Itsuka Tenma no Kuro USagi Volumen 1 - Capítulo 5
- yumenosubs39
- 14 jul
- 42 Min. de lectura

Capítulo 05
La luz que ilumina la noche
Regresó a ese lugar, a esas calles, cruzó los caminos, la zona residencial, y aún más halla, pasó por un callejón en el que no pasaban personas y al final de ese camino…
—…
Kurogane Taito se encontraba corriendo, los alrededores ya estaban completamente a oscuras, era un poco después de las 8 de la noche, si regresara a casa…
“Moo, ¡La comida ya está fría! Te dije que regresaras a casa rápido”
Su hermanita lo regañaría, pero…
—…
Pero Taito aún no tenía la menor intención de regresar a casa, tenía una promesa que cumplir, con ella, con la chica de sus sueños, por eso es que solo corría, continuaba corriendo desesperadamente.
— ¡Waaaaaaa!
Continuaba corriendo mientras gritaba, cuando de pronto se dio cuenta por donde se encontraba corriendo, un callejo un poco al sur de su escuela, Su casa estaba cerca, Cansados de mudarse todo el tiempo su padre le dijo.
“Bien Taito, ¡ya no volveremos a mudarnos! ¡Viviremos para siempre en esta ciudad de Miyasaka!”
Por lo que con impulso construyeron su casa en el lado sur cerca de la escuela, pero el departamento en el que Vivian antes se encontraba al norte de la escuela, y en el norte se encontraba aquel parque en el que había intercambiado su promesa con Himea, el lugar de su promesa.
—… ¡Que lejos! ¿¡Cuantos kilómetros crees que hay de distancia!?
Aunque intentara corroborar el mapa dentro de su caza posiblemente serian alrededor de 8 kilómetros, no, incluso podría superar los 10 kilómetros, desde que dejó de practicar Karate casi no movía su cuerpo por lo que al correr con todas sus fuerzas le dieron ganas de vomitar como siete veces, tanto así era la distancia. Pero aun así el continuaba corriendo, a una velocidad cercana a su límite. De vez en cuando el maestro de educación física de las chicas descansaba y terminaban llevando gimnasia todos juntos, en ese entonces corría desesperadamente 50 metros a contra reloj para sorprender a las chicas, y solo con eso todo su cuerpo comenzaba a gritar, sudaba bastante, los músculos de sus piernas se sentían pesados. En esta ocasión superó por mucho su límite, cuando de repente se escuchó un sonido tan fuerte como para sorprenderse, era el sonido de la ruptura de su talón de Aquiles.
— ¡Dueleeeee!
Taito gritó, pero, pero aun así no dejaba de correr, y el tendón de Aquiles volvió a reconectarse de inmediato, al hacerlo, todo el cansancio de los músculos de su cuerpo se alivió, ese era el resultado de uno de los experimentos que realizaba mientras corría. Parece que…. El poder que le había otorgado Himea, de que a menos que no lo maten 7 veces en menos de 15 minutos no moriría… en caso de que alguna de las partes de su cuerpo superara su límite, lo curaba y no solo eso, todas las heridas y todo el cansando que tuviera también lo hacían mismo tiempo. Por eso que cuando se curó del impacto del camión, murió una vez y de nuevo se regeneró,… las heridas del pasado también lo hicieron… aquella herida que se había hecho en la pierna practicando Karate, también se había recuperado por completo.
Y ahora también.
Había continuado corriendo con todas sus fuerzas por más de un kilómetro, a una velocidad increíble, algo imposible siendo una distancia tan larga, le dolía bastante, su tendón de Aquiles se rompió, continuaba corriendo mientras sentía que los pulmones le explotarían, era bastante doloroso.
— Mejor dicho… es… es difícil respirar pero… mis músculos… mis pulmones… no lo soportaran…
Y de nuevo otro ¡PAM! En esta ocasión el dolor insoportable provenía de su pantorrilla.
— ¡¡Gaaaaaaaa!! ¡¡Te dije que eso duele!!!... Haa, haa… vuelvo a tener aliento…
Continuó corriendo, se olvidó de sí mismo, corrió con todas sus fuerzas como si quisiera enterrar la pena de los nueve años, puede que apresurarse a estas alturas no haga la gran diferencia, puede que no tenga sentido, pero una chica la había esperado por nueve años, ya la había hecho esperar nueve años, ¿Así que importan otros 5 o 10 minutos más verdad? Podrían decir eso, pero para Taito, al recordar su rostro mientras se la llevaba aquel monstruo…
Su rostro en lágrimas.
Su rostro tras rendirse.
Y su rostro gentil mientras lo veía.
— Haaaaa, ¡Tengo que ser más rápido!
No había ningún seguro que la chica se encontrara en el parque, había sido secuestrada por Hinata, puede que aun la tengan encerrada… no….
… Puede que incluso ya esté muerta…
—…
Pero al pensar en eso movió la cabeza a los lados. Eso no debería de ser posible, si fuera el caso no había manera de que apareciera dentro de sus sueños, ella lo estaba esperando, ella lo esperaba a que la salvara, por eso es que aparecía dentro de su cabeza, recordó desesperadamente lo que le decía.
Así que ahora debería de apresurarse, esa sensación le daba, sentía como si ella estuviera pasando por un gran peligro, no sabía porque, no sabía porque estaría pensando algo como eso, pero aun así en el fondo de su corazón, en un lugar muy profundo algo del decía.
Apresúrate.
Apresúrate.
Apresúrate.
Apresúrate.
Mueve rus piernas.
No importa si te quedas sin cabeza solo apresúrate.
Rápido, ve rápido a ese lugar.
Corre al lugar de su promesa.
Corre,
Corre.
Era como si se lo estuviera ordenarlo y Taito corría obedeciendo.
—…
Salió del camino y en ese momento llego al cruce en el que le había golpeado el camión, en una orilla de la acera podía verse su mochila negra.
— ¿¡Mi mochila!?
Taito gritó, pero no dejó de correr.
— La… la recogeré de regreso…
Susurró, ignoró la señal del paso peatonal que se encontraba en rojo, y un Sedan negro estuvo por golpearlo, Taito lo saltó. Pero por supuesto, no había manera de que pudiera saltarlo sin resultar herido, el vidrio delantero terminó golpeando su caderas y su hueso se quebró, Dejó salir un grito y salió volando, pero en medio del aire los huesos se le repararon y de ese modo aprovechando el impulso apenas aterrizar continuo corriendo.
— Haaa… ¿este poder no puede hacer algo con el dolor?..
Continuó corriendo mientras se quejaba.
Y en medio del camino, vio a dos chicas que caminaban a casa desde la escuela por el camino, una de ellas tenía el cabello castaño corto, piernas bronceadas y dientes blancos, una chica atlética, y la otra… la otra…
—… ¿Are? ¿Taito?
La otra chica volteó a verlo poniendo una expresión de felicidad, tenía el cabello y ojos negros, abrió grande los ojos al verlo mientras le mostraba una sonrisa gentil, Se trataba de Haruka, en la espalda tenía un estuche suave con su raqueta de Tenis. Allí es donde Taito se detuvo.
— ¿Oh? ¿Tu reunión duró hasta tan tarde?
Tras decir eso Haruka… no, la chica deportista a un lado puso una expresión de “hoho…”
— ¿Ara ara? Haruka-san ¿Tu novio vino a recogerte?
Dijo eso, y Haruka se apresuró a responder.
— ¡No, no, no, no es eso Miki!
Pero mientras decía eso por algún motivo se veía realmente feliz.
— ¿He? pero, ¿Es en serio? ¿Te preocupaste?
Respondió, por algún motivo parecía nerviosa y Taito respondió.
— ¿He? Ah, este…
Estaba balbuceando, la chica deportiva a la cual llamaron Kimi, al verlo comenzó a reír.
— Los dos ruborizándose, que lindos… ¿les estoy estorbando? Está bien, la verdad no me importa regresar sola a casa.
Al escuchar eso…
— Ah, no está bien.— Ah, no está bien.
Dijeron Taito y Haruka al mismo tiempo y Kimi volvió a reír.
— En verdad que se llevan bastante bien ustedes dos, nee, ¿Lo sabias? En el club Haruka se la pasa todo el tiempo hablando de t…
Pero la interrumpió,
— ¡Waaaaaaa! ¡Waaaaaa!
Haruka comenzó a gritar mientras levantaba ambas manos, por algún motivo estaba completamente roja.
— Te, te, te, ¡Te mandare a volar Kimi!
— Si, si
Parecía que en verdad se llevaban bien, pero Taito no tenía tiempo para escuchar cada cosa, dentro de su pecho había una voz que le decía “corre, corre, corre, corre” No era la voz de Himea, después de todo la voz de Himea ya había desaparecido de dentó de él y no volvería a escucharla, por eso es que la voz que le estaba ordenando que corriera era su propia voz.
Corre.
Corre rápido.
Tu ama morirá,
Tu ama morirá.
