír.

—Déjame preguntarte al revés, ¿Hay algún motivo por el que no quieras que vivamos juntos Takeru-san?

Ahora su expresión cambió, ¿Estaría preocupada que Takeru solo estuviera siendo considerado con ella? ¿Podría decirle que era debido a que no le agradaba la idea del compromiso? Pero al ver su expresión se sintió culpable.

—...... Sería un problema que la libertad de vivir solo desapareciera.

Lo que más le desagradaba era tocar el tema del compromiso pero eso tampoco era una mentira, aunque el departamento fuera grande y cada quien pudiera tener su habitación privada no quería que se molestaran en su vida diaria.

—Si es el caso entonces prometo no molestar más de lo necesario así que puedes estar tranquilo.

Dejó salir un suspiro de alivio sonriendo con la mano en el pecho.

—... ¿Pero la tendrías más fácil quedándote en casa verdad? además de que tendrías que hacer más labores del hogar...

—¿Es lo mismo para ti verdad Takeru-san?

—Bueno, es cierto pero se tiene más libertad.

—Es lo mismo para mí, la verdad es que desde antes añoraba poder vivir sola, creo que es una buena oportunidad.

—¿Pero estarías viviendo con alguien cierto?

—Es verdad.

Tras decir eso comenzó a reír, volteó a verlo hacia arriba.

—¿Qué me dices?

A diferencia del asunto del compromiso parecía no querer retroceder con el tema de vivir juntos, tomando en cuenta lo que se ofrecía a hacer por él le sentía mal echar por tierra su consideración, abrió la boca aún con sentimientos de querer negarse.

—Bueno, ya se ha hablado con nuestras familias... después me avisas del día de la mudanza.

—¡...! ¡Si!

La expresión de Reina cambió de ser un poco rígida a mostrar una gran sonrisa mientras asentía, su voz fue hermosa mientras mostraba una adorable sonrisa.

(¿También es capaz de hacer esa cara?)

Era la primera vez que la veía de esa manera y le pareció bastante linda, era la expresión más linda que había visto en ella durante el día, su corazón se aceleró y sintió una calidez extraña.

—Ah, perdón, terminé mostrándote una parte descuidada de mí.

—Ah, no, está bien.

Se puso roja intentando esconderse con las manos, en serio que eso también era malo para su corazón, una linda sonrisa, una figura hermosa y buenos modales, a primera vista Amamiya Reina era una chica perfecta y al ver una nueva expresión en ella sintió que su rostro se calentaba un poco.

—Quiero preparar algunas cosas así que necesitaré algo de tiempo, cuento contigo a partir de ahora.

—Ah... si...

A estas alturas se preguntaba sin en verdad estaría bien que vivieran juntos pero Takeru no pudo decir nada más.

 

◇◆

 

La preparatoria a la que asistía Takeru era una escuela completamente normal, pero gracias a que era nueva sus instalaciones estaban limpias y eran modernas, parece que era popular por ello, no sabía si ese sería el motivo pero en comparación con los demás parecía haber muchos estudiantes serios, en la hora del descanso y después de clases se escuchaban conversaciones divertidas, pero no es como si se hiciera un escándalo, si tuviera que decirse algo para Takeru que no era muy alegre no es como si recibiera interferencias, era una escuela en la que podía pasar el tiempo tranquilamente.

Acababa de pasar a segundo año a una nueva clase, con ese ambiente habían pocas personas que eran nuevas, pero el día de hoy Takeru no habló con nadie y se dirigió directamente a su asiento, estaba en la fila a un lado de la ventana en el segundo lugar, podía ver las Sakuras en el jardín por la ventana, estaban entrando en abril, y allí estaban dando el mensaje de tener una buena vida escolar, no debería de hacerlo pero sin querer le hacía dejar salir un suspiro, no tenía la intención de ser sensible solo con ver a las flores de cerezo, pero estaba un poco desanimado, parece que viniendo de él estaba siendo demasiado delicado.

—Apenas comienza el nuevo año escolar y ya estás con esa cara Takeru.

Cuando dejó salir otro suspiro pusieron una mano sobre su hombro, se trataba de Oosaki Ryoma con quien estuvo el año anterior.

—... Y tú tienes una cara muy alegre.

—¿Lo dices de esa manera?

Ryoma le mostró una ligera sonrisa y Takeru levantó la mirada ligeramente, la primera impresión que le había dado es que era alguien serio, pero la verdad era diferente, su uniforme no lo estaba usando bien, tenía algunos accesorios, pero a pesar de eso se preocupaba por su aspecto físico.

—¿Y? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal o algo?

—No, solo estaba pensando en algo, no es como para que te preocupes, está bien.

—Bueno, entonces está bien...

Volteó a ver a sus compañeros de clases bajando los hombros, y de nuevo volvió a mostrar una sonrisa ligera.

—Estamos en una nueva clase, si no eres más amistoso las chicas nunca se te acercarán.

—No creas que todos vivimos la vida con tu punto de vista, para empezar... no.

—¿Nn? Bueno, da igual, iré con la chica que he estado relacionándome desde la semana pasada, nos vemos.

—Si.

Ryoma levantó la mano alejándose y Takeru de nuevo volvió a ver afuera de la ventana.

(No se acercarán... pero aunque no sea así...)

Recordó las palabras de Ryoma y volvió a dejar salir un suspiro. A partir de hoy comenzaría a vivir con Reina, fue su papá quien comenzó con esto, o eso parece, fue al mismo tiempo en que hablaban de compromiso, Takeru quien no estaba presente (en sus pensamientos) no escuchó nada de eso.

“Se supone que te lo había dicho desde antes, que no hubieras escuchado es responsabilidad tuya, bueno, como sea, si dices que te niegas a que vivan juntos entonces regresarás a casa, en ese caso será mejor que te prepares, es una buena oportunidad, acércate a la espléndida Reina-kun y aprende algunas cosas de ella”

Si era de esforzarse aprendiendo de una persona esplendida, entonces no se hubiera convertido en lo que es ahora, pero no le dio tiempo de responder cortando con la llamada, después de eso las cosas continuaron avanzando llegando hasta hoy, aunque era algo que habían aceptado la verdad es que se sentía intranquilo que empezara de verdad y tenía esa expresión, además de que Reina se había transferido a su clase, no logró terminar con tiempo los tramites pero Takeru se le quedó viendo al asiento vacío de enfrente, parece que ya estaba decidido.

La escuela a la que asistía Reina era una adecuada escuela para chicas, pensó que no hacía falta que se tomaran la molestia de hacer que se transfiriera pero “La escuela anterior estaba muy lejos así que...” Reina sonrió desde el otro lado del teléfono, sabía que no tenía segundas intenciones, pero no parecía pensar como algo de presión el asunto del matrimonio, lo que lo hacía sentir más pesado, sabía que era inútil seguir pensando en eso así que volvió a mover la mirada del asiento del frente hacia afuera de la ventana, ¿Justo el viento soplaba? Un pétalo de Sakura entró en su ojo movido por el viento y Takeru dejó salir un suspiro.

 

Después de clases, los pies con los que se dirigían a casa eran pesados, intentó dar vueltas en la tienda buscando por cosas nuevas, se sentó por un tiempo en una banca de un parque en el que no había entrado, mientras estaba haciendo eso el cielo ya comenzaba a teñirse de rojo.

—Tengo que regresar a casa.

Takeru tenía que regresar, Reina le había dicho que comenzaría a mudarse y podría terminar causándole problemas, se trataba de ella por lo que puede que no comiera esperando a que regresara.

(Para empezar ¿Qué se supone que cenaremos?)