La dueña de tu vida morirá.
Si no quieres que muera entonces ve a salvarla.
Rápido.
Rápido.
Sálvala.
Está en peligro…
— Po, por ahora ¿regresamos los tres juntos? ¿Si? ¿Así está bien verdad Taito?
Dijo Haruka, sin embargo…
—…
— ¿…?
—…
— Nee, Taito, ¿Qué sucede?
—…
— Este… si, si no quieres venir conmigo… ¿e… estás enojado…?
Pero…
— ¡Haruka!
— ¿He? ah, ¿Si?
Volteó a verla y parecía nerviosa, y Taito habló viéndola directamente a los ojos.
—… Lo siento, regresa antes, tengo algo que hacer.
— ¿Algo que hacer?
— Si.
— ¿A estas horas?
— Si.
— ¿Qué vas a hacer?
Pero antes de que respondiera a la pregunta de Haruka, la voz dentro del pecho de Taito continuaba diciéndole que corriera, entonces le respondió.
— Salvar a alguien.
— ¿He? Espera ¿Taito?
Pero eso fue lo último que dijo, Taito comenzó a correr de ese modo, dio la vuelta a la esquina y al pasar por el lugar pudo ver que la puerta de la escuela Miyasaka a al que asistían Haruka y él ya estaba cerrada, por eso no podía atajar por la escuela, no podía meterse a escondidas y tomar el atajo hacia el norte. Después de que la puerta se cerrara, esta escuela tenia a varios vigilantes, para que nadie entrara, parece que anteriormente había entrado alguna persona sospechosa, y puso varias cámaras haciendo un escándalo, parece que la escuela exageró un poco al poner vigilancia. Y hoy también, parece que después de todo había varios guardias en el pati…
—… ¿¡Qué!?
Dijo Taito de pronto, se esperaba que hubiera guardias pero por algún motivo no estaban en esta ocasión, lo que había allí eran hombres con atuendos negros que parecían militares, tenían armas en mano, y eran tantos como para no saber cuántos eran, los soldados no parecían ser de la fuerza de autodefensa, tampoco parecían de esos soldados americanos que aparecían en las películas.
¿Entonces qué está pasando? ¿Qué están haciendo? Taito se preguntó eso por un instante, y los vio con extrañeza, pero no tenía tiempo para pensar en cosas innecesarias, así que volvió a correr de nuevo, dio vuelta a la derecha frente a la puerta de la escuela y corrió siguiendo el muro, y mientras más corría la inquietud en su pecho se hacía más fuerte.
Sintió que se estaba acercando, sintió que algo muy preciado se acercaba, había algo más, algo peligroso se acercaba a aquello que apreciaba.
—… Mierda, rápido… más rápido… corre.
Susurró, y por algún motivo logró volverse más rápido, los músculos de sus piernas estaban trabajando, pudo sentir como si estuvieran cambiando su estructura, una sensación diferente a la de antes, sus movimientos innecesarios disminuyeron, superó muchas veces más el límite de sus músculos, y comenzó a moverse inusualmente rápido acostumbrándose su cuerpo poco a poco a este cambio.
Pero aún era insuficiente, aun no era suficiente.
Mas, mas, mas, mas, mas, mas, mas.
Más rápido, tienes que llegar más rápido a donde esta ella.
Y entonces, un poco después.
—…. ¡¡Llegueeee!!
Detuvo sus piernas, pero por el impulso su cuerpo no lo hizo perder el balance.
— Primero… ¿¡Waaaa!?
De ese modo terminó cayendo, pasó de largo el parque y cayó al suelo.
—… Patético.
Lo dijo como si gimiera, después de eso se puso de pie, pero no podía tranquilizar su respiración, sus hombros se movían violentamente, uno, dos, regresó tres pasos y llegó frente al parque y entonces…
—…
Taito se le quedó viendo al parque, las luces de las farolas brillaban, era un pequeño parque durante la noche, era un parque al que no había venido en mucho tiempo, ese parque en el que solía jugar con Himea, se le quedo viendo y entonces.
—… Han pasado nueve años y no ha cambiado nada.
Susurró. Columpios, pasamanos, caja de arena barras de acero, era un parque en donde no había nada más que eso, por algún motivo no habían bancas, por lo que las parejas no podían venir a hacer de las suyas, además de que era un lugar en lo profundo de una zona residencial, tampoco habían señores borrachos que se acercaran, la asociación del pueblo se esforzaba por lo que no habían personas sin hogar por esta zona, además de que cerca del lugar había otro parque con mejores instalaciones, por lo que tampoco venían niños, no, no era al punto de pensar que no habían niños pero casi nunca había nadie, los que siempre estaban Eran Himea y Taito solamente, solo ellos corrían por allí gritando “waa, waa” mientras jugaban, Taito comenzó a recordar las cosas de su pasado, en una orilla, a un lado de los baños públicos de ese parque…
—…
Le dio la sensación de que alguien le había hablado, no sabía que fue lo que dijo, no sabía quién se lo dijo, puede que alguna pareja por inusual que fuera hubiera llegado al lugar para evitar la mirada de los demás, y puede que estuvieran haciendo cosas pervertidas, pero…
—…
Taito volvió a correr, de nuevo algo en el fondo de su corazón le hablaba.
Apresúrate.
Rápido.
Rápido.
Ve a salvarla.
Ya está frente a tus ojos.
Ella está frente a ti, tu ama.
¡¡Salva a tu ama!!
—…
Obedeció esa voz y volvió a correr, pasó a un lado del pasamanos, pisó el castillo que estaba construido en la caja de arena y llegó hasta un lado de los baños.
—…
Cuando frente a sus ojos dos figuras humanas saltaron, uno de ellos tenía el cabello negro y ojos afilados, era un hombre, portaba un uniforme bien cerrado hasta el cuello, un hombre que recordaba haber visto. Lo vio hoy después de clases, en el salón, era ese hombre. La persona más popular en la escuela, se convirtió en el presidente del comité estudiantil con tan solo 16 años, bueno con los deportes, un súper estrella que tenía calificaciones perfectas, el… era Kurenai Gekko, sin saber que truco había usado había abierto el muro del baño, el espacio se había torcido y había salido de allí, y tenía en la mano una espada de esgrima, la estaba apuñalando en la espalda de otra persona.
Taito vio a la otra persona, tenía la espada enterrada, volteó a ver a la persona que estaba contra el suelo, y entonces abrió grande los ojos.
—…
La que estaba allí era una chica.
Una chica cruelmente hermosa.
Taito vio el rostro de la chica, tenía un cabello que parecía suave color lavanda, piel blanca, unos ojos carmesí traviesos, un rostro tan hermoso como para pensar siquiera que era humana, no, después de todo no era humana.
Era demasiado hermosa.
Era demasiado cautivadora.
Además esa belleza había aumentado con respecto a hace mucho, su altura debería de llegar aproximadamente a los oídos de Taito, de al menos unos 160 centímetros, comparándolo con su estatura sus piernas eran largas, llevaba puesto un vestido de una pieza, y esas prendas blancas estaba sucias por la tierra, la habían derribado a la fuerza contra el suelo y se había ensuciado.
Taito la observó y parece que ella también se dio cuenta de su presencia.
— Ta… ¿¡Taito!?
La chica gritó, su voz era temblorosa, y entonces Taito también gritó su nombre, el nombre que había olvidado por tanto tiempo…
— ¡Himea!
Así es, en el instante en que gritó su nombre las lágrimas en los ojos de la chica comenzaron a desbordar, su cara era un desastre, su expresión parecía intentar contener algo desesperadamente.
— Ta… ¡Tardaste! ¡Tardaste demasiado en venir Taito!
Eso fue lo que le dijo, y Taito.
—… Lo siento.
No podía decir otra cosa, la había olvidado, se olvidó de ella todo este tiempo, a pesar de que le había gritado que nunca la olvidaría, aun así se olvidó de ella, su existencia desapareció para él, todos los días solo lo pasaba como una persona normal común y corriente, y entonces ¿Por qué clase de cosas habrá pasado? El rostro de la chica ya era un desastre por las lágrimas, pero aun así era un rostro hermoso. Después de eso la chica habló, un poco fuerte, como si estuviera jugando con Taito, sonriendo como si fuese divertido mientras lloraba.
— Que… quería verte… Por nueve años esperé… yo…. Yo… nueve años…
Pero cuando la chica estaba hablando Gekko quien tenía su espada enterrada en ella la interrumpió.
—… Cállate, guarda silencio.
Y presionó más su espada pero, Taito recogió una piedra que estaba en el suelo y la lanzó con todas sus fuerzas, al hacerlo Gekko reaccionó de inmediato.
— Nn.
Esquivó la piedra y volteó a verlo, era una mirada afilada y fría, Taito se dirigió directamente a Gekko.
—… Maldito ¿Qué demonios estás haciendo?
Y Gekko no separaba su mirada de él.
—… Fum, Kurogane Taito, no me estorbes, estoy un poco ocupado.
— ¿Haa?
— Te estoy diciendo que te pierdas, no eres rival para mí, te estoy diciendo que te estoy dejando escapar, desaparece de una vez, de lo contrario te asesinaré.
Era la misma manera en que amenazo a ese delincuente, era una presión fría y tranquila, pero Taito lo fulminaba con la mirada.
— El que debe desaparecer eres tú, Saca esa espada de Himea, de lo contrario… te asesinaré.
— ¿Ha?
— Estoy hablando en serio.
Pero Gekko se rio.
— Hoo, siendo un debilucho dices palabras fuertes, está bien, jugaré un poco contigo.
Y tras decirlo sacó la espada de Himea, y ella se le quedó viendo.
— ¡No! ¡Taito! ¡Huye! El, él, ¡Es Hinata, ese monstruo que vino tras nosotros nueve años antes!
Al escucharla Taito entrecerró los ojos, y volvió a ver directamente a Gekko. Ciertamente le dio la sensación de que se le parecía a ese joven, de pronto había aparecido de la nada con una espada de esgrima, le parecía alguien realmente fuerte… Pero la expresión de Gekko cambió, la tranquilidad y la frialdad que había en su expresión se desmoronó para mostrar su rabia.
— ¿¡Haa!? Hinata!? ¡No me pongas al nivel de ese hijo de perra! Mi nombre es Kurenai Gekko.
— ¿He?
Himea dejó salir una voz un poco tonta y volteó hacia arriba a verlo. Pero Taito comenzó a correr como si se metiera en su conversación levantando el puño, Golpeó el rostro de Gekko rápido, fuerte y certero, Gekko se le quedó viendo con una expresión de sorpresa.
— Eres sorprendentemente rápido, pero no puedes contra mí…
Y movió su espada, como si fuera a cortar la mano de Taito, no pudo esquivarlo, su brazo cercenado salió volando, pero Taito tomó ese brazo con su mano derecha, y entonces golpeó al rostro a Gekko con su mano cortada.
— ¿¡Ga!?
Gekko dejó salir un gemido, y de ese modo retrocedió dos, tres pasos, pero eso daba igual, Taito se volvió a poner el brazo cortado y de inmediato se regeneró, Gekko que vio eso…
—… Kgg… a… ya veo, así que ese es el poder del “sacrificio” que le concedió el amor de esta “vampira”…
A pesar de que dijera eso no respondió, Taito ya se había movido para socorrer a Himea.
— Himea, ¿Puedes levantarte?
Taito preguntó, y ella asintió, después de eso tomó a Taito por el brazo y lo sostuvo con fuerza.
— Siempre., siempre te estuve esperando.
Y Taito asintió.
— Si.
— Si, si hubieras llegado cinco minutos más tarde, me hubiera enojado, pensaba que en definitiva te mataría.
Parecía que en verdad pensaba matarlo si la dejaba esperando 5 minutos más aparte de esos nueve años, y Taito frunció las cejas. De seguro todo ese tiempo la chica se seguía repitiendo “cinco minutos” “solo cinco minuto más” una y otra vez durante los últimos nueve años, la imaginó en su desesperación frunciendo las cejas, solo con imaginarlo sintió como si su corazón fuera a romperse, pensando que alguien vendría ayudarla para no caer en la locura, otros cinco minutos para no perder la esperanza, solo otros cinco minutos que seguiría soportando ese dolor, Taito terminó haciendo una mueca en su rostro solo de imaginarlo.
—… Si, tienes razón, lo siento.
Himea volteó hacia arriba para verlo, sonrió con su rostro lleno de lágrimas, era una sonrisa llena de satisfacción y entonces…
— Aquí vamos.
A pesar de que estaba siendo acorralada, abrazó el cuerpo de Taito con fuerza… era más suave de lo que pensaba, tanto como para sorprenderse, la ella… las chicas eran diferente a los que pensaba, podía sentir su calidez.
—.. He… este…
Pero terminó diciendo eso sin pensarlo, no sabía que expresión estaba poniendo,
“No, este… espera, ¿No es algo malo esto? ¿No es malo estar haciendo esto en esta situación? Espera… ¿heee? Co, como sea, aléjate por ahora, ¿Si? ¿Si?”
Pensó en decirle eso, pero…
—…
No pudo hacerlo, eso era porque sus hombros estaban temblando, era como una pequeña niña que acababa de tener una terrible pesadilla, como si temblara ante los monstruos.
—…
Taito la tomó por los hombros y la abrazó, le dio la sensación de que si ponía demasiada fuerza su pequeño cuerpo se rompería, y entonces…
—… En serio, lo siento.
Pero después de que le dijera eso, Himea enterró su rostro en el pecho de Taito
—… Aunque te disculpes a estas alturas no te perdonaré…
Taito puso una expresión de estar problemas, abrazó con más fuerza los hombros de la chica.
— ¿Entonces que podría hacer?
Y la chica respondió, después de toda su voz era temblorosa, pero había retomado solo un poco de su fuerza.
— No necesitas hacer nada, si no vuelves a alejarte de nuevo de mí, si ya no te alejas entonces… solo… te perdonaré solo por esta vez.
Pero en cuanto terminó de decir eso…
— Kyaaaaaaa 💛
De pronto se escuchó un grito desde detrás de Taito.
— ¿He?
Se dio la vuelta, y el muro que estaba a un lado del baño del parque, por algún motivo parecía que estaba distorsionándose, y de allí sacó el rostro una chica extraña que emanaba rayos con su cabello puntiagudo. Taito la conocía, no, bueno, la chica que conocía no tenía ese cabello, pero conocía su rostro.
— ¿He? tu…. ¿Ando? ¿He? ¿Pero por qué? ¿Qué pasa con ese cabello?
Le preguntó pero ella no respondió a sus preguntas.
— ¡Kyaaaa! 💛 ¡Kyaaaaa! 💛 Gekko, ¿viste? ¿Viste? ¡Una escena de amor! ¡Es una escena de amor!
Continuó gritando mientras decía eso, pero Gekko le respondió con un tono de voz cual si estuviera fastidiado.
— Tonta, son enemigos, Mirai, mátalos de una vez.
Mirai.
Sato Mirai. Después de todo era la chica de la cual sus compañeros de clases se referían “Ando Mirai, ¿Es linda verdad?” ¿Pero por qué había sacado su rostro del mudo del baño? Y no sabía por qué su cabello estaba en ese estado eléctrico, pero esa chica llamada Mirai volteó a ver a Gekko.
— ¿Heee? Pero, pero en esa situación... ¿Por qué tengo que hacer algo como si yo fuera la mala? Bueno, aunque Gekko siempre es el malo.
— Te equivocas, yo soy un genio.
—… ¿Ha?
— No importa, solo necesitas escuchar lo que te digo, nunca me equivoco.
— Pe, pero…
— Te dije que te callaras y obedezcas, ¿Eres mía verdad?
Ante eso Mirai guardó silencio y por algún motivo se ruborizó.
— E, e, entendido.
Le respondió a Gekko y después se dirigió a Taito.
— Siento mucho si mueren.
Y entonces saltó de esa distorsión en el espacio para después levantar la mano en su dirección.
— Ve Biri Biri.
Gritó, y en ese instante los rayos comenzaron a reunirse en la mano de la chica.
— ¿¡Quién demonios es esta!? ¡Esto es malo!
Gritó Taito, y separó a Himea de su cuerpo, en ese instante los rayos fueron liberados, golpeando el pecho de Taito, y de ese modo lo atravesó dejándole un agujero justo en el corazón…. Después de todo si hubiera sido alguien normal hubiera muerto de inmediato, claro, si fuese una persona normal, pero Taito no moriría por algo como eso, después de todo no era normal.
Su vida como una persona corriente había llegado a su fin, no sabía por qué pero no podía morir, pero, “bueno, que importa” pensó Taito, todo el tiempo estaba aburrido, nada cambiaba, no tenía un sueño ni nada que quería hacer, siempre se la pasaba aburriéndose, pero ahora era diferente, tenía algo que debía hacer.
—…
Y eso era algo muy importante, muy placentero, el agujero en su pecho comenzó a sellarse, y Mirai se le quedó viendo atónita.
— Ah, ¡¡Ah!! ¡Es cierto! ¡Es el inmortal-kun que se fue corriendo sin cabeza! ¡Como se esperaba de Gekko! Ya sabias que no moriría verda…
Pero no terminó de decir su frase, Taito tomó el brazo que había usado Mirai para soltar esos rayos.
— ¿He?
Al darse cuenta que fue atrapada perdió el habla.
— De, ¡Detente!
Y tras gritar sus cabellos comenzaron a moverse liberando rayos, apuñalaron el brazo de Taito como si fueran espadas, pero por supuesto, Taito no la soltó, Después de eso Himea se acercó puso su mano en el rostro de Mirai y…
— Alt
Con eso, los movimientos de Mirai se detuvieron, se quedó con una expresión de sorpresa.