La vez pasada lo había regañado, parece que le desagradaba la idea de comer comida instantánea, entonces pensó en ordenar algo a casa, pero a pesar de eso tendría que consultarlo con ella desde antes. ¿Cuántas veces había suspirado el día de hoy? Dejó salir un nuevo suspiro y dirigió sus pesados pasos a su casa. Llegó al frente de su casa, sintió la puerta más pesada que de costumbre, cuando terminaba de abrir la puerta pasaría y la cerraría detrás de sí con una mano, presionando el botón para cerrarla, era la rutina, pero el día de hoy la olvidó.

—Bienvenido a casa Takeru-san.

En la entrada se encontraba Reina de pie mostrándole una sonrisa y hablándole alegremente.

—Ya llegué.

Sin importar que no pensaba que apareciera frente a él Reina le habló con naturalidad y le respondió inconscientemente, se sorprendió que no le importara, ella estaba usando un vestido de una pieza ligero, parecía estar de buen humor, sus facciones hermosas y buena postura no habían cambiado, pero se veía linda moviendo las manos de derecha a izquierda detrás de ella.

—Llevaré tu maleta.

—... Solo mientras me quito los zapatos.

—Si.

Pensó en negarse pero aceptó honestamente su petición, parece que fue la respuesta correcta, Reina respondió con una sonrisa. Terminó de quitarse los zapatos y usó las pantuflas frente a él “Gracias” tomó la maleta de nuevo y Reina le respondió con un “De nada” lo hizo ruborizarse un poco.

—... ¿Me estabas esperando en la entrada?

—No, estaba viendo por el balcón cuando vi que estabas regresando.

Reina se veía feliz, y solo pudo desviar la mirada respondiéndole “ya veo” parece que no lo estaba esperando en la entrada, sino en el balcón, de seguro por mucho tiempo, debido a que Takeru le había estado dando vueltas a las cosas que terminó causándole más problemas a Reina, puede que haya hecho que se preocupara.

—Siento llegar tarde.

—... No te preocupes.

Bajó la cabeza y Reina después de abrir grande los ojos los entrecerró gentilmente, esa Reina le robó la mirada, y después de verse por un tiempo regresó en sus sentidos.

—¿Ya está bien con la mudanza?

—Si, ya casi he terminado.

—Eso fue rápido.

—Los muebles fueron traídos en su mayoría por los trabajadores, lo único que hice fue darles indicaciones.

—Bueno, me lo imagino.

Teniendo la ayuda de los trabajadores de la mudanza las cosas debieron de ser sencillas, pero a pesar de eso Reina sonrió con amargura haciendo una mueca.

—Ah, también traje algunos utensilios para la cocina, siento mucho no haberte avisado con anterioridad.

—Ah, está bien, después de todo casi no la uso.

—No sé qué decir de eso a su manera, pero gracias.

Sonrió con amargura mientras doblaba ligeramente las caderas.

—Preparé la comida así que cuando termines de cambiarte pasa al comedor por favor.

—¿Hiciste algo? ¿Desde el primer día de mudanza?

—Si.

Asintió, Reina bajó las cejas, parecía un poco avergonzada.

—Tenía la intención de que fuera una sorpresa pero al pensarlo bien podría ser que ya hayas comido afuera, así que terminé tomándome las cosas de manera egoísta sin querer.

Se le quedó viendo a Takeru y él dejó salir un “ah” como si se hubiera dado cuenta de algo.

—¿Sucede algo?

—Al contrario, es de agradecer, llegaste más temprano a casa de lo que pensaba, la sorpresa fue más ligera.

Pensó que estaba siendo considerada pero sonreía, parecía que en verdad lo pensaba.

—Lo consideraré un mérito.

—Si... siento detenerte en la entrada.

—Ah, no te preocupes, bueno, nos vemos.

—Si.

Reina lo despidió con una sonrisa mientras entraba en su habitación, cuando menos quería presumir que su habitación estaba limpia así que abrió la puerta más de lo necesario a propósito, volteó a ver de reojo a su espalda y allí estaba Reina con una sonrisa.