— ¡Hooo! ¡Es sorprendente! Esto es malo Gekko, no puedo moverme.
Pero Gekko frunció las cejas.
— Maldita debilucha inútil.
— No soy una debilu…
Pero Taito tapó su boca, además de eso tomó a Mirai por el cuello.
— Las cosas se invirtieron, Kurenai Gekko, ¿Qué harás? Ahora soy yo el que tiene al rehén… por ahora ¿Qué te parece lanzar esa espada al suelo?
Por supuesto, no esperaba que la desechara, era alguien frio, cruel, había escuchado de los rumores que había dejado al anterior presidente estudiantil medio muerto, por lo que no debería de soltar su espada aunque tuviera rehenes, no, al contrario, si fuera Hinata… mataría a Taito una, y otra y otra vez, si ese chico que se llevó a Himea ahora es más grande, podría desechar fácilmente a uno, dos o cien personas como si nada…
—…
Pero de pronto se escuchó un sonido, frente a sus ojos se encontraba Gekko con su mirada fría como siempre, pero soltó con facilidad la espada dejándola caer al suelo mientras lo fulminaba con la mirada.
— Te daré mi espada, pero regrésame a Mirai.
Esa fue su respuesta, pero la que estaba más sorprendida…
— ¿¿¿¡¡¡Heeeeeeeeeeeeee!!!!???
Fue el mismo rehén, Mirai.
— ¿¡Hee!? ¿Es verdad? ¿Ese Gekko? ¿¡Tirando su espada por mí!?
Pero Gekko solo miraba a Mirai con fastidio.
— Mierda, cállate debilucha, solo eres un estorbo, no la estoy desechando por tu bien, solo decidí que no necesito mi arma contra ellos, por mi bien podrías morir.
Mirai se quedó perpleja ante su respuesta.
— ¿He?....
Pero…
— Heee…. Hehehehehehehe 💛

Y entonces comenzó a reír de manera desagradable.
— ¿Cómo decirlo? Estoy de muy buen honor, así que iré un poco en serio.
Tras decir eso la chica levantó la manos y entonces toóo el brazo que Taito usaba para contenerla, la que se sorprendió ahora fue Himea al ver eso.
— ¡Mentira! Rompió el hechizo fácilmente… quién demonios es esta chica…
Y Mirai al escucharla puso una expresión de felicidad.
— Soy un monstruo… ¡Gaoo!
Y con ello hizo que todo el cuerpo de Taito girara usando su brazo.
— Uwaa.
Solo alcanzó a gritar mientras que volaba por el aire, y era una altura nada normal.
— ¿¡Que tanto poder tiene!?
Terminó respondiendo Taito y Gekko comenzó a reír al verlo.
— Bien hecho.
Levantó su espada de suelo y de ese modo comenzó a avanzar hacia Himea.
— ¡Himea!
Gritó y ella volteó hacia arriba.
— ¡Si!
Y de ese modo saltó, fue tan fuerte el salto que llegó rápidamente al lugar en el que Taito había sido mandado a volar.
— Ya llegué.
— Que sorprendente capacidad de salto.
Pero aun así ella infló sus mejillas como si estuviera molesta.
— Nn mooo, ¿Habían más maneras de elogiarme verdad? Si te pones así con una chica con la que acabas de reencontrarte después de mucho tiempo no vas a ser popular.
— De hecho no soy popular.
— Jajaja, no eres popular, no hay nada que hacerle, te puse una maldición para que fuera así…
— ¿¡He!?
— Es mentira Tehe.
— ¿¡Por fin!?
Himea volvió a sonreír, tocó a Taito, y su expresión era de la misma felicidad.
— Pero yo serás popular, ¿Está bien verdad? Me gustas Taito.
Eso le dijo una chica tan hermosa que no pareciera que fuese humana… no, bueno, en realidad no era humana. El sentimiento de que Himea le gustaba, posiblemente aún se mantenía, quedaba fuertemente ese sentimiento de ser compañeros. Pero solo fue un instante.
—…
Solo por un instante apareció el rostro de otra persona en su cabeza, incluso el mismo se sorprendió, realmente no es como si no supiera que era lo que pasaba, pero nunca había pensado en eso antes, tenía a alguien que le gustaba y entonces ella también lo quería Así que… ¿Qué pasaría? Comenzó a pensar en eso sorprendiéndose el mismo de que no era un adulto.
Y al hacerlo se le quedo viendo a la expresión de la chica, Himea se le quedó viendo con sus ojos escarlata fijamente, le dio la sensación de que podía ver directamente en su corazón, y Taito perdió un poco la compostura, pero, ella de pronto sonrió.
—… Te daré algo bueno.
— ¿Algo bueno?
— Si, algo bueno.
Después de eso golpeó ligeramente el brazo de Taito. En ese instante.
— ¡Esta caliente!
Comenzó a dolerle fuertemente el brazo, volteó a vérselo y esa mano…desde la punta de los dedos hasta la altura del codo, en algún momento estaba siendo envuelta por unas llamas blancas.
— ¿¡Que…!? ¿¡Que es esto!? Está bastante caliente.
Pero Himea al ver su reacción comenzó a reír.
— Bueno, claro que está caliente, son las llamas del Tenkai, cualquier ser vivo que no sea Tenma será evaporizado al tocarlas[1]
¿Que estaba diciendo?
— ¿Tenkai? ¿Tenma? ¿He? ¿Qué cosa?
Taito le preguntó, pero parece que algo como eso no era importante ahora, solo lo ignoró y continuó.
— Al ser un vampiro no puedo usarlas, es un hechizo prohibido, 300 años antes los vampiros hicieron un pacto con Tenma, y debido a ello en el momento en que usemos sus llamas nuestra mitad superior desaparecerá, pero si eres tu…
Pero solo llego hasta allí, por ahora entendió más o menos lo que eran las llamas blancas de su brazo, así que.
— Ah, así que es eso.
— Así es, vamos, golpéalos con esas llamas, quema a ese de cabello negro-kun y… protégeme.
Cuando le dijo eso Taito volteó a ver hacia abajo, allí estaba Gekko viéndolos hacia arriba con la espada en mano Y entonces.
— Sabes, esto en verdad que fuerte, si te rindes aun así te podría perdonar.
Pero Gekko le respondió.
— No me hagas vomitar.
— Sabía que lo dirías.
— Te asesinaré.
— Bueno, esa es mi frase.
Y así Taito por fin aterrizó, y al mismo tiempo saco el brazó izquierdo hacia adelante haciendo hacia atrás su brazo derecho que contenía las llamas blancas, y de ese modo, se lanzó hacia el con el brazo que contenía las llamas de Tenma.
— Gekko. ¡Muere!
Y Gekko ante eso piso el suelo dos veces con fuerza, Taito conocía ese movimiento, era de esgrima, se llamaba balestra o algo así[2] ese era el nombre de la técnica. Daba un paso adelante y usaba el impulso y un estoque. Gekko hacia esos movimientos tan naturalmente como para sorprenderse, y era veloz. Pero Taito no se movió, las llamas de su brazo deberían de ser más rápidas. Volteo a ver la espada que poseía Gekko, y vio el alcance que tenía, si Gekko estiraba todo su cuerpo, cabía la posibilidad de que podría golpearlo sin que la distancia de su alcance lo tocara por poco. Por eso Taito.
— Eres lento tonto.
— El tonto eres tú.
Gekko no avanzó directamente en dirección a Taito, se suponía que no debería de alcanzarlo, por eso es que Taito continuó con su golpe sin preocupase, y entonces las llamas comenzaron a emitir una luz tan fuerte como para nublar la vista.
Pero en ese momento Gekko de pronto cambió su movimiento, su espada que se extendía hacia el suelo de pronto salto, y atravesó el brazo en el que Taito albergaba las llamas blandas.
— Elimina el hechizo ¡Spell error!
Y tras decir eso las llamas que estaban en el brazo de Taito de pronto desaparecieron, era como si hubieran sido absorbidas por la espada de Gekko.
— Yo gano.
Gekko comenzó a reír, Pero Taito, a pesar de tener la espada enterrada abrió su puño, y entonces tomo la espada de Gekko robándosela.
— Hoo, ¿Un guerrero que no puede pelear sin espada dice que ganó? ¿Estás enamorado de ti mismo? ¿Qué planeas hacer?
Y Tatito apretó con fuerza su mano izquierda y lo soltó directamente sobre la cara de Gekko, pero él levantó el codo con el que sostenía la espada recibiendo el impacto, su codo era tan duro que Taito sintió que su puño se rompería, pero a él no me importo, aunque su puño se rompiera, se recuperaría de inmediato y de ese modo continuó presionando su codo, parece que era un poco más fuerte que Gekko, de ese modo pretendía llegar a su cuello para hacer que se desmayara.
Pero aun así Gekko no cedía, el brazo de Taito avanzó un poco y él le volvió a presionar con el codo, aun así Taito continuó golpeándolo con todas sus fuerzas.
— Ya basta, ríndete, has perdido Gekko.
Gekko ya había perdido su tranquilidad, tenía una mueca de desesperación en su rostro.
— No digas estupideces... el que perderá… serás tú Kurogane Taito… eres un debilucho… no te emociones.
Y pasaron varios segundos de ese modo, pero detrás de ellos Himea y Mirai.
— Te ayudaré…— Te ayudaré…
— No lo necesito.— No lo necesito.
Fue algo desagradable que ambos enemigos Taito y Gekko dijeran lo mismo enojados, Gekko frunció las cejas y Taito lo fulminó con la mirada, Gekko tenía una mirada de que repudiaba a su enemigo desde el fondo de su corazón pero Taito no se quedaba atrás, le regresaba la mirada “Estoy cansado de que me veas así”
Cuando de pronto alguien más aparte de Himea, Mirai, Taito y Gekko… De pronto alguien además de ellos comenzó a hablar.
— Entonces está bien ¿Qué les parece morir todos juntos?
Esa voz resonó en el parque nocturno, además.
— ¿Ha? ¿Quién es?— ¿Ha? ¿Quién es?
Gekko y Taito volvieron a hablar al unísono, se volvieron a fulminar con la mirada afilada, para después voltear en dirección a la voz. La voz se escuchó desde los columpios, pero en este momento no se encontraban los columpios, no, en el lugar en el que estaban el espacio se había torcido, cuando de pronto salió una pierna desagradable, por supuesto no era la pierna de un humano, era enorme grueso como tres piernas humanas, se trataba de la pata de una araña. Desde el espacio distorsionado apareció una pata dos, tres, y eventualmente apareció la figura de una araña enorme, pero aun así Taito no se sorprendió, más que por la araña, se sorprendió por el chico que estaba sobre ella, no había manera de que no se sorprendiera por la inusual escena.
Un hombre se encontraba sobre una araña gigante, y este era idéntico al chico genio que estaba golpeando... tenía el mismo rostro que Kurenai Gekko.
—… ¿Gekko? ¿He? ¿He? ¿Por qué hay dos de ti?
Pero Himea.
—… No es eso Taito, él no es Gekko.
Dijo algo que no acababa de entender de todo, pero por su tono de voz pudo entender que la situación no era muy buena, su voz estaba temblando de nuevo, era por el miedo, y se dio la vuelta hacia ella, la observó y tenía un rostro débil, como si estuviera por llorar. Pero aun así Taito le preguntó.
— ¿Entonces quién es?
Himea contestó sin desviar la mirada del hombre que se encontraba sobre la araña con una voz temblorosa.
— Hi, Hinata… el que te mató, el que me secuestró… el que me está persiguiendo.
Taito volteó a ver a aquel hombre que era idéntico a Gekko, era igual a él pero… la oscuridad dentro de sus ojos era diferente, era frio, no sentía emociones, como si fuera un muerto, esperanza, felicidad, era como si no pareciera un ser vivo, solo había oscuridad en sus ojos, era diferente a Gekko, esa mirada no parecía tener humanidad ¿Este es Hinata? Preguntó Taito… él…
—…
El secuestro a Himea, y la hizo pasar por momentos crueles durante nueve años, eso fue lo que pensó Taito,
—…
“Lo mataré, le haré pasar por el mismo sufrimiento y humillación que sintió Himea, lo mataré”

—…
En el instante en que pensó eso en el fondo de su corazón, las llamas de su brazo volvieron a resurgir, superando el poder de la espada de Gekko las llamas volvieron a resurgir, y Gekko al ver eso…
— Hoo.
Parecía sorprendido viéndolo.
— Sorprendente poder de odio.
Y de ese modo sacó su espada, además de eso bajó el codo, Gekko empujó a Taito ligeramente a un lado, y entonces vio a Himea.
—… No le vayas a poner una mano encima, yo lo mataré.
Al escucharlo Taito frunció las cejas.
— Haa, no me jodas…
— Cállate debilucho, Ese Kurenai Hinata… a pesar de que es mi gemelo, mi hermano menor es una mierda, es mi presa…
Era una voz baja, tanto como parecer estar temblando. Así de fuerte y profunda era su ira.
— ¿Hermano menor?
Taito terminó preguntando.
—…
Pero Gekko no le contestó, no sabía que era lo que había pasado entre ambos, pero sin duda alguna fue algo cruel para que se ganara su ira. Además ese era Hinata… El gemelo de Kurenai Gekko, ese Kurenai Hinata comenzó a sonreír como si estuvieran diciendo tonterías.
—… ¿Hermano de mierda? ¿A quién te refieres? bueno, ni siquiera me interesa… pero onii-san, ¿Aun te estas arrastrando?
—…
Pero Gekko no le contestó, solo lo veía hacia arriba, lo fulminaba con la mirada, Mirai al verlo le preguntó preocupada.
— E, ¿Estás bien? Gekko…
Y Hinata volvió a reír al escucharla.
— Ah, ya veo, así que hiciste a mi Mirai en una de tus peones de segunda mano, ¿Pensabas que si me robabas una pieza podrías ganarme?
Y al escucharlo mirar le gritó molesta.
— ¿¡Segunda mano!? Nunca hice un pacto con Hina…
Pero Gekko la interrumpió.
— Cállate Mirai, le regresaré de inmediato la ofensa que te ha hecho, solo cállate un poco.
Tras decir eso Gekko puso en posición su espada, bajó su postura y puso toda su ira en esa espada.
— Mirai… ¿Puedes hacer algo contra esa araña?
Cuando Mirai escuchó la pregunta de Gekko, mostró una risa inusual y afilada que no le quedaba.
— Con quien crees que estás hablando.
Gekko comenzó a reír.
—… Mi… más fuerte aliada.
— ¿He?
— Entonces te lo dejaré, yo asesinaré a Hinata, tu mata a esa araña.
— E, este… e, entendido.
Asintió nerviosa.
— ¡Vamos!
— ¡Si!
Y ambos saltaron, detrás de ellos Himea comenzó a hablar tomando la ropa de la espalda de Taito.
—… Huyamos, Taito, huyamos mientras podemos, ellos no podrán ganarle, es demasiado fuerte.
Su voz estaba temblando, ella quien siempre era fuerte, puede que el enemigo en verdad fuera alguien realmente poderoso, esa chica hermosa lo decía, una vampira.
Le había entregado a Taito el poder de la inmortalidad y aquellas llamas, Himea tenía un gran poder, pero aun así parecía débil, solo con escuchar su voz volteó a ver su expresión que parecía al punto del llanto, haciendo que tuviera sentimientos pesados. Imaginó que era lo que le había hecho aquel tiempo, pero posiblemente no podría hacerlo, solo sabía que era algo cruel haciendo que sintiera emociones lúgubres. Y entonces, al voltear a ver sus propios sentimientos se percató de muchas cosas.
Su vida hasta ahora, ¿en que había estado pensado sobre sí mismo hasta ahora? no es como si hubiera pasado por mucho durante estos 16 años de su vida, pero aun así de pronto entendió algo, y eso llenó su corazón, por eso habló aun sin voltear a verla directamente.
— Sabes, Himea, yo…
— ¿He?
— Terminé olvidándome fácilmente de ti, hasta hoy había estado llevando una vida prácticamente normal, realmente no podía ni imaginar por lo que sentiste, era divertido, relajado, así que…
Y Himea intento reconfortarlo.
— No podía evitarse…
Pero la interrumpió y Taito continuó.
— Claro que podía evitarse, de había dicho que nunca te olvidaría Himea, que en definitiva iría a sálvate, pero lo olvide fácilmente, todo los días la pasé como una persona normal riendo como tonto sin siquiera estudiar ni esforzarme, jugando, leyendo mangas, diciendo cosas tontas como que nunca podría encontrar un sueño para el futuro, ¿pero sabes? encontré algo por lo que esforzarme un poco, bueno, sé que pueden decir que es algo infantil, pero fue en el Karate ¿conoces el Karate? En un arte marcial, y puedo decir que era bueno, hasta que me lastimé sensei tenía muchas expectativas en mí, diciendo que ganaría en las nacionales, fue algo con lo que realmente me esforcé aun siendo alguien como yo…
Y allí Taito se dio la vuelta en dirección a esa Himea que temblaba de miedo.
— Pero, puede que en verdad haya sido por ti, de pronto lo entendí, soy un tonto como para reírse, pero creo que te recordaba en algún lugar en el fondo de mi corazón, si tan solo pudiera volver a verte… “si te volvía a encontrar esta vez en definitiva te protegeré, no volveré a soltar tu mano, me volveré fuerte en caso de que encuentre a la persona que te lastimo, lo golpearía” el tonto de yo pensaba eso aun siendo débil, aun siendo un simple humano creo que pensaba en esas cosas como un tonto…
Pero Himea
— Uum, no es eso.