 

Desde el momento en que abrió la puerta de la sala de estar un buen aroma estimularon sus sentidos, aunque no quisiera sus expectativas comenzaron a aumentar, y parece que no estaba equivocado.

—Sorprendente...

La vista sobre la mesa era abrumadora, lo que había preparado era algo de verduras hervidas con Daikon, algo de té, tempura, platos acomodados de manera hermosa y que estaban llenos, coloridos como una flor, solo de verlo parecía delicioso.

(De seguro esto costó dinero...)

Había escuchado que la familia Amamiya tenía una empresa de alimentos y era adinerada, pero a pesar de eso no tenía nada que ver con la Reina misma, o eso creía.

—Asombroso.

—Muchas gracias.

Dijo su sincera impresión y Reina pareció avergonzarse un poco.

—Bueno, toma asiento.

—Si.

Reina estaba un poco roja y parecía feliz, se podía ver algo orgullosa, es algo normal con todo lo que preparó, de seguro ha de tener confianza en sus habilidades, las expectativas de Takeru aumentaron aún más.

—Adelante.

—Si, Itadakimasu.

—Itadakimasu.

Tenía la intención de probarlo pronto pero sus manos se detuvieron.

—¿Takeru-san?

—Ah, no, estaba dudando con que comenzar ¿Qué me sugieres?

—Comienza con lo que gustes.

—Todo se ve tan delicioso que es para dudar.

Sonrió con amargura intentando disimular y Reina bajó ligeramente las cejas, sonrió mientras lo observaba, la verdad es que todo se veía delicioso pero el motivo por el que su mano se había detenido era por otra cosa, solo con que ambos dijeran “Itadakimasu” en la misma mesa lo hizo sentir extraño, fue un sentimiento cálido. Volteó a ver a Reina de reojo, ella seguía viéndolo con una sonrisa, así que por ahora intentó probar algo.

—Delicioso.

Era fácil de comer, el sabor del jugo y la salsa de soya se sentía ligero, además de que con el aroma se sentía como todo un platillo japonés, era delicioso, se notaba que había hacho un trabajo esplendido al cocinar.

—Me alegra que te guste.

—No, en serio eres sorprendente.

Reina sonrió mientras le indicaba “Prueba otras cosas por favor” y le respondió con un ligero “Si”

—Esto también des delicioso.

Después probó algo del arroz frito, tenía algunos hongos agregados dándole un sabor delicioso, sin querer terminó diciéndolo en voz alta.

—Que bueno.

—Pero ¿no fue difícil preparar los hongos? Como quitarles el tallo.

—Si, desde el día de ayer los preparé en casa, la verdad es que me hubiera gustado preparar otras cosas pero pensé que cuando menos esto.

—¿En serio?

Le preguntó a Reina subiendo las cejas, ella entrecerró los ojos con gentileza, parece que había estado trabajando mientras que no la veía y su rostro hermoso parecía feliz.

—¿Son los que más te gustan verdad?

—... Vaya que lo sabes.

Lo sabía... no....

—Lo recuerdas.

—Por supuesto.

La sonrisa de Reina se hizo más profunda, le dio la sensación de que era eso después de todo, de seguro sería una de las sorpresas que le tenía preparadas.

—... Comeré lo demás antes de que se enfríe.

—Si, por favor.

Reina desvió la cara con felicidad, y por ahora Takeru se dirigió a l a mesa, la sorpresa tuvo su efecto.

 

—Gracias por la comida.

Reina terminó de comer antes que Takeru y de vez en cuando volteaba a verlo, era algo vergonzoso pero de seguro ha de estar preocupada por la reacción ante su comida, además de que parecía estar feliz sonriendo mientras él comía, no se sentía como algo malo.

—Estuvo delicioso.

—Estoy feliz de que digas eso Takeru-kun.

Bajó la cabeza ante ella.

—Como se esperaba de la hija de un cocinero.

—Muchas gracias, desde que era pequeña molestaba muchas veces en la cocina y me enseñaron muchas cosas así que creo que he crecido como la hija de un cocinero.