Se le quedó viendo pero en esta ocasión ya no estaba temblando, lo veía con su expresión a punto de llorar, pero no era por tristeza, más bien parecía un rostro lleno de felicidad.
— Siempre… lo supe, sabía que nunca me olvidarías, siempre, siempre lo supe, sabía que te volverías fuerte y vendrías a salvarme, siempre lo supe, por eso es que te esperé sin volverme loca.
Sin volverse loca, eso era lo que acababa de decir. Taito era una persona normal hasta hace unas pocas horas, un estudiante de preparatoria corriente, por lo que le pareció un poco exagerado, pero en verdad había sido arrinconada al borde de la locura.
“Si fuera yo, si me pusieran en una situación en la que me podría llevar a la locura fácilmente, durante nueve años… puede que en verdad hubiera perdido la locura”
Si le preguntaran que si perdonaría algo como eso, sería imposible, si le dicen que deje a un tipo como ese para huir de él, por supuesto, sería imposible. Así que un poco, solo un poco más.
—… Durante nueve años me has estado esperando, me has esperado demasiado, pero ¿podrías esperarme cinco minutos más? Iré a golpearlo y regreso.
Pensó que era algo realmente egoísta, si piensa en la desesperación por la que pasó era algo demasiado egoísta, pero ella se le quedó viendo con esa expresión a punto de llorar, con esa expresión de felicidad.
— Si.
Asintió.
— E, está bien, pelearé contigo.
— No necesitas esforzarte.
Pero ella le pegó ligeramente en la cabeza.
— No te emociones, tu solo no podrás ganarle.
— ¿En serio?
— Si, pero si somos los dos… si somos los dos podríamos lograrlo, durante estos nueve años te volviste realmente fuerte…… y genial…
Tras decir eso Himea tocó su cuello de un modo realmente gentil, parece que esa era su costumbre, cuando ocurría algo tocaba su cuello… tocó la cicatriz en la que ella le había puesto su veneno. Pero no podía quedarse demasiado tiempo en ese lugar, sintió la tensión en todo su cuerpo y se dio la vuelta en dirección a ellos dos, hacia donde estaba Hinata. Y al hacerlo allí estaba el monstruo araña atacando a la linda chica de Mirai. La araña movía sus grandes patas intentando aplastarla
— ¡Cuidado!
Taito gritó, pero fue demasiado tarde, la pata de la araña alcanzó a Mirai, pero ella lo recibió como si no fuera nada.
— Wawawa, esto es pesado…
Pero aun así Gekko saltó sobre la pata de la araña, por supuesto, el peso de Gekko se sumó a la de la pata de la araña haciéndola más pesada.
— ¡Oye! E, ¡Estoy diciendo que pesa!
Pero Gekko no se dio la vuelta, lo único que veía en ese momento era a Hinata, puso la espada en posición y apuntó hacia él, sin embargo, otra de la patas de la araña atacó a Gekko.
— ¡Gekko! ¡No me estorbes!
Miral levantó la mano izquierda y dejó salir un rayo mandando a volar esa pata, pero Gekko continuó corriendo ignorándolo todo, al verlo Hinata comenzó a hablar.
— Jajaja, estas bastante desesperado, pero onii-san, ni siquiera podrás acercarte a mí,
Y tras decir eso movió la mano derecha, en ese instante algo ocurrió, la misma luz que hace mucho había partido el cuerpo de Taito en dos comenzó a salir de su mano en dirección a Gekko, pero…
—… Ruge Spell error.
Gekko susurró y blandió la espada cortando el ataque que se dirigía a él, atravesando por la abertura creada, con ello la expresión de Gekko cambió un poco levantando las cejas.
— Hee, parece que has crecido un poco.
Y en esta ocasión fue Gekko quien rio.
— Bueno, solo un poco, cuando no te dabas cuenta me esforcé y ahora voy como 20 mil pasos por delante de ti.
Tras decir eso empuñó su espada, enterrándola en el pecho de Hinata, y al corroborarlo.
— Es el fin Hinata, te haré saber el infierno con la maldición de esta espada… El Elelt…
Comenzó a susurrar y la espada cambió de color, comenzó a cambiar, la espada negra comenzó a teñirse de un color sangre, pero de pronto…
—… Jajaja, ¿20 mil? ¿Estás diciendo 20 mil detrás de mí cierto?
Tras decir eso la figura de Hinata se dispersó como la niebla, y durante ese tiempo apareció a espaldas de Gekko.
— Eres patético por emocionarte por un poder como ese.
Levantó la mano extendiéndola al rostro de Gekko y él intentó repelerla, frunció las cejas, no era una distancia en la que pudiera esquivarlo, era bueno en el ejercicio y los estudios, pero aun siendo un genio y un súper hombre, no era una distancia en la que pudiera esquivarlo. No sería un simple rasguño Fue cuando Mirai gritó.
— ¿¡Gekko!?
Y Hinata comenzó a reír.
— Jajaja, te has equivocado de amo.
Tras decir eso una onda de choque nació de la mano de Hinata en dirección a su rostro.
— ¡Esquívalo tonto!
Taito apareció de un lado pateando a Gekko y mandándolo a volar, en ese instante la onda de choque salió disparada, no le dio tiempo de gritar, y la parte superior del cuerpo de Taito desapareció, y de ese modo cayo de la araña, mientras caía la parte superior de su cuerpo iba creciendo poco a poco, y cuando estaba por caer al suelo, Taito aterrizó poniendo las manos para evitar romperse el cuello.
— Uwaa, sorprendente, estuve por morir dos veces en un instante.
Gekko quien había caído de la araña tras la patada de Taito…
—… ¿Quién te dijo que me salvaras?
— No te salvé, estabas estorbando así que te pateé.
— No te emociones maldito débil.
— Si, si, parece que estas bien, no creo que puedas matarlo fácilmente tu tampoco, no te salvé, pero estuviste por ser asesinado.
Tras decir eso la expresión de Gekko hizo una mueca, Enojo, ira, y desesperación. Hinata al escucharlos comenzó a reír.
— Jajaja, necesitan ser cuatro para estar a 20 mil pasos detrás de mí, como se esperaba de onii-san.
Mirai gritó de ira.
— ¿¡Incluso tu estas usando a la araña verdad!? Maldito tonto de la oscuridad, ¡Tonto pervertido!
Pero Gekko no dijo nada, solo observaba a Hinata, cuando comenzó a hablar en voz baja.
— Oye, Kurogane Taito.
Llamó a Taito por su nombre.
— ¿Nn?
— Ayúdame un poco.
— ¿Ha? ¿Por fin te vuelves un poco honesto?
—… Es algo jodidamente asqueroso… pero, no puedo hacer nada solo con mi poder… pero quiero terminar con él aquí mismo, no retrocederé cuando me está tomando por un tonto.
— Igual yo.
— Entonces ayúdame.
— ¿Tienes algún plan?
Tras decir eso Gekko hizo una seña con la mirada en dirección a Himea.
— El poder que te dio esa mujer… el poder del fuego ¿Puedes volver a usarlo?
— Ah, buena pregunta… ¿en serio puedo…?
Intentó concentrarse en su brazo derecho, y de inmediato hubo un cambio, su mano… comenzó a doler bastante, le dolía como si algo estuviera ardiendo dentro de su brazo.
—… Creo que puedo.
Y al responderle eso Gekko mostró una sonrisa.
— Entonces tú mátalo, si lo haces…
Antes de continuar Himea a su espalda comenzó a hablar.
— Cuando lo haga se convertirá en niebla para huir, ¿en ese momento atravesarás su núcleo con tu espada? Buena idea para ser un simple humano, ¿Aprendiste eso solo con ver a ese monstruo?
Gekko cambió su expresión al escuchar eso.
— Por supuesto, puedo ver a través de mi hermano menor.
Entonces Taito y Himea.
— Fum.— Fum.
Asintieron al mismo tiempo y después se apresuraron.
— Ah, no, no fue eso, no es como si te estuviéramos tomando por tonto.
— A, es cierto, bueno si lo pienso pero…
Gekko continuó con un tono de voz como si aquello no le importara.
— No se preocupen, después los mataré.
— Claro que me preocupa eso.— Claro que me preocupa eso.
Pero la conversación tonta terminó de inmediato, Hinata los estaba viendo.
— ¿Ya están acorralados? Entonces terminemos con esto de una vez, mataré a todos solo dejando a Saitohimea, si quieren sobrevivir los tres podríamos hacer un trato simplemente entregándomela, ya me cansé de molestar a los débiles.
Les dijo eso pero Gekko, Taito y Himea no respondieron, Himea se dirigió a Taito
— Taito, ¿Puedes acercártele?
— Creo que estaré bien, aun puedo revivir tres veces…
Por cierto Taito ya había muerto tres veces en el parque, el primero fue en la batalla contra Gekko, cuando le corto el brazo perdió el pulso por falta de sangre, la segunda fue cuando Mirai le atravesó el pecho con su rayo, y la tercera fue cuando salvaba a Gekko y Hinata destruyo la parte superior de su cuerpo, entonces no podría revivir más que tres veces más, la cuarta seria su verdadera muerte y todo terminaría, al decir eso la expresión de Himea se nubló.
— Tres veces… las llamas de Tenma usan una de tus vidas, eso quiere decir que solo te quedan dos vidas… si vuelves a usar las llamas… no, no, no podrás recibir un solo ataque de Hinata, es demasiado pe…
Pero Taito la interrumpió.
— Esta bien, lo haré como se debe, no ocurrirá al igual que hace mucho, te protegeré.
— Pero.
— Está bien.
—…….. um.
Ella estaba preocupada poniendo su frente en el hombro de Taito, pero Gekko al verlos.
— Demasiado melodrama.
Habló fastidiado.
— Vamos, Mirai y yo lo distraeremos, acércate en ese momento.
Himea continuó.
— Protegeré a Taito lo más que pueda… así que Taito… no mueras.
Taito asintió.
— Entendido, no moriré, puedes estar tranquila, en esta ocasión te protegeré de él.
Tras decir eso comenzó a correr. Al verlo la araña reaccionó, moviendo sus patas intentando matarlo, pero Gekko.
— Mirai, llévalo sobre la araña.
— Si, si
Respondió y Mirai dejo salir unos rayos, la araña volvió a elevar sus patas, pero en lugar de atacar con ellas dejó salir telaraña intentando amarrar a Taito pero…
— ¡Alt!
Himea gritó, y toda la telaraña se detuvo, Gekko aprovechó para cortar sus hilos, durante ese tiempo los dos continuaron, Hinata al ver eso perdió su expresión de que la tenía fácil.
—… Dejen de resistirse inútilmente, es claro lo que quieren hacer, no están en un nivel en el que puedan hacerme frente.
Pero Gekko.
— Lo has dicho, ¡Kurogane! ¡Salta!
Taito asintió, y subió al cuerpo de la araña con un salto, Gekko lo hizo al mismo, Hinata al verlos movió la mano soltando una onda de choque, Gekko salió al frente para protegerlo blandiendo su espada y cortando la onda de choque en ese momento Taito ya se había acercado al lugar en el que lo habían matado, todo avanzaba a la perfección, con esto podría matar a Hinata, podría matar a ese monstruo, Taito apretó con fuerza su puño derecho y al hacerlo las llamas blancas de ese ser llamado Tenma comenzaron a arder.
Para cuando Hinata se percató de las llamas era demasiado tarde.
— ¿Nn? ¿Qué es eso?
Taito al ver su reacción sonrió.
— Me pregunto que será.
Mientras lo decía hizo hacia atrás su puño, y lanzó el golpe con todas sus fuerzas, en ese instante se escuchó un sonido, desde las caderas hasta su hombro izquierdo hasta su cadera derecha estaba desapareciendo, las llamas se esparcieron.
— Pfhaa.
Comenzó a sentir un intenso dolor e hizo una mueva, pero soporto el dolor y pudo ver como las llamas blancas habían saltado hacia Hinata, en un momento en que nunca podría esquivar las llamas saltaron hacia él. Si le daban sin importar que ser sea desaparecería, se evaporaría, Himea le había dicho eso, ningún ser además de Tenma podría sobrevivir a esas llamas, y ahora esas llamas atacaban a Hinata, y el cuerpo de Hinata…
—…
Antes de que el cuerpo del monstruo ardiera.
— Claide.
Susurró aquello. Y tras eso las patas que le quedaban a la araña se pusieron frente a Hinata protegiéndolo de las llamas, las llamas en el instante en que tocaron las patas de la araña todo su cuerpo comenzó a dar vueltas convirtiéndose rápidamente en vapor y desapareciendo.
—…
Pero Hinata no tenía una sola herida, las llamas no lo habían tocado, La araña desapareció y Hinata aterrizó en el suelo viéndolo, podía verse que estaba alerta y dirigió su mirada hacia Himea.
—.. Hee, puede que ese poder sea un poco… peligroso, parece que ese poder tiene su valor ¿La vampiro te lo dio? Que injusto, a pesar de que la torturé por tanto tiempo pero no me dio nada.
Pero no tenía el tiempo para escuchar lo que decía. Había esquivado el golpe, y ahora ya conocía lo que poseía en la mano, la situación era mala. Las veces que el cuerpo de Taito podía regenerarse eran solo tres veces, Había usado uno para las llamas solo le quedaban dos…
—…
— Por ahora, parece que el más peligroso adquieres tú.
Respondió Hinata, y movió dos dedos hacia él, en ese instante no pudo verlo, le dio la sensación de que un cumulo de aire atravesando su pecho, Taito volteó a ver su pecho, y notó que en su pecho, en donde debería de estar su corazón había un agujero del tamaño de una botella Pet.
— Pfhaa.
Escupió sangre, por supuesto, la herida se curó de inmediato, pero había perdido otra vida, la única que le quedaba era una más, solo podía usar una vez más las llamas de Tenma y Gekko habló.
— Dispara rápido tonto.
Y seguida de él Himea gritó.
— ¡Huye Taito! ¡Ya no tienes vidas!
—…
Después de escuchar la voz de ambos Taito apretó con fuerza su puño y las llamas blancas volvieron a resurgir, pero…
— No te dejaré.
Hinata desapareció y de nuevo volvió a aparecer frente a sus ojos, su mano se encontraba sobre el estómago de Taito.
— Desaparece.
Y entonces lo atravesó, la parte baja de Taito desapareció, esa era su última vez. Había perdido su última vida, ya no podía volver a usar las lamas de Tenma. Si volvía a morir… si volvía a morir entonces…
—…
Esa sería su verdadera muerte, Hinata comenzó a reír, al ver a Taito que lo había perdido todo no pudo más que reír.
— Es cierto, hace nueve años ¿Si morías 7 veces en 15 minutos desaparecerías verdad? Bien ¿Cuántas veces van? No las conté pero… ¿Si te mato unas 2000 veces en un segundo será suficiente verdad?
Tras decir eso Hinata levantó el cuerpo de Taito, pero la parte inferior de su cuerpo no se había regenerado. Al verlo Himea comenzó a gritar.
— ¡Espera! ¡Espera Hinata! ¡Ya ha muerto seis veces! ¡No habrá próxima vez! ¡Así que espera!
Gritó con todas sus fuerzas y Hinata al escucharla se rio, era como si en serio estuviera viendo algo estúpido.
— ¿Hee? Me da la sensación que tuvimos exactamente la misma conversación hace nueve años, maldición, en serio que no han avanzado nada, pero bueno, está bien Saitohimea, tal y como lo deseas, le volveré a perdonar la vida, pero ahora si lo prometeremos, tienes que hacer lo que te diga, prométeme que te convertirás en mi esclava.
Eso fue lo que dijo Hinata, fue exactamente igual que la otra vez, Taito no tenía el poder suficiente para proteger a Himea, y ella solo lloraba con una voz temblorosa haciendo todo lo que Hinata le pidiera.
— E… Entendido, me convertiré en tu esclava y lo que quieras así que... no lastimes a Taito.
No, ella ya estaba llorando viendo en dirección a Taito, vio a ese Taito que había estado esperando por esos nueve años, esperando, esperando, esperando, y entonces hoy por fin lo pudo volver a ver, a pesar de que estaban sonriendo hasta hace un instante, a pesar de que Taito dijo que estaba realmente feliz de volver a verla, a pesar de que ella estaba tan feliz hasta el borde de las lágrimas, se abrazaron, dijeron que nunca más se alejarían, a pesar de eso… de nuevo fue igual, igual que hace nueve años, ¿En verdad podría existir una broma tan mala? Ella esperó nueve años dentro de la desesperación, todo el tiempo continuó esperando poder volver a verlo, pero aun así…
—…
Aun un tonto que solo había vivido 16 años con una vida tranquila, sabía que nueve años eran demasiado tiempo, se volvería loca, gritaría en llanto pero, ese tiempo era tan largo como para hacer que sus lágrimas se secaran, lo sabía, y ahora ella estaba por pasar lo mismo de nuevo, todo para salvarlo a él quien no tenía poder, pero…
—…
Taito pensó que no podía ser posible, que no podía ocurrir algo tan estúpido, “no me jodan” gritó dentro de él, por eso lo dijo.
— No… no lo hagas Himea, no digas tan fácilmente que te convertirás en una esclava.
Himea volteó a verlo con su rostro aun derramando lágrimas.
— Pe… pero…
— No necesitas ser su esclava, no te preocupes por mí, huye, estoy bien, haré algo…
Pero Hinata golpeó con todas sus fuerzas el estómago de Taito que se estaba regenerando.
— Cállate, maldito insecto sin poder, no tienes derecho de hablar.
Pero aun así Taito no se detuvo, y Himea comenzó a gritar de nuevo.