Entrecerró los ojos bajando la orilla de sus cejas.

—Cuando había otros cocineros solo veían como la hija del dueño venía a molestar y no podían decirle nada, ahora que lo pienso de seguro solo fue una molestia.

Tras decir eso puso una expresión que me hacía pensar que no fueron buenos recuerdos.

—¿No será que te dejaron estar por ser linda?

—Eso me pregunto, pero es cierto que estaba mucho tiempo allí.

—Puedo entenderlo tras probar esta comida.

Si no pudieron hacer nada al ser la hija del dueño no es de extrañar que Reina se hubiera vuelto tan buena.

—... Muchas gracias.

Reina por un instante se quedó con los ojos abiertos y se ruborizó, por su expresión parecía feliz y orgullosa por las palabras de Takeru, decir que es la hija de un chef se escuchaba hermoso, pero que sea esta su forma de ser la mostraba más atractiva.

—Pero bueno, es inusual saber que te metías en la cocina.

Fue la misma Reina quien habló de su infancia, ella había avanzado por su cuenta por lo que de seguro así le gustaba la cocina.

—Es cierto, creo que solía hacerlo frecuentemente.

Entrecerró los ojos mientras reía.

—Pero al final de cuentas tenía motivos para hacerlo.

—¿Motivos?

Intentó preguntarle y Reina entrecerró los ojos de manera extraña.

—Fuiste tú el que lo dijo, me dijiste que te gustaba mi comida “conozco a muchos cocineros profesionales así que aprenderé”.

Lo dijo con un tono de voz gentil y una expresión adorable, en cuanto a eso parecían ser recuerdos apreciados para Reina.

—... Así que fue mi culpa el que te causara tantas molestias.

—Podríamos decirlo de ese modo.

Se llevó la mano a la boca mientras reía, entrecerró los ojos mientras continuaba.

—Es que pensé que eras lindo.

—... ¿Eh?

—Si, gracias a ti es que obtuve recuerdos esplendidos.

Sintió algo de culpabilidad al ser detalles que no terminaba de recordar, pero a pesar de eso Reina parecía estar feliz.

—¿Con las cosas así?

—Si.

—Ya veo.

Desvió la mirada e intentando disimular se llevó la tasa de té a la boca terminándose todo lo que quedaba.

—Te serviré un poco más de té.

Reina vio su vaso al regresarlo a la mesa y se puso de pie tras decir eso, no quedaba de otra más que evitar contenerse y aceptó el favor, ya había experimentado el día de hoy que eso sería lo mejor.

—Te lo encargo.

—Si.

Susurró mientras veía a Reina de espaldas alejándose.

(Se siente extraño).

En cuanto llegó a casa se sorprendió de ver a Reina en la entrada, además de que al decirle “Bienvenido” respondió de manera natural “ya llegué”, Reina parecía bastante feliz, por supuesto que en parte era por eso pero el principal motivo era otro, no se quejó de la comida que le había preparado, no solo eso, el tiempo que pasaron sentados en la mesa la hizo sentir satisfecha, Takeru se encontraba alejado del hogar que la vio crecer... no, huyó y logró obtener una vida más placentera, no había sido consciente pero ahora se dio cuenta, Reina se lo enseñó, había experimentado algo que había perdido desde que se fue de casa, la calidez de la vida diaria, la diversión y la libertad que había perdido y no pudo evitar pensar que esto no estaba nada mal.

(... No podría ser con cualquiera...)

Amamiya Reina, si no fuera porque vino a su casa debido a que estaban comprometidos de seguro no hubiera sentido esta calidez. Levantó la mirada y pudo ver a Reina preparando el té, calentó un poco el agua antes de poner las hojas, lo movió un poco de un lado al otro al haberse pasado un poco de caliente, puede que para ella esos sean movimientos a los que estuviera acostumbrada, pero estaba impresionado por su consideración, pero lo que más hizo que su corazón se moviera era su mirada gentil y su sonrisa, Reina el día de hoy tenía un ambiente más suave que la ultima vez que se vieron, pero no era un ambiente amable de una esposa, de seguro era más bien expectativa por la vida que llevarían a partir de ahora, pensando en eso pudo sentir la calidez gracias a la presencia y sonrisa de Reina.