— ¡Detente! ¿¡A la que quieres es a mi verdad!? Haré lo que quieras así que…
— ¡Ya cállate Himea! ¡No necesitas hablarle así a un tipo como este! ¡Haré algo con este tipo de mierda, así que huye!
Taito gritó mientras observaba a Hinata.
— ¿Harás algo? ¿Tu? ¿Tu quien no tiene ningún poder? Cómo suelen aullar los débiles, ¿Siquiera sabes en que situación te encuentras? ¿Por qué crees que ella se está humillando a ese punto? ¿Eres tan tonto que no lo entiendes? En verdad cállate, ella…
Pero en ese momento Taito dejó de escuchar lo que Hinata estaba diciendo, volteó a ver a Hinata que lloraba, estaba temblando con desesperación ante ese miedo de regresar de nuevo a la oscuridad, pero al verla Taito sonrió, y entonces…
— No llores, está bien, en esta ocasión te protegeré.
—…
Himea al ver el rostro de Taito pareció haberse dado cuenta de algo, era como si le hubiera dicho algo detrás de esas palabras.
— No…
Comenzó a gritar.
— ¡Detente!
Pero Taito sonrió, y entonces dejo de verla a la cara, si continuaba viéndola un poco más dejaría de intentar hacer lo que pensaba. Pensaría que desearía vivir un poco más, pero en verdad ya había vivido suficiente, ya que, nueve años antes Hinata ya lo había asesinado una vez. O tal vez ya había muerto por el impacto de ese camión. Por eso es que la vida que tenía ahora, se la había dado Himea, se sacrificó a sí misma para darle la vida, entonces… solo debería regresársela, eso fue lo que pensó.
Si es para salvarla, no importaría regresarle la vida, si pudiera regresarle algo de esos años, si ella podría volver a sonreír, si pudiera enterrar aunque sea un poco esos nueve años que pasó aprisionada, entonces no le importaría regresarle la vida.
—…
Así que para eso, necesitaba desaparecer a este tipo, necesitaba destruir a este monstruo para que Himea pudiera vivir sonriendo, así que Taito apretó con fuerza su puño derecho.
— Oye, monstruo.
— ¿Um?
— ¿Qué crees que es esto?
Tras decir eso Taito vio su brazo del cual comenzaban a renacer las llamas blancas, con eso la expresión de Hinata cambió.
— No puede ser, no deberías poder…
— Claro que puedo tonto, no volveré… Himea…
Y el puño que albergaban las llamas de Tenma golpeó directamente el rostro de Hinata.
— ¡No volveré a olvidar a Himea! ¡Ya lo había decidido!
Y Taito dejó ir las llamas, en ese momento escuchó un fuerte ruido, al mismo tiempo entendió como la mitad de su cuerpo derecho había salido volando.
No hubo dolor.
No sintió nada.
Lo único que sintió fue la muerte, solo un sonido sordo.
— ¿¡Taito!?
Era el grito de Himea.
— No, ¡¡¡Nooooooooooooo!!!
Entendió que Himea estaba gritando, pero no volteó a verla, lo más importante ahora era.
—…
En su espalda se encontraba Gekko, y ese chico Genio blandió su espada. De Hinata que estaba convirtiéndose en vapor por las llamas salió una pequeña esfera redonda de su cuerpo, y Gekko la cortó, al verlo, al ver la última forma de Hinata, Taito mostró una sonrisa.
—… Lo logramos.
Y Gekko lo observo a él con una mirada tranquila y compasiva.
—… Lo hiciste bien para ser un debilucho.

— Hoho, sigues con…
Pero Taito no pudo decir nada más, su visión comenzó a volverse oscura, sintió que dentro de poco todo se volvería completamente oscuro.
“Ah, ahora si moriré”
Pero no estaba triste, no sintió que sufrió, después de todo había cumplido con su promesa, al fin, murió salvando a Himea, pensó que en verdad era algo sorprendente, pero solo quedaba algo, una vez más… solo quería poder volver el rostro de Himea una vez más…
Pero ese pensamiento desapareció de inmediato, todo estaba teñido de negro y después…
—….
Kurogane Taito murió.
Himea comenzó a correr en dirección a Taito y lo abrazó, la parte derecha de su cuerpo había desaparecido, solo podía abrazar sus restos, pero en esta ocasión no se regeneraba.
¿¡No revivirá!?
—No… es mentira... no… a pesar de que por fin nos encontramos… a pesar de que no lo pedí… ¿Por qué tuvo que pasar esto? ¿Por qué…? ¿Por qué…?
No pudo decir nada más, solo lloraba, sus palabras desaparecían entre su llanto.
—…
Gekko se le quedó viendo hacia abajo, estaba llorando como loca, Saitohimea abrazaba el cuerpo ensangrentado de Taito.
—…
Después de verlos por un momento recogió la vaina de su espada que se encontraba en el suelo y guardó la espada. Mirai se acercó corriendo a él.
— ¿Qué sucedió?
Al escucharla Gekko observó el campo de batalla del parque.
—… Al final gané.
— ¡No me refiero a eso! Ese chico, ¿Qué pasó con el inmortal-kun?
— Murió.
— ¿¡Heeeee!? ¿Es mentira cierto? Es que ¿no era inmortal?
— Parece que no era así, maldición, los debiluchos en verdad que dan problemas.
— No, no, ¡No me refiero a eso! Este, pero… ¿qué vas a hacer?
Gekko se quedó pensando un momento ante la pregunta de Mirai, y entonces.
— Oye Saitohimea.
Llamó al Vampiro, al monstruo por su nombre, pero ella no se dio la vuelta, era demasiada la desesperación, había caído en una desesperanza tan profunda que parecía que no podía escucharlo, pero a Gekko no le importó, se dirigió a donde se encontraba.
— Eres una criminal, toda clase de organizaciones del mundo está detrás de ti, si no huyes de una vez te asesinaré.
—…
Pero después de todo ella no se daba la vuelta, continuaba abrazando a Taito, era como si no fuera a volver a moverse de ese lugar, ese era el ambiente que daba, pero Gekko no podía hacer nada, solo se continuó observando a Saitohimea.
— Pero si te conviertes en mi esclava no me importaría protegerte, escucharás lo que te diga, harás lo que te ordene, si no te importa compartir la misma cama que Mirai, podría adoptarte…
— ¡¡¡No soy una mascotaaaaaaa!!!
Mirai comenzó a gritar, pero Gekko la ignoró, Saitohimea por fin se dio la vuelta, su rostro estaba hecho un desastre por las lágrimas, aun así lo fulminó con sus ojos carmesí.
— ¿Qué demonios estas diciendo? ¿Al final es porque eres su hermano mayor? Hagan lo que se les pegue la regalada gana, robaron todo de mí, me robaron lo más preciado que tenía, pero si aun así no les es suficiente entonces hagan lo que quieran, ¿Qué te parece si simplemente me abres la cabeza e investigas mi cerebro? Has lo que quieras, yo ya… ya no tengo ningún motivo para vivir…
Pero Gekko la ignoró.
— Bien, entonces ya tengo otra esclava, tu, Mirai y ese Kurogane Taito que duerme como un tonto, los tres son mis subordinados, es demasiado problemático pero los protegeré, ya sea del ejército o de la iglesia, ya lo decidí, así que regresemos de una vez a la sala del consejo estudiantil. Abre una puerta de una vez y despierta al tonto.
¿Qué estaba diciendo?
— ¿¡He!?
Saitohimea no pudo evitar decir eso, pero Gekko continuaba ignorándola después de todo.
— Solo la cabeza basta, alguien puede revivirlo solo con su cabeza, aunque pide demasiado… ¿Después de todo tu pagaras verdad?
Tras decir eso comenzó a caminar.
— ¿He? ¡Espera! ¿¡Heee!? ¿¡Eso quiere decir que pueden revivir a Taito!?
Le preguntó pero Gekko no contestó.
—…
Solo continuaba alejándose cada vez más.
— ¡Espera! ¡Te estoy preguntando!
— No preguntes, solo sigue mis órdenes, bueno, solo diré una cosa, se puede revivir mientras que el cuerpo no esté podrido.
— ¿He? ¡Espera!... ¿solo la cabeza…? ¡¡¡¡Lo siento Taito!!!!
Gekko escuchó esa voz detrás de él, pero adelante…
—… Como decirlo, me da la sensación de que comienzo a entenderte Gekko.
Por ahora le respondería diciéndole “mascota ruidosa”
—…
Pero después de todo no le contestó, se detuvo un poco y se le quedó viendo al lugar en el que había desaparecido su hermano menor. Después de eso Mirai y Saitohimea con la cabeza cortada lo siguieron. Por ultimo volteó a ver el cielo vacío.
—… Maldición, ¿Por qué los tontos molestos continúan aumentando? ¿En verdad es parte del destino?
Susurró y después dejo salir un suspiro, La luna nueva los iluminaba.
—… Así que mayo ya terminó.
Comments