—Aquí tienes.

—Gracias.

Reina regresó y le entregó el té, de esa manera se lo llevó a la boca, hacía años que no le habían preparado un té de esa manera, se sorprendió por lo cálido que era, pero extrañamente... no, de seguro era por las habilidades de Reina, se sentía mucho más delicioso y cálido que el té que bebió durante la comida, Takeru bebió un poco y al terminar dejó el vaso en la mesa dejando salir un placentero suspiro.

—Amamiya-san.

—Si.

Takeru estiró su espalda de manera correcta, su expresión era un poco tensa.

—... Siendo honestos acerca del compromiso, creo que te lo había dicho pero no siento como si esto fuera real.

—Ya veo...

Incluso Reina lo entendía, pero a pesar de eso y de la expresión que pusiera era algo que necesitaba decir, sin importar el motivo ahora Reina estaba siendo positiva ante el tema, y Takeru pensó que era un intento de disimular y no la realidad, además de que los problemas eran mayores con la familia Amamiya.

—... Pero estaremos viviendo juntos, así que cuento contigo a partir de ahora.

—... ¡Si!

Levantó de impulso la cabeza cuando estaba cabeza baja, su cabello claro se balanceó, su expresión cambió a ser más gentil, cuando pensaba en eso parecía esforzarse.

—Hay algo que me gustaría decir Takeru-san.

—¿Nn?

Reina hizo una mueca al final, sus cejas se movieron un poco haciendo una expresión como si estuviera molesta, pero sus mejillas se sonrojaron ligeramente haciendo que su expresión de enojo se hiciera casi imperceptible ¿Un intento de esconder su vergüenza? Lo entendió pero le pareció algo lindo.

—Acerca de la forma en que me llamas, no me digas “Amamiya-san” llámame Reina por favor.

—... ¿Tiene que ser así?

—Soy tu prometida por lo que tengo mis sentimientos.

Bajó la orilla de sus cejas, lo decía como si estuviera conteniéndose y desvió la mirada de manera linda como si estuviera molesta.

—Más importante, no me agrada que seas tan educado como si fuera una extraña.

—Pero a pesar de eso tengo algo de resistencia con llamarte por tu nombre sin honoríficos.

Desde el punto de vista de Reina quería que su distancia fuera menor, en aquel entonces ya se llevaba bien con Takeru, pero su distancia se volvió a hacer algo complicada, estaba siendo considerado pero...

—Entonces... no me importaría si me llamas Re-chan como hace mucho.

¿Será que le dio vergüenza solo por decirlo ella misma? Sus mejillas comenzaron a llenarse de color de nuevo y se le quedó viendo hacia arriba, de esa manera pensó que era linda pero al igual que ella solo de pensar en llamarla de esa manera ya se sentía avergonzado.

(En serio que podía llamarla de esa manera hace mucho, sería un problema si comenzara a llamarla así ahora).

Pero la mirada de Reina más que de vergüenza parecía llena de expectativas.

—Adelante.

—Desde que soy estudiante de preparatoria no podría referirme a una chica como “chan”.

—... Ya veo.

No podía mentir pero le dolió el corazón al ver a Reina así de desanimada.

—Por cierto... Reina.

Fue vergonzoso decirlo, desvió un poco la mirada pero a pesar de eso podía verla desde el rabillo del ojo, se llenó de determinación y la vio de frente, ella se había quedado allí con los ojos bien abiertos.

—Cuento contigo a partir de ahora.

—¡Si! ¡Es un placer!

Vivir con esa Reina que estaba bajando la cabeza cortésmente de seguro no estaría nada mal.

 

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